POV. JIMIN
-Ah... -gemí cuando la lengua de James tocaba mi cuello –continua por favor...
Estaba sentado en la mesa de la cocina con el británico entre mis piernas, se sentía muy bien tenerle conmigo, las cosas iban bien, aunque todavía no hubiera una propuesta de por medio.
Sabía tocarme, pero siempre le faltaba algo, algo que nadie me ha dado hasta el día de hoy, algo que solo un chico en particular sabía, y sabía hacerlo a la perfección. JungKook me encendía con solo mirarme, a James se le dificultaba prenderme.
Me la pasaba comparando a ambos chicos, y aunque Jeon le ganaba en todo, James le arrebataba la victoria con que este me tenía en paz, y con mucho amor. Había dejado de pensar las cosas desde hace unos días, solo quería sentirme bien.
-Mierda, cariño debo irme –le dije, tratando de separarlo.
-Solo un poco más -murmuró el castaño, abrazándome y escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello.
-Llegaré tarde a la escuela –claro, así nos despedíamos en la mañana, yo quería estar más tiempo, pero NamJoon me había hablado.
La noche anterior me dijo que tenía que llegar temprano a la escuela, que lo esperara en la entrada, me tenía algo según él, una sorpresa quiza. Estaba muy feliz de que me volviera hablar, para decirle todo mi avance y como había estado ese mes.
A regañadientes nos separamos, me besó con ternura por ultima ves y emprendí camino a la escuela. No sabía cómo reaccionaría, pues en un mes tampoco lo había visto, sabía que iba a la escuela, pero nunca me lo topaba, cosa que me dolía. Emocionado por verlo y también por la sorpresa que me quería dar, llegué a la entrada, pero me detuve antes de siquiera reconocer lo que veía.
Ahí estaba, esperando como lo solía hacer, con un cigarro entre sus dedos, con un suéter negro, y el uniforme arreglado, su cabello se veía ondulado, y me miró. Me miró a los ojos, me sonrió de la manera más bonita, dio otra bocanada y tiró el cigarro, lo pisó, y extendió sus brazos, me quería abrazar.
Yo no podía moverme, las lágrimas que creía se habían acabado, regresaron a mí, lloré mucho, lloré lo que no había llorado en dos semanas más, estaba enojado ¿Por qué se aparecía así? ¿por qué? ¡mierda! Era muy cruel, y lo peor de todo, el argentino estaba unos metros atrás de él, mirándome, esperando a que ignorara a JungKook, que no lo recibiera, pero lo hice.
Corrí hasta él, tiré mi mochila y me le lancé, lo abracé con piernas y brazos, él me sostuvo, soltando un suspiro de alivio y riendo un poco por mi abrazo.
Miré un poco más atrás de él, Lautaro tenía una expresión seria, él sabía lo que tenía con James, le dije "lo siento, no puedo" solo gesticulando las palabras, el negó y entro al edificio, decepcionado, al igual que yo.
La gente ya nos veía y a mí no me importo.
No me importó nada, no podía, solo bastó abrazarlo para saber que no podría dejarlo ¿por qué estuve con James? Mi lugar era con JungKook, pobre chico... ¿Qué le iba a decir? Se suponía que debía dejar a Kook no a James.
Pensaba todo eso llorando, aún en sus brazos, me sentía completo, ahora si me sentía feliz.
-Te extrañé, mochi –me dijo al oído, dando un pequeño beso en mi mejilla –muero por besarte.
No lo tuvo que decir dos veces, me bajé de él y lo besé con demasía, con mucha necesidad, pasé ambos brazos por su cuello y él me abrazaba por la cintura, aprentándome contra su anatomía, exquisita anatomía que extrañaba sentir junto a mí. Pero no duró mucho, él se alejó para mirarme confundido.
-¿Qué pasa? -pregunté, a lo que él abrió la boca y luego la cerró, después negó con la cabeza y volvió a sonreír.
-Es que sabes diferente, pero supongo que es por el cigarro de mi boca –el alma se me fue a los pies, sabía a lo que se refería, no le negué su hipótesis, sonreí nervioso, sin decir la verdad de mi sabor -¿entramos? -dijo y yo solo asentí.
Agarro su mochila y la mía con una mano, mientras que con la otra pasaba su brazo por encima de mis hombros, caminando hasta la entrada, mirando como la gente ya murmuraba y nos veían mucho.
-La gente nos mira mal –dije, sin quitarles la mirada.
-Lo sé -contestó Kook, teniendo su vista al frente.
-Ya estan hablando mal –le volví a decir cuando escuché un "que sinicos"
-No importa JiMin, todos nos iremos al infierno –dijo divertido, tomando mi mano –lo importante es que volvemos a estar juntos -decía mientras me miraba con un brillo en los ojos.
Entramos al edificio, fuimos hasta los casilleros y tomabamos y dejabamos cosas, siempre mirándonos con picardia y felicidad, cerramos los locked para ir a clases, cuando las amigas de Jeon aparecen, haciendo escándalo y abrazándolo, pero llegó una, una en particular que le dio un beso casi en la boca y lo abrazó por mucho tiempo.
Le había dicho a JungKook que no debía tener contacto con ella y parecía que le valía. El abrazo duró más de lo requerido y lo jale, haciéndolo quedar a mi lado, mirando a Merry con celos.
—Tu sí te paseas con el otro niño y no dejas que Kook abrace a su mejor amiga, mierda de novio que te cargas –dijo Merry, a lo que todos se callaron.
—¿Cuál niño? –preguntó JungKook confundido.
—Un amigo, después te cuento –le dije mirándolo para luego regresar con la chica, ya no me iba a contener –te recuerdo que no tienes derecho hacerlo más, él aceptó dejar de tener contacto contigo y si no te gusta, pues le zumbas a la verga.
Un "tsss" sonó en el círculo, pero nadie me miraba a mi, solo a JungKook, lo cual hice lo mismo y se veía preocupado.
—Imbecil lo vas alterar –habló Merry –acaba de llegar del hospital y tú con tus celos. No lo mereces –ella se fue y de apoco todas lo hicieron, despidiéndose de JungKook con miedo.
Lo van a sentir pero nadie podía acercarse a él, era mío y debía dejarlo claro.
¡Nos leemos luego! uwu
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Porfavor, corrompeme
FanficLas relaciones adolescentes nunca duran, o eso decían los adultos. Su historia tiene inicio en Bradford, Inglaterra, ya que ambos son estudiantes de intercambio, pero...¿qué sucederá con ellos? ¿podrán tener una relación? ¿su futuro los volverá a un...