•Tensión y Detención

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POV. JUNGKOOK


Estábamos en la sala de mi casa descansando, era fin de semana y tenía el lugar para mí solo, más que descansar, tratábamos de curar nuestras heridas.

Tal vez habíamos excedido en el masoquismo y concordamos no volver hacerlo, al menos no así.

—Creo que me excedí con los golpes —mencioné colocando pomada es las heridas de JiMin.

—Pero a mí me gustó... —bajó de apoco el tono de su voz, un sonrojo había aparecido en sus mejillas. A veces me daba miedo su tosquedad.

—A mí también, pero tu cuerpo es muy hermoso para que esté herido, amor —dije pasándole el medicamento y darle la espalda, comenzó a untar en los rasguños y mordidas que reinaban en mi espalda, hombros y brazos.

Vale, tal vez quieren saber que pasó y cómo llegamos a ese punto. No les voy a decir.

Teníamos tres semanas en donde la relación fue mejorando, me atrevo a decir que iba excelente a comparación de los meses pasados.

Íbamos a fiestas juntos, citas, regalos, mimos, la gente ya no nos miraba raro, al parecer JiMin comenzó a llevarse mejor con Julio, pero no James, había conocido a Lautaro de mejor manera, era un chico muy agradable siéndoles honesto. De hecho, se convirtió en mi amigo también.

—Caes mejor de lo que pensé —me dijo al par de días en socializar con él —me gusta que las cosas entre tú y miniee salgan mejor ahora.

Sonreí ante su cumplido, estábamos comiendo en la cafetería esperando a que llegase el rubio, confesé que tenía celos de él en un principio, pero se esfumaron al tener contacto.

Todo el tiempo estaba con él y JiMin, ya que mi novio no me dejaba estar con mis amigas, se ponía muy celoso, además de estar a la defensiva. Mis amigas se enojaban conmigo por haberlas cambiado, pero bueno, estaba con JiMin, le hacía caso a él.

Una estupidez de mi parte que al día de hoy me arrepiento.

Sin contar la posesividad del rubio y sus celos recurrentes, sin mencionar lo explosivo que era... ahora que lo pienso, no lo sé, tal vez si fue mi culpa dejar que la relación siguiera ese curso.

Sin contar todo eso, la relación iba muy bien, ya no me enojaba ni ponía celoso, bueno, no como lo hacía antes, mi control de emociones se debía a mis medicamentos, estaba tomando tres distintos al día, era pesado claro, pero no lastimaba a JiMin.

Claro, la relación iba de lo mejor, cuando la gente no nos veía lo era, cuando estábamos a solas y sin ropa regresaba toda esa agresividad.

Tal vez pasó una semana más cuando no nos satisfacía lo que hacíamos, poco a poco la intensidad del dolor en el sexo fue subiendo, las sogas, látigos y cinta no podían faltar, sin mencionar los medicamentos para las heridas.

Yo no me quedaba atrás, mis brazos estaban llenos de moretones a causa de sus fuertes mordidas, mi pecho tenía marcas de chupones por doquier, algunos hasta el cuello. Mis hombros dolían por sus pellizcos y ni hablar de mi espalda, ardía cuando me ponía una camisa o me bañaba. Una vez me torció el cuello de tan fuerte que había jalado mi cabello.

Cuando la sangre se hizo presente, supe que debíamos bajar la intensidad.


POV. JIMIN.


Bueno no todos somos unos santos ¿vale? Pero mi relación con JungKook iba de lo mejor.

¡Estaba que te cagas, tío!

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora