Si al final tengo su amor

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No hay imposibles, ya no
Si al final tengo su amor

El 2018 había sido el peor año para Cuauhtémoc López.
Pero para explicar un poco su situación, debo ir un poquito hacia atrás.

↬14 de Febrero↫

Melissa Ibarrola y Cuauhtémoc López eran una pareja de esposos adorable, o eso se veía en la superficie.
La verdad es que Temo guardaba un sin fin de secretos incluso de su bella esposa, a quien tenía miedo de lastimar, pues ella siempre le había dado lo mejor que tenía y no se merecía a alguien como él.

Pero algunas cosas simplemente no pueden quedarse dentro de uno y tarde o temprano, como bomba, estalla en el momento menos indicado.

Meli y Temo habían salido a cenar para festejar aquella fecha. Le habían pedido a Julio, el hermano de Temo, que cuidara de sus hijos mientras tanto.

En realidad no había sido tan malo, habían reído y disfrutado de la comida y el vino; pero como siempre le pasaba, después de una placentera carcajada, la angustia y culpa le llenaban el pecho al mismo tiempo que lo hacían sentir vacío.

Así que cuando menos lo pensó y esperó, su boca lo sacó, casi vomitándolo.

-Y, ¿qué querrás de postre, mi amor? - preguntaba ella, felizmente, viendo el menú.

-Yo... yo... yo no sé lo que quiero... - le contestó él, bajando el mismo menú súbitamente. -No, ¿sabes qué? En realidad si sé lo que quiero. -agarró la mano de su esposa para llamar su atención; ella, por supuesto, creía que aquello iría por el lado romántico, hasta que escuchó lo siguiente -Quiero el divorcio...

↬•↫

Obviamente, la romántica cena había acabado ahí.
Las lágrimas y la confusión inundaron a Melissa y de nuevo la frustración y culpa a Temo.

Las palabras antes dichas iban y venían en su cabeza sin tregua: soy gay; nada de esto es tu culpa, has sido mi mejor amiga y esposa durante años; yo te amo y amo a los niños; no seré un mal padre...

Pero sabía que nada de lo que le dijera compensaría el dolor o el posible enojo que crecería dentro de ella.

Así que cuando llegaron a su casa, se despidieron de Julio, quien ya había dormido a los niños, y sin decir nada más, Meli se fue a dormir.

A la mañana siguiente, la tristeza seguía presente, pero después de dejar a los niños en la escuela, lo volvieron a hablar.

-¿Desde cuándo lo sabes?

-Desde... creo que casi siempre... perdóname.

-Dios... los niños... tenemos que decirles la verdad. -Temo comenzó a llorar, nunca en su vida había querido hacerle daño a nadie, mucho menos a esas tres personas que amaba con todo su corazón. -Tem... Cuauhtémoc... no llores, yo...- la chica tragó saliva con dificultad, pues había un nudo en su garganta que no la dejaba hablar -Yo te amo... y te apoyo.

Seis palabras bastaron para darle algo de esperanza y saber que, aunque iba a ser difícil, Melissa Ibarrola sería para siempre su aliada y amiga.

↬Abril↫

Habían pasado ya dos meses desde aquella plática y lo que siguió fue difícil pero su familia no lo abandonó ni un segundo.

El proceso de divorcio fue triste, pero no una guerra; Meli lo ayudó y apoyó en todo.
Sus hijos lo entendieron, pues habían sido educados para tener una mente abierta y empática que puso por delante el amor que le tenían a su padre.
Aún así, sufrieron algo de bullying por parte de sus compañeros, pues no todos somos educados iguales. Entonces, Meli tuvo que ir a ponerles un alto y crear cierta consciencia en la escuela para prevenir el acoso escolar de cualquier alumno.

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