•Común

1.6K 172 59
                                    

EL ANUNCIO AL FINAL ES UN POCO IMPORTANTE


POV. JUNGKOOK.

— Y ¿tú que hiciste? —me preguntó una de mis amigas cuando esperaba a JiMin en la salida.

— Hice que eyaculara —contesté no muy orgulloso.

—Y tú no lo hiciste —dice obvia.

—No... —me rasqué la cabeza ante su mirada acusatoria.

Le contaba a Celia lo que me había pasado con JiMin hacía unos días, era la segunda chica de mi grupo con la que podía hablar bien, ya que no podía tener mucho contacto con Merry, decidí contarle a ella.

No sabía cómo iba a tomarse las cosas, por lo que estaba nervioso de su reacción, los medicamentos me relajaban, pero seguía alterándome por cosas pequeñas. Su mirada cambió a ser una más sensible, acarició mi brazo mostrándome una sonrisa.

Celia era la más burlona después de mí en el grupo, pero cuando teníamos problemas sentimentales o cosas así, era con la que acudíamos, ella era muy empática y nos escuchaba.

—No te sientas mal —continuó diciendo —fuiste un hombre al parar y atender los sentimientos de JiMin, si bien hiciste que se viniera, no fue para hacerlo sentir peor —frunció su ceño de cejas pobladas y luego se inclinó un poco a mi cara —oye yo no soy hombre, pero dicen que duele cuando no lo liberas —me guiñó un ojo y reí ante su lógica.

A los pocos minutos el rubio apareció, mi amiga se alejó de mí en cuanto lo vio y se puso tensa, pude saber porque, JiMin estaba siendo duro con ellas cuando las tenía cerca.

—¿Listo para irnos? —pregunté tomando su mano mirándole a los ojos, él se acercó a mi para darme un beso tierno y luego sonreír.

—Si, nos podemos ir.

Asentí alegre, me despedí con un abrazo rápido de Celia para que no se viera mal, igual no función porque cuando pasamos por su lado, JiMin la golpeo con el hombro, no quise mirar atrás y ver la cara de la chica.

Llegamos al estacionamiento y preparaba las cosas para irnos a casa, cuando sentí unas manos en mi cintura junto con un cuerpo que se pegaba a mi espalda, me recargué en la moto disfrutando del abrazo, relajándome con las manos del rubio bajando y subiendo con sutileza por mi pecho.

—Estoy muy tenso, Kook —susurró JiMin en mi espalda —necesito de ti ya —su voz había sonado melosa, claramente necesitada por la forma en que lo había dicho.

—En casa está NamJoon y mi tía —me giré para tenerlo entre mis brazos y sostenerlo de las caderas —no podemos.

—Vamos a mi casa —contestó emocionado, me sorprendí por su idea.

—¿Qué? James y Julio se van a enojar —advertí, no quería problemas.

—Ay, pero no van a estar —contradijo, a lo que yo lo miré dudoso —además, no haremos ruido.

—JiMin —no pude evitar reírme con ironía al escucharlo, no podía estar hablando en serio —eres más ruidoso que una motocicleta en pleno silencio.

—¡Es porque te mueves rápido! —se excusó haciendo un puchero —si lo hacemos lento, mis gemidos serán queditos... —un rubor apareció en sus mejillas, si se imaginaba lo que yo, desde luego que lo entendía perfectamente. Recordar lo que hacíamos siempre nos ponía la piel de gallina.

—Cariño —le hablé bajito, acariciando su mejilla sonrojada —nosotros nunca vamos lento —dije con una sonrisa burlona en mis labios, él se puso rojo y se alejó de mí.

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora