•El Verdadero Comienzo™

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POV. JiMin

Estaba llorando con dolor de cabeza al pie de la puerta del departamento, sentía arrepentimiento por haber golpeado a Jungkook... debo de admitir que ni yo sé el porqué de mi acción.

Ya no lloraba por él, lloraba porque no sabía si podría tener una relación con él, si él era explosivo y yo iba a reaccionar así, entonces no valía la pena.

Pero lo amaba mucho... tanto que aguardaba por él. Me planté lo que había dicho antes, y vaya que decir que Jungkook era un problema no era la mejor forma de descubrir lo que en realidad quería decir.

Sentí como la perilla de la puerta era girada, en seguida me levanté y me limpié las lágrimas, del otro lado apareció el pelirrojo, con una expresión de arrepentimiento con ganas de querer llorar.

No le dije nada, él tampoco, solo me le arrojé a sus brazos, los cuales me abrazaron fuertemente.

Los latidos de su corazón eran acelerados, tanto así que los podía sentir en mi pecho. Acaricié su espalda haciendo presión, sus músculos estaban tensos, poco a poco se fue relajando, soltó un suspiro muy pesado y comenzó a hablar calmado.

—Solo tú sabes cómo calmar mi cuerpo, JiMin –me dijo, atrayendo mi cuerpo, sosteniendo mi cintura –de verdad lo siento.

—Yo también debo discúlparme, kook –contesté mirándole a los ojos –no debí golpearte, prometo que será la última vez que lo haga.

Él sonrió, haciendo una mueca, alejándose de mí con una expresión de dolor.

—Hablando de eso, debemos ir a un médico.

—¿Por qué? –pregunté preocupado, él me tomó la mano y puso unos dedos en cima de su quijada, estaba morada e hinchada.

Yo puse una cara de horror, y el saber que yo había provocado eso hizo que me odiara muchísimo.

—Debemos ir, me duele...

• • •

Estaba en la sala de espera en urgencias, movía mi pierna constantemente y me mordía el labio. Hacía rato que se habían llevado a Jungkook y permanecía nerviosos en una silla metálica gris.

La culpa me invadía, me sentía muy avergonzado por lo que había hecho, y peor aún, lo mandé a urgencias. Él nunca me había agredido con intención de lastimarme de esa manera.

Debía hacer algo para ganar su perdón...

Un rato más y apareció Kook con una venda en su cabeza que pasaba por abajo de la barbilla, en un lado estaba abultado, atrás de él venía un enfermero.

Nervioso le sonreí y me levanté, sentía que me moría de la vergüenza ¿Qué le habrá dicho sobre su quijada?

—¿Pariente de Jeon? –preguntó el enfermero a lo que yo asentí, entonces Jungkook tomó mi mano y por un segundo ví sus ojos –bueno, por suerte no tuvo fractura, pero si estaba dislocada, no va a poder hablar ni comer por una semana. Sus comidas serán papillas. Después de ese tiempo vienen para otro chequeo.

—Si, muchas gracias –dije apresurado, volviendo mi vista al pelirrojo que trataba de sonreír. Él enfermero sonrió en despedida y se fué –amor, de verdad perdón –lo tomé de ambas manos con fuerza, a lo que hizo una expresión de relajación como un "está bien"

Nos encaminamos a la calle para tomar un taxi, era navidad, la peor en mi vida, había peleado con mi novio y encima le había dislocado la maldita quijada, menuda mierda.

Fuí hasta la cocina a preparar de cenar, pero no sabía que hacerle a Jungkook, debía ser en papilla y no se me ocurría nada que lo satisfaciera, estresado e impotente, aventé una olla, la cual hizo ruido, de pronto un pelirrojo se asomaba por la ventana que daba a la sala curioso.

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora