Y llorar, y llorar, y llorar por él
Y esperar, y esperar, y esperar de pie
En la orilla a que vuelva élEmilio y Joaquín tenían tal vez unos tres años conociéndose y tal vez los mismos tres años de estar enamorados el uno del otro.
Pero sabían que su amor era algo... imposible.Cuando se conocieron, sintieron un pinchazo en el corazón que les anunciaba que entre ellos había algo más que simple simpatía, se atraían, se gustaban pero...
Era difícil decirlo en voz alta porque sabían que los demás no estaban listos para dejar los prejuicios atrás y dejar de señalar a los que pensaban y eran diferentes.
Sólo los mejores amigos de ellos lo sabían y guardan el secreto con tanto amor que ni Emilio conocía los sentimientos de Joaquín ni Joaquín los de Emilio.Para anunciar la llegada del verano, algunos estudiantes de su escuela habían organizado un viaje a la playa.
Emilio y sus amigos estaban emocionados, ¡Claro que irían a aquel viaje! Por nada del mundo se perderían tal diversión.
Por su parte, los amigos de Joaquín tuvieron que batallar un poco para convencerlo de que fueran; le aseguraban una y otra vez que se divertirían como nunca. Tardaron algo, pero al final lo lograron.
↬•↫
Cuando llegaron a la playa, todos los amigos se desperdigaron por ahí, harían actividades diferentes aprovechando el sol, la arena y el buen clima.
-¡Joaco! ¿Tú que harás ahorita?
-Hola, Emilio, yo pensaba ir a pasear por el puerto o algo así.
-¿Quisieras compañía?
-¿Querrías ir conmigo? Es decir, ¿no irías con tus amigos a los juegos extremos y esas cosas?
-Mmm... no se me antoja tanto. Vamos, veamos que encontramos por ahí. -y lo abrazó por los hombros dirigiéndolo hacia la salida del hotel.
↬•↫
Vieron varias cosas en el puerto, había puestos de artesanías y restaurantes; música y personas que iban muy tranquilos caminando por ahí. La vida ahí se vivía bien, al parecer.
En su camino encontraron algo muy curioso.
Iban tranquilos caminando y riendo cuando se toparon con una estatua algo extraña.
Era perfecta, demasiado como para pensar que realmente fue tallada por las manos de alguna persona por más prodigiosa que fuera. El detalle se podía apreciar aún en la distancia; era sin duda, una gran obra de arte.
Pero lo que más los impactó y la razón por la que se sintieron atraídos hacia ella fue que se parecía muchísimo a Joaquín.Era el mismo perfil, las mismas facciones, los mismos labios y manos... era idéntico.
Joaco sintió un ligero escalofrío recorrer su cuerpo, lo cual era muy raro, pues hacía calor, no frío. Pero sin duda, ese fue el efecto que tuvo el 'verse a sí mismo' a través de aquella figura cincelada.
Emilio lo vio reaccionar fascinado para después darle su atención a la figura frente a ellos y entendió un poco lo que su amigo estaba sintiendo; el parecido entre ellos era tan increíble como aterrador.
En esas andaban cuando un hombre de unos 26 años se les acercó; se notaba que era un local porque al verlos se dispuso a contarles la historia de aquella estatua, una historia que sólo la gente de ahí conocía.
-Es impresionante, ¿no? Parece tallada a mano minuciosamente, pero en realidad es un gran regalo de la naturaleza.
-¿Cómo que de la naturaleza? -preguntó con extrañeza y curiosidad Emilio.
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Playlist Aristemo
FanfictionOne shots e historias cortas AU Aristemo inspirados en canciones. 'Dejemos que el destino sea el principal cómplice que nos haga coincidir una y otra vez en cualquier vida, en cualquier galaxia y bajo toda circunstancia.' *Todos los personajes perte...