Valerie.
El día despertó un poco caluroso. Mis axilas estaban un poco húmedas al igual que mi espalda.
Quise reivindicarme. Reiniciar otra vez.
Me levanté a duras penas de la cama que me atraía hacia ella como un imán.
Inconscientemente, ya estaba en la cama.
No recuerdo cuándo ni cómo terminé volviendo a la cama para volver a dormir. Nuevamente me desperté 1 hora más tarde, ya sin ganas de seguir durmiendo.
Caminé hacia el lavabo. Y me miré al espejo; cada vez que me miro al espejo, recuerdo cuando me miré al espejo después de la noche de la pelea. En ese momento me sentía invalida. Ahora me da gracia.Me levanté de la cama y en ese mismo instante quise volver a entrar en ella y envolverme y revolcarme dentro de las calientes sábanas.
Mis brazos pesaban. Mi espalda estaba encorvada. Y mis ojos no querían abrirse por nada.
Así caminé hasta la cocina.
No quise mirar a la estantería de mis bebidas favoritas. Pues no hoy quería despertar de la manera inequívoca.
Me hice una de esas bebidas que son amargas y de un color oscuro como una noche sin estrellas. Esa bebida que es para despertarte y mantenerte activo durante todo el día, y te deja un sabor amargo en la lengua.
Sí. Me hice un café.Me fijé la hora: Eran las 9:17 de una fría mañana en Inglaterra.
Pues, a pesar que, el día amaneció un poco caluroso, seguía haciendo frío en las turbias mañanas.
El café me hizo inmediatamente efecto, e hizo que mis párpados no fallaran, como tampoco que mis brazos terminen tocando el suelo.
Estaba activa. Mis ojos estaban totalmente abiertos y no querían cerrar.
Me cambié de ropa. Me puse un suéter de lana color gris que me hacía un poco holgado; un pantalón viejo color negro y un par de zapatos deportivos blancos. Aun seguía en arapos.
Fui al micro mercado de la esquina de mi apartamento. Era un micro mercado que siempre abría temprano. No era ni pequeño como tampoco enorme, mas siempre encontrabas lo que quieres. ¿Necesitas leche deslactosada? Ahí la encuentras.
¿Necesitas un postre sin ninguna cantidad de gluten? Ahí hay unos deliciosos postres.—Buenos días —saludé a la cajera que habitualmente atiende. Era una chica de aproximadamente 25 años. Menuda y trigueña, con unos ojos carentes de tristeza y una mirada risueña. Con el pelo rizado de un color negro oscuro como mi café. Sus ojos eran color plomos claros y tenía una figura delgada. Esa chica podría ser modelo en vez de estar atendiendo a gente que es todo lo contrario a ella.
Ella me respondió el saludo muy gentil.Me compré algunas cosas para el desayuno. Tenía hambre.
Alcé un carrito pequeño y coloqué mis cosas ahí.
Fui al sector de comida congelada. El frío hizo que extrañase mi cama nuevamente. Me froté los brazos con fuerza para calentarme un poco. Me apresuré al buscar tocino y jamón.Compré leche deslactosada. Al parecer, soy intolerante a la lactosa, y eso me pone triste por que amo la leche. Al parecer, así que, por el momento no hay problema.
Lo que formaba parte del contenido de mi carrito era un jugo de mandarina, dos paquetes de tocino, dos leches deslactosadas, medio kilo de jamón, y huevos.
Cuando la trigueña cajera estaba anotando en su caja registradora mis abarrotes, recibí una llamada.
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Psicodelia: Dueños Del Delirio. #PGP2024
Romance«Avan no podrá ver los demonios que creó en la cabeza de Valerie». Ella es una alcohólica. Él es un adicto. Valerie y Avan. Dos almas tormentosas, llenas de fastidios y rencores creados por ellos mismos y sus adicciones. Pero, gracias a s...