Capítulo 16

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Existen momentos trascendentales de la vida que por muy esporádicos y fugaces que sean quedan marcados en la mente e incluso alma de los seres humanos. Momentos que por casualidad se vivieron, otros que quizás se planifican para una vez y terminan siendo invisibles tatuajes permanentes que sin importar cuanto tiempo pase, se vuelve a recordar el día menos esperado, sacando lo mismo la más amplia sonrisa que la lágrima más dolorosa. Recuerdos positivos, otros que incluso son tan lacerantes que ni siquiera se desea mantenerlos en la memoria pero están ahí, latentes como si hubiese ocurrido pocas horas antes.

Es tal vez por esto que dicen que mientras existan amor y recuerdos, ninguna muerte era verdadera. Mientras existiera un solo recuerdo, ya fuera el lugar, momento o persona, viviría perpetuamente. esto era algo que principalmente Namjoon evitaba porque, los viajes al pasado y los recuerdos nunca eran buenos, menos cuando en ocasiones se estaba molesto o deprimido.

No obstante, en él se mantenían latente muchos momentos de su pasado, siendo el creado durante todo un año, mismo que se había acabado seis meses atrás, el principal de todos en las últimas semanas. Pensó que mientras más pasasen los días más libre estaría de aquellas imágenes, de aquellas extrañas sensaciones que vivió y experimentó por primera vez en su más de tres décadas de vida. Sin embargo, no pudo estar más equivocado. Mientras más pasaba el tiempo, más recordaba, anhelaba e incluso extrañaba esos momentos al lado de aquel desconocido que un día llegó a su correo electrónico.

Ese hombre había estado implícito en su cabeza en algunas ocasiones, en otras se manifestaba tentándole para hacer cosas a las que su conciencia se negaba rotundamente. Muchas veces pensó en averiguar de su persona, mandarlo a averiguar o incluso rastrearlo con ayuda de los informáticos de su empresa. Podía ser ilegal ya que no existía absolutamente nada que justificara ese acto, mas muchas veces pensó seriamente en pasarse eso por alto. Deseaba saber al menos el nombre de aquel joven rubio que había removido tantas cosas en él.

Tras el cese de sus sesiones todo ligeramente volvió a la normalidad, su rutina permaneció tan intacta e impecable como toda su vida antes de que este se apareciera en ella. Retomó más sesiones tomando no solamente el número de clientes que aceptaba antes de mermarlos por estar más concentrado en esa única sesión que se daba el último viernes de cada mes, sino que también aceptó solicitudes de más. El por qué de esto estaba claro, deseaba desvanecer todo rastro de aquella desconocida presencia, llenar el vacío de esos momentos con algo más. Él no podía ser el único que pudiera ofrecerle y hacerle vivir aquellas cosas que fugazmente experimentó. Aún consciente de que había pasado treinta años de su vida sin experimentarlo.

No necesitaba ese tipo de desestabilizaciones en su vida, no quería o sentía necesidad de vivir aquello nuevamente con alguien más o con el mismo chico, solamente quería olvidar, omitir ese desliz cometido. No era fácil, continuamente invadía su mente haciendo estragos, a veces incluso lograba perturbarlo desguazando completamente su concentración en sus largas horas de trabajo.

Fue quizás por esto que ver al causante del quiebre de su equilibrio frente a él, en su empresa, como si hubiese aparecido por arte de magia o por los milagros de un hada madrina, lo había desestabilizado de tal manera.

Estuvo en control de su persona aunque por un momento sus palabras y raciocinio huyeron despavorido cuando reconoció el pulcro y atractivo rostro que aguardaba por él en la sala de reuniones. Su imagen era tan madura y diferente utilizando aquel traje negro entallado, peinado cuidadosamente hacia atrás y sin ese aire juvenil que casi siempre desprendía cuando iba a su encuentro. No podía negar un hecho y era que este lucía verdaderamente atractivo e incluso podía agregarle el adjetivo de hermoso sin que se sintiera sobrecargado.

— Es un placer tenerlo aquí en KNJ Enterprises. Puede empezar cuando quiera. — Logró decir luego de recuperarse del shock recibido al verlo frente a él.

Dr. Control - NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora