Nace una estrella (1)

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-¡Gracias, México! Son un público maravilloso, ¡los amo!- gritaba eufórico Aristóteles Córcega. Este era su primer concierto en el Auditorio Nacional después de una gran gira con llenos totales alrededor del mundo.

Salió del escenario y tomó de un solo trago toda una botella de agua. Le pasaron una toalla y se secó el sudor.

-Aristóteles, bien hecho. Tu camioneta está afuera, te llevará directo a tu hotel, te necesito descansado y fresco para mañana que será día de entrevistas.- Su manager caminaba a su lado dando todas esas instrucciones.

-Si, si, yo me voy a mi hotel. Gracias. Nos vemos mañana temprano.- se despidió.

Sin embargo, él tenía otros planes. La adrenalina no había salido de su cuerpo y sabía que si se iba a su cuarto en el hotel se sentiría como león enjaulado.

-Javier... ¿conoces algún bar por aquí? No sé, algo locochón.

-No, no, Aris... y tengo instrucciones estrictas de ir directo al hotel, lo siento.

-¿En el hotel hay bar?

-Creo que si... o bueno, acá entre nos... a lado del hotel, hay un bar muy famoso y muy bueno.- carraspeó - Me han contado... se llama El 33... y cuentan que la puerta trasera conecta al jardín del hotel, así podemos evitar algún tipo de escándalo y caminar de más; puedo dejarte en la puerta, dejar la camioneta en el hotel y pasar por ti a la hora que me digas.

-¡Ya estás! Tenemos un plan.

Salió de la camioneta lo más discreto que pudo y llegó a la entrada. El cadenero no lo reconoció y se sintió aliviado, quería una noche para él, nada de fotos ni autógrafos. Pero al dar dos pasos alguien lo reconoció.

-¡Aristóteles Córcega! ¿Realmente eres tú? Digo, usted...- un muchachito se le acercó.

-Hola... si, soy yo...

-Pasa, pasa... pide lo que quieras de tomar, la casa invita, ven, te llevaré a esta parte de la barra para que nadie te moleste.

-Gracias, supongo.- y se dejó arrastrar por Diego.

-¿Qué toma, señor Córcega?

-Una cerveza, por favor... y dime Aris.

-¡Claro! ¡Ehh Lota, un tequila y una cerveza para mi amigo Aris! Tienes suerte, hoy se presenta alguien especial, te va a encantar, yo lo sé.

-¿Presentar?

-Si, si, tú espera y verás.

Aristóteles no alcanzó a comprender pero se dispuso a disfrutar, por lo menos ahí nadie sabía quién era o no le prestaban atención, eso lo relajaba.

De pronto las luces se volvieron tenues, enfocando al escenario de donde salió una chica muy bonita.

-Se llama Yolotl, pero le gusta que le digamos Yolo... canta precioso, de seguro te impresionará.- Dijo Diego y Carlota, que se había acercado a ellos, asintió con entusiasmo.

Cause you only need the light when it's burning low
Only miss the sun when it starts to snow
Only know you love her when you let her go
Only know you've been high when you're feeling low
Only hate the road when you're missing home
Only know you love her when you let her go

La voz de la chica era bastante bonita y de pronto Aris vio una lágrima en el rostro de ella.

-¿Está bien?- No pudo evitar preguntar

-Si, si, es parte del show... y de ella. Pero todo está bien.

-No te preocupes, ella estará bien.- sonrío Lota.

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