Triunfos Robados: los nacionales

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But we sure know how to run things
Living in ruins of a palace within my dreams
And you know we're on each other's team

(Pero sabemos cómo hacer que funcionen las cosas
Viviendo en las ruinas de un palacio dentro de mis sueños
Y sabes que estamos en el equipo del otro)

A veces, Aristóteles hacía cosas y ni él mismo entendía el 'porqué'.
A veces se arrepentía, a veces encontraba cosas nuevas, experiencias, personas... estar en un equipo de animadores era una de esas tantas cosas.

La verdad, le gustaba tener un grupo de personas con quienes compartía el gusto por el deporte, el tiempo bailando, los nervios antes de cada presentación...
Aunque no le hacía nada de gracia los dramas, el uniforme con diamantina que llamaba mucho la atención ni que hubiera personas que insultaran a aquel deporte, sólo porque se creían los clichés de las películas.
Una decisión difícil... sopesarla le tomó unos minutos.

-Está bien.- dijo entre dientes –me quedaré.

Yolo soltó un pequeño grito y lo abrazó.
-Te prometo que no te arrepentiras... yo misma recuperaré tu uniforme, no tienes que preocuparte por eso.

-Gracias, supongo.

Entonces, con la convicción de hacer las cosas bien, Yolo y Camila llamaron a sus equipos. Los reunieron en el gimnasio de la escuela de los Aztecas y les contaron todo.
Temo se moría de la vergüenza, pues sabía que sólo conocía una pequeña parte de todo y aún así, culpó a Aristóteles, quien en ningún momento lo miró o prestó atención.

Hubieron reacciones diversas, pero al final, entendieron todo y pasaron a hacer una selección de 20 miembros: 10 Leones, 10  Aztecas, todos con grandes habilidades en las diferentes secciones de una rutina.

Los demás apoyarían en todo, desde la elección de música hasta estar al pendiente por si alguien se lastimaba y tenía que ser remplazado de último momento.

Convivieron un poco más, se presentaron y compartieron opiniones.
Ese pequeño momento le sirvió a Temo para acercarse a Aris.

-Aristóteles... yo, me siento como un verdadero tonto por mi comportamiento de ayer. De verdad te pido perdón, porque sé que no me tomé la molestia de escucharte y...

-Está bien, no pasa nada: lo pasado, pisado. – y se dio media vuelta, dejándolo ahí, pues no quería tener más interacciones con él.

-La regué, Diego... -dijo cuando vio que éste se acercó a él.

-Y muy cabrón, amigo, pero tal vez algún día Aris te de una segunda oportunidad.- y le apretó cariñosamente los hombros, sin embargo, para Temo eso no era de mucho consuelo.

Para el lunes, la confrontación con Leo y la noticia de la que los Leones no se presentarían en los nacionales, hicieron que Melissa los visitara.

-Vaya, vaya, yo creí que eran tontos, pero no tan fracasados como para retirarse del juego, es una lástima, realmente quería competir contra ustedes.

-¿Con nuestra rutina? ¡El cinismo! Además ya te dije que no eres bienvenida aquí, asi que... - Yolo tronó los dedos en señal de correrla.

-Cálmate, Yolotl, todos somos libres de andar por donde queramos. Yo vine aquí como un último favor, considérenlo un regalo de despedida y agradecimiento. A estas alturas, ya sabrán que su querido amigo Leo es el que nos facilitó el acceso a sus bailes y porras... el muy tonto... siempre supe que estaba enamorado de mi, pero nunca creí que fuera tan fácil de engañar: unas palabritas y ¡boom! Rendido a mis pies. Fue muy sencillo convencerlo de que los traicionara...

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