Porfavor, corrompeme

•Viceversa #3

Me siento confundido al no saber qué es lo que realmente pasaba, ya ni siquiera quiero hacer más revuelo respecto al libro, no me importa verlo, pasó mucho tiempo, cada quien hizo su vida, bien o mal, ambos salimos adelante.

Estoy en la oficina mirando la piedra, ya dos semanas habían pasado desde que hablé con HoSeok sobre el libro, mi editor tampoco dijo nada, y NamJoon... siento que me oculta algo, porque no se sorprendió cuando le comenté sobre mi reunión con mi ex compañero de universidad. Yo alegaba diciendo eran excusas y que necesitaba no creerlo, pero Nam solo me decía: "aja, no le hagas caso, pues como quieras" sin embargo, nunca me lo negó.

Mi estadía corta en el extranjero, me hizo sentir más dudoso, inseguro. Durante una firma de libros, podía sentir que alguien me seguía, pero nunca estuve en peligro, llegué de nuevo a Seoul, y siento que de nuevo me vigilan. Tenía mucho sin pensar en él, el libro ya tiene un par de años publicado, no habría razón para que su nombre estuviera latente en mi cabeza, aunque esta vez, era más fuerte.

Miro mi reloj de muñeca, pronto iban a ser las 9:30pm, el edificio está vacío, a excepción de los conserjes y los superiores, me levanto, tomo mi saco dispuesto a irme, suspiro al ver un mensaje de mi pretendiente, me espera afuera. Ese chico es lindo, me atrevo a decir que es mi tipo, pensaba darle una oportunidad, tal vez ya es tiempo de una relación sana, y donde todo sea muto, pues después de JungKook, no volví a intentar algo serio. Siete meses bastaron para que yo no quisiera una relación amorosa, duraba uno o dos meses con alguien y enseguida los apartaba de mí, pero YoonGi estaba rompiendo eso. Con una sonrisa, guardo el celular en mi bolsillo, es posible que vayamos a cenar, y justo cuando iba abrir la puerta, un recepcionista me dice que alguien me buscaba en la sala de espera del piso, al principio dudo por quien puede ser, YoonGi me dijo que está en el auto, a lo mejor y decidió subir.

Doy las gracias y salgo tras el hombre, caminamos juntos sin decir nada hasta su área de trabajo, llegamos al lugar y había un hombre con gran porte, vestía de manera informal, las mangas de su suéter estaban recorridas hasta los codos, dejando ver que en un brazo tiene uno que otro tatuaje, me detengo de inmediato, el todavía no me ve por estar de espaldas, parece mirar los artículos enmarcados de la sala, trago grueso, siento el corazón latir rápido, tal vez y era otra persona, pero mis esperanzas se fueron cuando el recepcionista dijo que él me esperaba.

Camino lento hacia él, sin quitar mi atención sobre su cabellera, él no se mueve, y no quiero que se mueva, pero lo hizo, me da la cara, con una sonrisa retorcida y arrogante, su cabello ya se ve ondulado y no lacio, incluso, se mira más alto.

-No me mires así –me dice –te ves más asustado que yo –termina diciendo JungKook, acercándose a mí.