Una nueva vida: final

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Te busqué en la Luna
de mi retrovisor
pero habías tomado otra dirección
Y te busqué en el cielo
con crono visor
mientras escapabas
a nuestra dimensión
Te encontré en la puerta
desapareció
la ciudad desierta
el rincón sin voz
Recorrimos calles
de la Luna al Sol
de camino al norte
siento tu calor
Y al besar tu boca
quiero perderme
con tus largos besos
acercarme a ti, juntarte a mi
Todo quiero, todo
comerme tu sonrisa de cristal
regresar a ti
perder para encontrar

PERDIENDO Y GANANDO...

Hay noches que uno quiere atesorar para siempre en su memoria y hay otras que... simplemente quiere olvidar por el resto de la vida.

Para Cuauhtémoc López, fue una de las noches más largas y lentas del mundo.
Se sentía aturdido, confundido, pero eso no importaba en esos momentos. No había tiempo para llorar ni lamentarse

Carolina, por su parte, fue valorizada médicamente; afortunadamente no le había pasado nada, con un poco de medicamento y reposo estaría bien.
Después de eso, Pancho, Checo y ella se fueron a la casa de Yolo para pasar la noche.

Mientras, Temo daba su declaración una y otra vez; su versión de los hechos era lo único que podía ayudar en esa situación. Llegaba y llegaba gente que hacían las mismas preguntas de diferente manera, estaba harto de decir lo mismo y lo mismo.

Nunca en su vida había visto tantas sirenas como esa noche. Entre ambulancias, policías y bomberos, las luces de los vehículos lo tenían hipnotizado y harto.

Fuera como fuera, para bien o para mal, la tragedia ya había pasado.
Ahora era tiempo de hablar con la verdad y afrontar las consecuencias de todo aquello.

¿Alguna vez has sentido el corazón cansado y roto, adolorido?
Así se sentía Temo, después de tantas pérdidas y lágrimas, sentía ya no podía más

↬•↫

Llámalo suerte al hecho de que Carlota Cervantes presenció toda la horrible escena del incendio, así que ella les consiguió un nuevo lugar donde pudieran vivir después de todo esto.
Y llámalo humanidad al hecho de que todo Barra de Navidad se unió para ayudar y colaborar a la buena causa por Temo.

Los bomberos hicieron lo que pudieron, pero no fue suficiente, la casa se perdió en su totalidad.
Increíble pero cierto fue que lo único que sobrevivió a tal tragedia fue un montón de sobres, sí, los mismos sobres que el esposo de Temo había dejado al morir.
Éste los guardo con tanto cariño como recelo. Al parecer, tenía un ángel cuidándolos, uno muy grande.

Sonrió y miró al cielo cuando pensó eso. Y después cayó en cuenta.
Empezar una nueva vida... se dice fácil pero, ¿lo sería?

↬•↫

La sensibilidad estaba a flor de piel en la familia López, pero Checo parecía ser el más afectado de todos.

-¿Sergio? ¿Qué pasa, mi amor?

-Lo perdimos, papá... perdimos todo aquello que era de mi papá... en esa casa estaba su estudio que era su espacio sagrado y ahora ya no está, se ha ido como él se fue, ya no tendremos nada de él.

Por fin, el niño abría sus sentimientos a Temo; por fin, había aprendido cómo hacerlo y había entendido que era lo mejor.

Temo lo abrazó y limpió sus lágrimas.
-Checo, mi amor... ven. No pasa nada. Extrañar a alguien es parte del proceso, pero debes entender que los que se van de alguna o de otra manera, siempre, siempre se quedan junto a nosotros.

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