Le costó reunir el valor suficiente para dirigirse a ese lugar aún sabiendo lo que Namjoon iba a estar haciendo si estaba allí, siendo consciente de que este no quería hablar con él. Le estaba costando mantenerse fuerte porque una parte aún se sentía culpable. La otra, aunque quizás sin razón, estaba molesta y decepcionada sin entender cómo no le daba siquiera la oportunidad para hablarle aunque después lo sacara permanentemente de su vida.
Estaban ahí, donde todo empezó a un día del segundo aniversario de haberse conocido. El mes de marzo ya los había alcanzado y desde diciembre todo lo que alguna vez tuvieron quedó en un punto muerto, terminó y no de la mejor manera.
Sus ojos se encontraron, su mirada era fría y distante mas no impidió que su corazón se acelerara como un adolescente frente a su primer amor. Su crudo semblante creaba en él una latente necesidad de acariciarlo, abrazarlo.
— Creo que fui muy claro contigo meses atrás, no sé por qué me estás haciendo malgastar saliva con algo ya clarificado. Voy a ignorar que acabas de irrumpir sin permiso y te pediré que te marches educadamente. — Tan intransigente como siempre pronunció sus palabras.
— Por favor, solamente dame la oportunidad de hablar. Diez minutos es lo único que te pido luego podrás decirme o hacer lo que desees, me marcharé de este lugar, de tu empresa, de tu vida si así lo quieres pero, escúchame. Solo eso te pido.
Namjoon cerró sus ojos canalizando sus pensamientos y sentimiento, presionando con una mano la silla antes preparada para su cliente mientras con la otra peinaba su cabello. Sinceramente, todavía no estaba dispuesto hablar, verdaderamente, no quería hacerlo. No quería escucharlo decir cualquier tontería y terminar sucumbiendo al poder de su mirada, de su existencia.
Porque ese hombre parado frente a él era hermosura pura. Alguien que podía convertir al mundo entero en bisexual ya fuera hombre o mujer, casado, soltero y con cualquier preferencia... Ver a Jimin era caer rendido a sus pies. Así como cayó él desde el momento en punto que vio sus fotos y leyó su correo, principalmente esto último, su atrevimiento, el mismo que tuvo al aparecerse ahí.
Tenía que admitir que aunque su hermosura lo cautivó momentáneamente, fue su forma tan fresca de dirigirse a él lo que llamó su atención, lo que hizo que agendara una cita para conocerlo pronto. La destreza con la que a pesar de su nerviosismo le plantó una idea tan limpia, haciendo un trabajo exquisitamente impecable, bien estructurado y llamativo lo llevó a apreciar su magnífica inteligencia y destreza. Su carácter a la hora de enfrentarlo en su oficina el primer día sin importarle que el fuese el presidente de la empresa.
Embriaguez de pensamientos y deseos lascivos que despertó en él con solamente una mirada. Esas pequeñas facetas que fue conociendo en los meses previos a su reencuentro y todas las otras que aparecieron fuera de las paredes donde ahora se encontraban.
—Jimin, lo repetiré una vez más. No sé qué estás haciendo aquí sin mi autorización pero debes marcharte. Tengo un cliente que atender, no puedes llegar sin más y... ¿Qué haces? — Cuestionó atónito al ver como este se iba desvistiendo, con la mirada fija en él dejando de lado cualquier rastro de pudor, serio pero, a la vez contenía un deje de seducción que mantenía los ojos del mayor centrados en él. — ¡Vístete!
— ¿No puedes hablar conmigo porque has perdido un cliente? — Abrió sus brazos aceptando este hecho. — Eso lo podemos resolver, seré tu cliente y te pagaré el doble. ¿Necesitas liberar tu frustración? ¡Perfecto! Pues ven y hazlo conmigo, puedes hacerme lo que desees y después me vas a escuchar. Vuélvete el Doctor Control que necesitas ser para permitirme conversar con Kim Namjoon, el hombre que fue mi pareja y aunque no crea, amo.
— Estás perdiendo la cabeza. — Le arrojó la ropa para que se cubriera. — Si realmente piensas que esta es la mierda que necesito de ti estás demostrando que de mí no conoces absolutamente nada.
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Dr. Control - NamMin
FanfictionKim Namjoon es un joven empresario coreano , desconfiado, apuesto y exitoso internacionalmente que radica en Munich, Alemania. Es un hombre que le gusta tener el control sobre todo y aunque nadie lo menciona en su presencia, ha sido apodado por sus...