Nunca fue un amante de los vuelos de larga duración por lo que no brincaba de felicidad por viajar casi doce horas, no importaba que estuviera en la primera clase de una de las mejores aerolíneas del mundo. Ese asiento de Lufthansa por muy cómodo que fuera, no le ayudaba siquiera a conciliar el sueño. Su última noche en Munich estuvo cargada de emociones y pensamientos que no le permitieron dormir. No pudo dejar de pensar en Jimin desde el momento que recibió su llamada.
La conversación con Hoseok quien lo acompañó durante varias horas en su apartamento después de llamar por auxilio tampoco surtió mucho efecto aunque pudo reír y por segundos quitar de su mente a ese hombre que volvía a desestabilizarlo con sola una marcación numérica.
Era medio día en algún lugar del océano atlántico, cinco horas desde el despegue de su avión y seguía sin poder dormir o al menos parar de pensar en Park. ¿En qué punto de su vida había jodido exactamente aquella relación? Podía ser desde el comienzo pero ahora, de nada le servía seguir martirizándose por ello.
— ¿Desearían algo para su almuerzo? Nuestro servicio de restaurante en Lufthansa Business Class está a disposición de nuestros viajeros. ¡Exclusividad por tradición, excelencia por pasión! — Tanto Yoongi como su acompañante rodaron sus ojos al escuchar como la asistente de vuelo recitaba incluso el lema de la aerolínea.
No necesitaban observarla detalladamente para notar que se encontraba nerviosa. No era nueva ya que nunca colocaban a nuevas azafatas a tratar con los pasajeros de primera clase, la chica en realidad no podía disimular su emoción por la persona sentada en el asiento colindante al de Min.
— Pueden escoger a su preferencia en el menú que les aparece en la pantalla de su asiento. Contamos con comidas especiales para todos los gustos.
— Gracias por la información, señorita. — Sonrió el hombre de azabache cabellera. — Le dejaremos saber cuando necesitemos de sus servicios.
— Como usted desee señor Jeon. Es un placer para mí ser su auxiliar de vuelo personal. — Por cuestiones de privacidad, etiqueta y profesionalismo, estaba estrictamente prohibido que, fuera quien fuese, el personal hablara más allá de lo necesario con quienes se encontraban a bordo. Sin embargo, la chica que desde antes del despegue se había hecho cargo de los abrigos de ambos, les había servido una bebida de bienvenida y les permitía conocer en ese momento la oferta culinaria, parecía no haber recibido el memorándum o quizás se había olvidado del mismo en el momento que vio ante ella al famoso modelo y empresario Jeon Jungkook. — Estaré a su disposición durante todo el vuelo.
— Puede retirarse. — Comentó Yoongi aturdido por su incómoda voz. La vio sonreír disimulando su vergüenza y la siguió con la vista hasta que desapareció de su radar personal. — Esa mujer un poco más y se derrite frente a ti, que insoportable actuación la suya.
— ¿Estás celoso Min? — Sonrió divertido frente a su casi siempre gruñón acompañante.
— No me hagas reír, Jeon. Creo que ambos sabemos que eso no funciona entre nosotros. Yo no te celo, tienes la libertad de estar con quien quieras.
— Así lo decidiste y te lo agradezco pero yo no accedí a eso. Espero que tengas claro que me perteneces en tu totalidad Min Yoongi. Tu cuerpo, tu carrera, tu vida... — Tomó la revista que tenía en la mano y la agitó. — ¿No me veo maravilloso en esta portada? — Sonrió. — Recuérdalo para la próxima vez que se te ocurra envolverte con una ex pareja. Espero que esta vez te hayas despedido de Park Jimin de una buena vez.
Perplejo y algo molesto, Yoongi se volteó para observarlo. Puso sus piernas a cada lado de su asiento plegado y le arrebató la revista de la mano.
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Dr. Control - NamMin
FanfictionKim Namjoon es un joven empresario coreano , desconfiado, apuesto y exitoso internacionalmente que radica en Munich, Alemania. Es un hombre que le gusta tener el control sobre todo y aunque nadie lo menciona en su presencia, ha sido apodado por sus...