•El amor llora y el rojo comprende

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POV. JUNGKOOK

Se quitaba la camisa sin prisa estando arriba de mí. Cuando miré sus ojos, me sentí en casa, no podía describir lo que me hacía sentir su cuerpo.

Para algunas personas, bastaba con un abrazo, palabras lindas, un regalo especial, una salida con amigos, pero nuestra manera era particular, necesitábamos tener relaciones para sentir el amor y afecto que nos teníamos. No era la mejor manera, pero si la única en la que no podríamos mentirnos, de esa forma, sabíamos cómo se sentía él otro.

Me senté para besarlo y luego acostarlo boca arriba, coloqué mi cuerpo entre sus piernas mientras desabrochaba su pantalón, de apoco se lo iba quitando sin dejar de mirar su rostro, se había puesto tan rojo que ocultó su cara con sus manos.

—Cariño, he visto tu cuerpo cientos de veces y hacer "cositas" con el —dije divertido, terminando de desnudarlo —no te pongas tímido, mejor mírame.

—No, me da mucha pena —niega entre sus manos, separando un poco sus dedos para ver con un ojo y luego volver a juntarlos.

—Bien, piérdete de lo que haré con mi ropa —se lo dije para a ver si así lo provocaba y su lado descarado saliera a luz, pero fue inútil. Entonces puse mis manos en sus piernas desnudas, las acariciaba de lentamente, subí por su cintura, pasé por su pecho, rozaba la yema de mis dedos en sus clavículas hasta llegar a sus manos, se las quité brusco, sonreí al ver su sonrojo —por favor, mírame —pedí.

Pasó saliva asintiendo lento con su cabeza, mi sonrisa no pudo ser más grande cuando lo logré.

Tomé el inicio de mi camisa para quitarla y arrogarla al piso, después desabroché algo ruidoso mi pantalón, notando como el cuerpo de JiMin respingaba y el abría la boca, me senté arriba de una de sus piernas. Me empecé a mover sobre su muslo, restregando mi erección en su abultada carne.

—JiMin, tócame —le incité, pero él parecía ido en mi rostro, con preocupación en el suyo —así amor —tomé sus manos y las puse en mi pectoral, bajaba sus manos para que el tocara todo mi pecho, cuando sentí que él lo hacía, le solté.

Me recargué sobre su cuerpo para agarrar el pequeño bote de lubricante, puse un poco en mi mano, luego la llevé a su pene ya erecto.

—Ahí no, Kook... —pidió cuando lo toqué. Detuve mis movimientos, me recargué en mi otra mano a lado de su cabeza pasa besarlo.

Era un beso lento y sin prisa, succionaba sus labios para dejarlos rojos y húmedos, su boca era muy esponjosa, mi lengua la pasé sobre su boca, dejándola aún más mojada, sus manos recorrían mi cabello, a veces lo jalaba, a veces me acariciaba, hice que sacara su lengua, comenzando a moverlas en el aire.

—Solo relájate... —susurré en sus labios, le miré a los ojos nuevamente notando que brillaban más que cuando comenzamos.

—De acuerdo.

Volví a sentarme, pero ahora entre sus piernas. Sin dejar de verlo, llevé mis dedos a mi boca, lamiéndolos gustoso, el rubio no dejaba de mirarme, quiso tocar su entrada, pero no lo dejé.

—Ese es mi lugar —saqué los dedos de mi boca, luego los puse en su entrada, daba pequeños círculos antes de meter mis dígitos, quería que se dilatara primero.

—JungKook, ten cuidado —dice el rubio acariciando mi pierna, me puse nervioso —tengo un tiempo sin hacerlo, así que... solo se lento.

Sonreí por escucharlo con los nervios pasar por su garganta. JiMin era tan bonito, su cuerpo era demasiado perfecto, tal vez no estaba marcado y tenía abultada su carne de la cintura para abajo, pero era muy bello.

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora