Capítulo 73

4.9K 621 330
                                    

— Señor Kim, ha venido una señora que desea hablar con ustedes, dice que es la madre del señor Park. — Informó en el instante que Jimin se acercaba. — Se encuentra esperando en la sala.

— Gracias por avisar, iré de inmediato. — La mujer asintió en respuesta. — ¿Mila ya se despertó?

— Sí señor, desayunó y está viendo el televisor en su cuarto como cada sábado.

— De acuerdo, eso es todo. — La mujer se alejó y el peligris frotó sus sienes para intentar calmar el estrés que le provocó la presencia de la señora Ha.

— Esto es algo que debo hacer yo, — habló Jimin a su espalda sorprendiéndolo — seré rápido así que ve a decirle a Mila que vamos a salir.

Su pareja no dijo nada más, solo le dio un beso en la frente y se dirigió a la habitación de la menor mientras que Jimin peinaba su cabello con las manos y caminaba hacia la sala para ver a la mujer que decía ser su madre.

— ¡Hijo! — Exclamó la señora y Jimin rodó sus ojos ante esto. — Jin, perdona que venga a tu casa sin avisar pero necesitamos hablar. He estado esperando tu llamada pero...

— Jimin, mi nombre es Jimin. — Interrumpió indicándole que se volviera a sentar. — ¿Ha venido a decirme la verdad o es otra de tus historia para intentar agradarme y hacer negocios con mi pareja?

Sunhyo hizo ademán de abrir la boca varias veces pero terminó sin decir nada. Se acomodó en el asiento con exagerada elegancia y tras acomodar su cabello, miró a su hijo. Apacible, el menor estaba cruzado de piernas, estudiando cada gesto y mirada de la mujer. La vio sacar lo que parecían ser documentos y ponerlos a un lado.

— De acuerdo, Jimin, hablemos sin máscaras.

— Así me gusta, ahora sí podemos hablar. — Respondió enarcando las cejas de la misma forma en que aquella mujer lo hacía.

Al parecer, este era uno de los gestos que tanto Sungwoon como él, heredaron de ella. Podía ver el parecido, no era ciego. Su hermano y él tenían los labios de esa mujer también la manía de tocar sus cabellos constantemente. Quizás habían muchas cosas pero no le interesaba profundizar en ello.

— Comenzaré por tu creación, supongo que es algo mereces saber. Conocí al papá de Sungwoon siendo muy joven y me costó mucho asegurarme un lugar en su familia, por eso quedé embarazada de mi primer hijo. — ¿Por qué aquello no le sorprendía? — Como debes saber me casé con él por conveniencia, no porque lo amaba, Sungwoon fue una vía para asegurar mi lugar pero a su vez, lo único que sinceramente he amado.

Tal parecía que estaba destinado a encontrarse con mujeres que no estaban hechas para ser madres, mujeres que carecían de muchos escrúpulos. Quizás no fue tan malo crecer sin ella aunque lloró por eso infinidades de veces. Quería conocerla, saber los motivos de su existencia pero ahora que la veía se daba cuenta que lo mejor fue no haber vivido con ella. Podía haber sido tratado como Mila por Rosé, recibiendo más daño emocional que amor filial.

— Pero no solo soy madre también soy mujer y habían ciertas necesidades que mi esposo no cumplía. — De acuerdo, esos eran detalles que no le interesaban saber pero no se inmutó para decirle algo, permitiéndole continuar. — Conocí a este hombre que lucía como un actor en un viaje a Saipán que mi esposo me regaló y pues sabrás lo que pasó. Resultó siendo que ese hombre no era más que un camarero del hotel donde me quedaba.

— Supongo que no ibas a arriesgar tu matrimonio por un desliz con un camarero que no te podría proporcionar los mismos beneficios que el presidente del Grupo Ha. Entiendo.

— El aborto es ilegal en Corea del Sur por lo que decidí irme de Seúl durante el tiempo de mi embarazo para que nadie lo notase, con el pretexto de que estaría prestando ayuda solidaria fuera del país. Te di a luz en Busan pero no podía simplemente dejarte en un hospital, así que te llevé a la puerta de un orfanato porque ahí te cuidarían, tendría un techo y comida. No sé cómo llegaste a Seúl, de hecho, no sé de ti más de lo que mi Sungwoon me contó durante sus investigaciones hasta que lo mandé a detenerse.

Dr. Control - NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora