Valerie.
Mis llamadas eran inútiles. Le llamé aproximadamente tres veces. A veces puedo ser muy paciente. Pero otras veces no.
Estaba cerca de mi departamento, caminando y pensando en qué le diría, qué le reprocharía.
Y me puse a pensar, que esta sería nuestra primer pelea.
A la vez estoy emocionada y enfadada.
Así era yo: podía ser el alma maldita que querría verte muerto, pero segundos después te pregunto: «¿Estás bien?».Mi mundo y universo interior estaban enervados, pero a la vez, estaban nerviosos y emocionados. Ira y libido estaban gritando en mi interior: «¡Mátalo al desgraciado!».
«¡Que sufra!».
Pero, por otro lado:
Valerie justiciera y tranquila:
«Pero, ¿tanto por una llamada? No exageres».
«Probablemente esté ocupado. Además, tú lo ignoraste».Libido, en respuesta:
«¡Por que Ally estaba terriblemente mal! ¿Por qué él me colgó? ¿¡Ah?!».«Tal vez, porque estaba ocupado».
Llegué a mi casa. El departamento estaba con un poco de polvo en los muebles de madera, que lucían muy bien en la luz del sol a través de la ventana.
Mientras la pelea mental seguía transcurriendo, y cada emoción continuaba el lío, me serví un vaso de vino.
El vino era bueno. Y no sólo de sabor, también de salud: Vi en un programa de salud que el vino es desinfectante o algo parecido, y que ayuda a que no te salgan arrugas. Desde ese momento, bebía un vaso de vino almenos pasado un día.
Mi copa de vino era exquisita, y pensar que podría lucir joven, me resultaba ideal y perfecto.
El teléfono comenzó a vibrar.
Literalmente, salté de la silla en mi cocina, dejando la copa bruscamente sobre el mesón, para ir a contestar.—¡A la hora! —grité al teléfono de forma sarcástica e hilarante, haciendo notar a Avan que era sarcasmo.
—Lo siento, Valy —Era Libby, no Avan. Almenos lo que dije encajó perfecto. Mi corazón dejó de latir por mil, pensando que Avan nunca me volvería a llamar—. Estuve ocupada, bastante ocupada.
—No te preocupes, era broma —disimulé. Si la persona detrás de ese teléfono hubiese sido Avan, ya estaría muerto.
Estaba sentada en el sillón de la sala de estar. Me movía como un gusano en sel sillón. Quería moverme cada momento, me sentía incómoda y quería estar en movimiento a cada momento.
—Valerie, ¿Y qué es del tal Avan? —me preguntó.
—¡Ay! Ni me hables de él —exclamé, como una actriz de telenovela mexicana realmente dramatizado.
—¿Por qué me dices eso? ¿Están peleados?
—Mira, te contaré —me acomodé mejor en el sillón, como si ella estuviera frente mío—. Una amiga me llamó, ya que está pasando por problemas...
—¿La conozco? —preguntó interrumpiendo.
—¡No me interrumpas! Y no, no la conoces —exclamé. No es bonito que estés contando tus cosas a alquilen y que te interrumpa con una pregunta irrelevante—. Bueno, la cosa es que me quedé mucho rato ahí. Y Avan estaba molestando y molestando llamándome y mandándome mensajes. No recuerdo si le dije que parara o no, pero algo le dije. Que yo recuerde le dije que estaba ocupada. Pero él seguía y seguía insistiendo. ¡Me llamó 53 veces!
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Psicodelia: Dueños Del Delirio. #PGP2024
عاطفية«Avan no podrá ver los demonios que creó en la cabeza de Valerie». Ella es una alcohólica. Él es un adicto. Valerie y Avan. Dos almas tormentosas, llenas de fastidios y rencores creados por ellos mismos y sus adicciones. Pero, gracias a s...