Amor en cuatro estaciones: verano

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Pero la fuerza del destino Nos hizo repetir Dos cines y un par de conciertos Y empezamos a salir Tu corazón fue lo que me Acabó de enamorar

-¡Adivina quien me comenzó a seguir en Instagram!

-Hola Yolo, yo estoy bien, gracias por preguntar... me rindo, no sé quien te comenzó a seguir en Insta.

-Como eres gracioso... pero bueno, ni te la esperas ¡Ricardo, el amigo de Cuauhtémoc! ¿No es asombroso? Es decir, han pasado como dos meses desde aquella noche...

-¡Vaya! Por lo menos una victoria entre tantas desgracias... de seguro le gustaste y por eso te buscó.

-No creo, solo es un follow, nada especial. Bueno, vamos a la escuela, ya es el último día antes de las vacaciones.

-Vamos, te juro que eso es lo único que me emociona en estos momentos. Necesito un descanso de las clases...

Ari se sentía extraño y no entendía porqué, pero el sentimiento le duró todo el día. A la salida de la escuela, llegó Rafael con Yolo y Ari.

-¡Hola! Último día de clases... deberíamos festejar o algo ¿no creen? Algo tranqui como ir al cine o por un café ¿qué dicen? ¿vamos?

-¡Vamos! Bueno, sólo hay que cambiarnos de ropa, por fa. Odio salir con el uniforme.- dijo Yolo- ¿Vienes primo?

Aunque Ari no estaba del todo convencido, accedió. Los dos fueron al edificio, comieron algo con sus familias y se cambiaron. En una hora se reunieron con Rafael en la panadería.

Fueron al centro comercial más cercano. Yolo y Rafael fueron a comprar los boletos, mientras que Ari se sentó en una banca, perdido en varios pensamientos. De pronto volteó a su derecha y ahí estaba tan guapo como la primera noche que lo vió. Temo iba con unos amigos, estaban debatiendo acerca de la película que verían.

Cuauhtémoc sintió que alguien lo observaba y al voltear se encontró con aquellos rizos que le habían robado el corazón. Sonrió ¿qué probabilidad había de estar en el mismo lugar de nuevo?

Sin pensarlo, dejó de lado a sus amigos y su pequeña discusión y fue a saludarlo. Ari se paró en cuanto vio que Temo caminar hacia él. Sin planearlo y por reflejo, abrió los brazos y Temo entró en ellos abrazándolo como si fuera algo que siempre sucediera entre ellos.

-¡Ari! ¡Que gran coincidencia! ¿Vienes con alguien?

-Temo... si, si ha sido una gran coincidencia y si, Yolo y mi amigo Rafael vienen conmigo, fueron a comprar los boletos.

-¡Ooh! Que bien, a Ricardo le gustará saberlo, supongo... ¿Qué película verán? Es que nosotros no podemos decidirnos.

-Veremos la nueva de amor. Ha tenido buenas críticas, así que no nos la queremos perder.

-Si, yo también he visto que ha sido muy recomendada... tal vez le diga a mis amigos que la veamos. ¡Oigan, vengan!- llamó Temo.

A la par que los amigos de este iban hacia ellos, Yolo y Rafael también se acercaron. Ricardo casi se muere de la emoción al ver a la hermosa Yolo.

-¡Está decidido! Nosotros igual veremos esa película.- dijo Ricardo mirándola.

Ella sólo soltó una risita coqueta.

Y así fue, compraron sus boletos y entraron a la función. Estratégicamente, Ari y Temo quedaron juntos, lo mismo Ricardo y Yolo.

A la mitad de la película y sin planearlo, Temo y Ari unieron sus manos. Les costó un poco de trabajo llegar a eso, había dudas, nervios, expectativas, pero al final, se dieron cuenta de que lo que querían era el contacto del otro.

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