POV. JIMIN—Date prisa que vamos a llegar tarde —me estaba colocando el casco afuera del edificio.
Julios me había dicho que harían segunda fiesta de año nuevo porque se habían quedado con ganas de más festejo, yo en serio quería ir, pero no lo haría solo, JungKook debía ir conmigo, no se pregunten cómo le hice para que el dijera que sí.— ¿Es necesario que vayamos? —me preguntó con reproche, despeinando su cabello.
—Sí, te recuerdo que no hemos ido a ninguna fiesta de Diciembre, y en serio quiero ir —hablé, pasándole un casco —así que promete que te portarás bien.
—Promete que estarás conmigo todo el tiempo —pidió, abrochando la chaqueta que traía —al menos, cuídame y no dejes que tome.
—JungKook, no eres un niño —él se subió a la moto y yo detrás de él, lo abracé por la cintura con fuerza, logrando oler su perfume, dios, esa podía ser mi droga favorita por siempre.
—Soy un niño cuando estoy contigo —sonreí por el comentario, pronto el motor se encendió, emprendiendo así el camino a mi casa.
Llegamos y todo parecía estar en buen ambiente, el ruido era moderado y no había tanto escándalo, cosa que me sorprendió, ya que eran estudiantes de preparatoria y universidad.
Me bajé de la moto, me quité el casco y esperé a que JungKook hiciera lo mismo, pero en su lugar, se había quedado mirando la casa inseguro, con sus manos en las piernas y el casco en el freno de su Scrambler Icon.
—¿Estás bien? –pregunté al verlo serio.
—Ya no quiero hacer esto –dijo, mirándome de pies a cabeza –además, vienes muy atractivo, me darán celos.
—Hey, de verdad quiero ir –lo mire con un puchero en los labios, él parecía ceder sin pensarlo tanto cuando hice eso –por favor, estaré contigo siempre.
—De acuerdo, entremos –al final término bajando de la moto y yo sonreí. Me tomó de la mano y ambos entramos en la casa.
Llevaba un pantalón gris, pegado a mis piernas; un tanto gordas, una chaqueta negra y una bufanda roja, el pelirrojo iba todo de negro. Honestamente no estaba haciendo mucho frio como para llevar una bufanda, pero debía tapar esas marcas.
Me movía con JungKook a través de la gente, aun agarrados de la mano, hasta que pude divisar a Julio, estaba sentado en la mesa del comedor, con una cerveza en su mano.
—¡Julio! –le grité, soltando la mano de mi acompañante. Mi amigo me buscó con la mirada hasta que me halló, en seguida se bajó de la mesa y fue casi corriendo a abrazarme, abrazo que recibí gustoso.
—¡Si viniste! Hombre, te extraño –me dijo, apretando el abrazo y darme un beso en la mejilla, cuando se separó, miró atrás de mí, pude notar como su sonrisa iba a desaparecer –veo que has traído a JungKook –habló, sonando alegre pero desconfiado.
—¿Hay algún problema con que venga? –el pelirrojo me abrazó por la cintura, llegando a nuestra altura.
—Que va JungKook, relájate –le dijo mi amigo con el ceño fruncido –pasen y sírvanse, en la cocina hay cerveza.
—Gracias, Julios –le sonreí, dándole las gracias por no alterarlo, pero su agarre se hacía fuerte.
Caminamos hasta la cocina, tomé una Golden de la hielera y le pasé una a Kook, la cual este rechazó.
—¿No tomaras? –pregunté, esperando un cambio de humor de él, pero no fue así.
—No cariño, yo voy a conducir –me dijo con una sonrisa, destapando mi cerveza –diviértete, sé que quieres disfrutar esto, yo te cuido.
—Ay, mi vida, gracias –me acerqué a él y lo abracé, tal vez la noche sería divertida –quiero bailar contigo.
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Porfavor, corrompeme
FanfictionLas relaciones adolescentes nunca duran, o eso decían los adultos. Su historia tiene inicio en Bradford, Inglaterra, ya que ambos son estudiantes de intercambio, pero...¿qué sucederá con ellos? ¿podrán tener una relación? ¿su futuro los volverá a un...