Porfavor, corrompeme

•Año nuevo pt. 1

POV. JungKook

La mañana en la que JiMin se fue diciendo "amor, saldré a comprar algo" me confundió.

Me había puesto a leer un Twit donde las personas contaban la relación tóxica que llegaron a tener, la mayoría decía que se agobian de tener a alguien tan posesivo y celoso, fruncí el ceño cuando leía la versión de otros, pero; pronto las historias tomaron un giro. Era de personas que decían ser la parte tóxica de la relación, mostraban su arrepentimiento contando que nunca debieron tratar así a la persona que los amo tal y como eran.

Me quedé pensando en cómo era mi relación con JiMin, si; era posesivo y celoso, y hasta donde me concierne eso está bien, pero tiene un límite, y yo creo que había pasado ese límite.

Mire la hora en mi celular, eran las 6 de la tarde y JiMin aún no llegaba. Con afán de no caer en esas anécdotas de Twitter. Decidí distraerme con otra cosa.

Las horas pasaban y la molestia del hecho de que el rubio no estuviera en casa se convirtió en preocupación. Traté de llamar a su teléfono pero estaba apagado, dejé mi orgullo de lado y comencé a marcar a sus compañeros de casa, incluso a James... Ninguno Sabía nada.

Como último recurso, llamé a Nam, con la esperanza de que supiera algo, aún que está se fue al escuchar a mi amigo decir que la última vez que habló con JiMin había sido en la mañana.

Preocupado y con desesperacion, me guíe a su habitación tratando de encontrar un indicio de donde pudo haber ido, cheque su mochila y escritorio, no hallaba nada.

El sudor me escurría por la frente y las ganas de llorar me ahogaban, no podía salir a buscarlo así como si nada, estaba por salir de la habitación, cuando escuche la puerta principal abrirse, me quede quieto en mi lugar tratando de recordar si había puesto seguro, sin duda lo había puesto y el único en entrar pudiera ser quien era mi novio.

—Hasta que llegas –dije al verlo parado al frente de la puerta.

Él se adentró a la habitación restándole importancia a lo que dije.

—¡JungKook! –gritó al ver el desastre que había ocasionado en su cuarto –¿por qué tocas mis cosas? Sabes que no me gusta –volvió a decir alterado.

—¿Dónde estabas? –pregunté tratando de controlar mi enojo evidente, apretaba mi quijada al igual que mis puños.

—Que te importa ¡no toques mis cosas! –enojado lanzó una bolsa de un negro brillante sobre su cama.

—Por favor... –respiré hondo acercándome a donde estaba, controlándome al máximo –solo dime dónde estabas, cariño.

—No te voy a decir.

—Pero, JiMin –fui interrumpido por él.

—¿Qué te valga no? Como eres terco, deja de meterte en mis asuntos.

En serio, trataba de tener el mayor control posible, pero mi amante no ayudaba.

Estaba por irse cuando lo tomé de la muñeca impidiendo que diera otro paso.

—Amor, necesito que me digas.

—Necesitas ni madres, ordena mi cuarto.

Mi sangre comenzó a bombear en todo mi cuerpo hasta llegar a mi cabeza, el agarre se hizo peor jalándolo a la cama, haciendo que el rubio quedara sentado en ella.

—Solo te estoy pidiendo que me digas dónde estabas —hablé, con la voz realmente forzada para no gritar, no quería hacer una tontería.

—Bueno ¿qué tú eres sordo? No pienso decirte, no te estoy siendo infiel JungKook.