— ¿Sigues jugando a ser un pequeño empresario? Ya no eres un niño, tienes que poner los pies sobre la tierra, dejar de vagar por el mundo persiguiendo sueños y metas inalcanzables. Nadie en su sano juicio patrocinará uno de tus proyectos mágicamente y te volverás millonario.
El castaño sabía que sus palabras estaban entrando por un oído y saliendo por el otro pero, no iba a dejar nunca de velar por el bienestar de su hermano. Negó con la cabeza viendo como el rubio estaba tan centrado en su computador que no le prestaba atención a nada más. Sus dedos se movían rítmicamente y el sonido de las teclas entonaban su típica melodía, porque sí, para Taemin, el sonido del teclado cuando su pequeño hermano trabajaba era la melodía más relajante.
Limpió con una servilleta las gotas que escurrían por la taza humeante y la colocó justo arriba del teclado, en su lado derecho. Era el único lugar que le aseguraba que en algún momento él tomaría la bebida, de lo contrario, si la dejaba en cualquier otro sitio, él no haría ni siquiera el intento de moverse y allí la dejaría, sin acordarse al menos de ello.
— Jimin, debes centrarte y te lo digo de todo corazón. Sabes que para mí eres como un hermano menor desde el momento en que nuestros caminos se cruzaron en aquel diabólico orfanato. Siempre te voy apoyar y seguiré escuchando con atención cada locura que me dices. Sin embargo, no puedes vivir solamente de esto, deberías buscar un trabajo estable mientras tanto y en tus tiempos libres dedicarte a lo que sea que estés organizando ahora.
— Créeme cuando te digo que la aplicación que estoy desarrollando ahora será un gran éxito. Cualquier persona o empresa desearía contar con una seguridad tan firme, asequible e infalible a su mano. — Lo miró con una sonrisa buscando que su hermano se dejara de preocupar. Miró su vieja taza que contenía sus tres colores favoritos, — Naranja, azul y negro como aquella camiseta que recibió de niño — misma que conservaba desde su adolescencia y sonrió.— ¿Cuándo piensas deshacerte de esto? Ya sabes que no necesitas dejarla ocupando espacio en tu casa.
— Por dios, que una taza no añadirá ni quitará más reguero con todo lo que tengo aquí. Además, sé que aunque digas eso, adoras beber en ella porque siempre que vienes, ese es el único recipiente para bebida que usas. — Se cruzó de brazos y lo miró fijamente. — ¡Bebe!
Sin rechistar, tomó un sorbo de su té de frutos rojos y lo saboreó, dejando escapar un gemido de complacencia. Eso era justo lo que necesitaba para continuar su faena de programación. Un té bien caliente con un poco de jengibre que calentara su cuerpo en ese frío marzo. Si alguien lo conocía aunque fuera un poco, ese era Lee Taemin.
— Como siempre, exquisito...
— Sí, exquisito. — Volvió a cruzar sus brazos y se quedó mirándolo fijamente, de tal forma que el menor se vio obligado a mirarlo nuevamente. — ¿No me piensas contar?
— ¿Contar qué precisamente? — Sabía a lo que se refería pero no deseaba entrar en detalles.
— Lo que haces aquí en mi casa un día entre semana. A ver, sabes que puedes quedarte aquí siempre que quieras, este jamás dejará de ser nuestro apartamento. Tu cuarto sigue intacto y no lo he compartido con nadie más pero...
— ¿Te incomodo? Si tienes planes o te molesto puedo irme.
— No seas tan zoquete, idiota. Sabes que no es eso. Tú tienes obligaciones Park, tienes tu casa y no es normal que vengas así sin más a decirme que te quedarás una semana cuando a veces tengo que rogarte un mes entero para que te quedes una noche viendo películas. — Se sentó en una esquina de la cama que quedaba atrás y giró su silla obligándolo a mirarle. — ¿Pelearon?
— Eso no es novedad, pero no quiero hablar del tema, por favor.
Taemin levantó las manos en son de paz y asintió. — De acuerdo, no preguntaré nada más o bueno, sí, una cosa más. — El rubio volteó sus ojos hacia arriba dejando escapar un suspiro. — ¿Qué te parece si mañana quedamos con Yoongi, Jongi y Hoseok? Ya que estarás aquí podremos reunirnos para recordar viejos tiempos, es viernes así que de nosotros nadie trabaja el sábado.
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Dr. Control - NamMin
FanfictionKim Namjoon es un joven empresario coreano , desconfiado, apuesto y exitoso internacionalmente que radica en Munich, Alemania. Es un hombre que le gusta tener el control sobre todo y aunque nadie lo menciona en su presencia, ha sido apodado por sus...