•Detective ™ PT.2

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Estaba bailando al ritmo de la música con Julio pegado a mí cuerpo, tenía mis brazos en sus hombros y nuestras piernas se rozaban. Había pasado alrededor de una hora desde que llegamos, habían puesto alcohol en las bebidas que daba la institución, eso se repetía cada año.

Aún así, yo seguía en casi todos los sentidos, me reía mucho y Julio también, se estaba comportando muy sensual y en vez de querer actuar igual y coquetarle, me moría de risa, julios ya estaba medio borracho.

Me separé de él para ir al baño, llegué a los sanitarios a empujones, había mucha gente y todos de grados diferentes.

Me puse en frente del espejo y abrí el grifo, tenía mucho sudor en la cara, así que me mojé el rostro y pasé una servilleta para secarme.

Escuché como un retrete se bajaba y un chico salía de un cubículo, lo vi por el espejo y no pude evitar contener la respiración y sonrojarme un poco.

Ese chico iba vestido con un pantalón de vestir negro, la camisa de vestir blanca la tenía arremangada hasta los codos, llevaba una corbata negra y de su cuello colgaba un cordón azúl con un gafete, además, tenía unas cuerdas gruesas que rodeaban su pecho y se ajustaban a su cintura. Y ni hablar de su cabello rojo.

—¿Te quedarás babeando toda la noche? —dijo JungKook estando a un lado mío lavándose las manos.

Yo me giré y bajé mi cabeza, simulando que él no estaba ahí y aparentar que no me había provocado con su vestir.

Él se secó las manos y se recargó de espaldas en el lavabo, viéndome de pies a cabeza.

—Ah entonces me vas a ignorar como lo llevas haciendo. Muy bien —comenzó a caminar a la salida. Y yo en el fondo no quería que él se fuera, de verdad que no, a pesar de que el baño olía mal, su perfume se distinguía.

El tomó el pomo de la puerta, estaba a punto de irse cuando se detuvo, parecía esperar algo, iba a hablarle, pero el empezó.

—Te ves bien —y finalmente se fue, dejándome con el corazón en la mano por lo nervioso que estaba.

Salí del baño con las piernas temblando, me quería ir a casa, pero no podía, tenía que encontrar a Julio antes. Pero no estaba en condiciones para buscarlo entre tanta gente, por lo que salí al patio de atrás.

Al fin respiré sin sentir que me ahogaba, quería algo, quería sentir algo, quería a JungKook, estaba tan aferrado a mí orgullo que ya no quería dar mi brazo a torcer.

Me quedé parado ahí, pensando en el pelirrojo, se notaba que él no era de compromisos, con suerte y uno lo agarraba para tener sexo. A mí me gustaba mucho JungKook físicamente, me tenía con los pelos de punta, debería aprovechar eso, yo sabía que a él también le gustaba, pero por otra parte, no quería enamorarme de él, era sarcástico, coqueto y muy guapo, alguien no se enamora sabiendo que va solo por el físico, pero ese era mi problema, no sabia si iría con él solo por el físico.

Harto de mis pensamientos, fui a buscarlo, tenía ganas de algo, quería un buen faje, quería un beso, tenía muchas ganas de unas manos recorriendo mi cuerpo, yo quería que todo eso fuera con JungKook.

Me adentré a donde estaba la fiesta, y no fue difícil encontrarlo, estaba recargado en la pared, viendo la fiesta, acto que se me había hecho muy raro, el debía estar entre la gente, no a un lado.

Caminé hasta él hasta quedar de frente, me miró a los ojos y yo a él, estaba más alto que yo, por lo que cuando se acercó, su cabeza la bajó.

—Ahora qué, Park —dijo con los brazos cruzados.

—¿Cómo sabes mi apellido?

—Investigo a las personas que me interesan —sonrió socarrón enseñándome el gafete que traía colgando —soy el detective Jeon, dah.

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora