Estuvo todo el camino sonriente, no estaba pensando en ese momento en nada con exactitud pero por alguna razón se sentía alegre, extrañamente estaba contento. Era un sentimiento un tanto desconocido porque no hubieron muchos momentos en su vida que detonaran su sonrisa. Estuvo agradecido, aliviado e incluso algo alegre cuando conoció a sus abuelos, las veces que vio a Soobin graduarse siempre sonrió y el menor se las arreglaba para hacerlo sonreír pero ninguna de esas sensaciones se acercaban a la que estaba sintiendo en ese momento. No dejaba de ser confuso pero agradable a la misma vez.
Introdujo con tranquilidad la contraseña, anhelando un baño, una revitalizadora copa de vino mientras consultaba sus correos e irse a dormir. La jornada del día siguiente no sería fácil y necesitaba estar concentrado y repuesto para enfrentarla. La puerta se abrió dándole paso a la calma de su casa que lo invadió, al menos por cortos segundos. Las luces se encendieron y de la nada Soobin junto a Taehyung salieron cantándole felicidades. Al comienzo rodó sus ojos pero terminó con una sonrisa permitiendo que su hermano lo besara a su antojo por todo su rostro.
Si era sincero debía admitir que había olvidado completamente su cumpleaños. Recordó como hacía algunas semanas Jackson le preguntó sobre qué deseaba hacer para esa fecha pero como nunca lo celebraba, terminaba siendo como un día cualquiera donde las mismas tres personas siempre lo felicitaban, aunque recibía postales, flores y regalos de personas que no recordaba o conocía en lo absoluto.
— Ya detente, es suficiente. — Se quejó alejándolo reprendiéndolo con la mirada al igual que a su amigo. — ¿Sabiendo que odio estas cosas te prestaste para esto?
Taehyung simplemente se encogió de hombros asintiendo, no estaba en sus planes pero se dejó arrastrar por el entusiasmo del menor sabiendo aún que ambos podían ganarse una gran reprimenda. Eso era preferible que tener que llegar a su casa una vez más sin Hoseok, se sentía sola y vacía. Una parte de él comenzaba a entender a su esposo puesto que ahora que él intentaba hacer tiempo para ambos era el otro quien no parecía interesado en ello. Namjoon con vista larga notó que el menor no se encontraba bien y aún así estaba allí conociéndolo, eso era sinónimo de que necesitaba desahogarse con alguien o al menos estar en compañía de alguien más.
— ¡Hyung, feliz cumpleaños! — Exclamó Soobin entregándole una pequeña bolsa llevándolo hacia el sofá. — ¡Ábrelo! Sé que te gustará aunque odies los regalos. — Animó deseando ver su expresión.
"Pasan los años y continúas siendo el hyung más especial de todos. Contigo siempre seré un niño mimado pero quiero agradecerte por hacer de mí el hombre que hoy soy. Sé que eres mi hermano pero quiero que sepas que significas mucho más, eres mi padre y madre, la persona que más admiro y amo. Gracias a ti conozco el calor de una verdadera familia pese a tu carácter, porque para mí siempre has sido todo lo que he necesitado en cada momento. Un confidente, amigo y consejero, eres todo para mí y anota la fecha porque no pienso decírtelo seguido. ¡Te amo!"
Giró la postal que tenía en sus manos viendo una foto de ambos y rió conmovido al verla. Fue el día de la graduación de su hermano cuando este lo obligó no solo a tomarse una foto sino también a sonreír en ella. Había estado tan molesto porque su madre no podía sacar treinta minutos de su día con antelación para ir a la graduación de su hijo menor. Tenía tiempo para encontrarse con personas a las que poco le importaban su vida, sino los cheques que pudieran intercambiar pero eso siempre era más importante que todos. Nunca le exigió o pidió nada para él pero que incluso con Soobin fuese tan desalmada, lo lastimaba mucho más de lo que sus desplantes le causaron en la niñez.
Su hermanito no decía nada pero viendo como todos los padres se encontraban abrazando y felicitando a sus hijos, no era un secreto que cada vez que miraba sobre su hombro era en busca de alguno de sus padres que jamás aparecieron a ningún evento durante todos sus años de estudiante, ni siquiera a su graduación. Ese día Jungkook también apareció a último momento con un ramo de flores, un cheque que le entregó con un escueto "Felicidades" y tras alborotar su cabello se desapareció con quien fuera que hubiese estado esperando en su vehículo. Fue un avance verlo aparecer pero aún así, no pudo evitar sentir rabia hacia toda esa gente que supuestamente era familia.
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Dr. Control - NamMin
FanfictionKim Namjoon es un joven empresario coreano , desconfiado, apuesto y exitoso internacionalmente que radica en Munich, Alemania. Es un hombre que le gusta tener el control sobre todo y aunque nadie lo menciona en su presencia, ha sido apodado por sus...