•Vamonos™

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Pov. JUNGKOOK

Estaba tan nervioso que no sabía qué hacer, me alejé de JiMin y tan pronto como pude coloqué mis ropas, no me aseguré si el rubio había hecho lo mismo por los nervios, enseguida abrí la puerta y salí de la habitación con la respiración agitada.

— ¿está todo bien? –me preguntó Nam con burla. Me molestaba eso de él, porque no era para nada idiota y no darse cuenta de la situación.

—Si –respondí pasando saliva.

—Ah... -se meneo un poco en su lugar, de pronto escuchamos como algo se caía acompañado de un quejido, seguramente JiMin se había tropezado con algo.

Miré a NamJoon con una sonrisa nerviosa y solté un suspiro por la nariz. Miren, si hubiera sido otra persona la que estuviera en mi cama desnuda no me importaría, en lo absoluto, de hecho, me daría igual que el pelinegro que estaba en frente de mi me viera solo con bóxer, pero se trataba de un chico rubio con buen cuerpo y me gustaba mucho, lo que significaba que para mí su integridad me importaba, además de que hablaba con NamJoon, y él tiene a catalogar como "cualquiera" a la persona que esté conmigo.

—Escucha, me da igual lo que hagas –empezó a decir juntando sus manos –pero ten respeto por la casa, o al menos por mí, se escucha en mi habitación, Jeon.

—Sí, si –dije apresurado –entendido, lo siento.

—Gracias –se encamino a su cuarto pero antes de entrar, el gritó –ah, y ¡Hola, JiMin. No hagan tanto ruido por favor! –cerro su puerta y yo me quería morir.

Mierda ¿ahora qué? No quería que pensara mal de ese chico en mi habitación. Entré en ella y vi al rubio sentado en mi cama con su rostro sonrojado y la camisa a medio poner, suspiré al verlo así, su cabello estaba alborotado y se notaba que estaba nervioso.

—Hey –le dije inseguro.

—Hola –me contestó en voz bajita, me senté a un lado de él y nos miramos, queríamos preguntarnos muchas cosas, pero no podíamos, o al menos no yo.

— ¿Por qué Nam vive aquí? –preguntó terminando de ponerse la camisa y dirigir su mirada a otro lado, mis ojos seguían en él.

—Es que, le ofrecieron aquí para quedarse, mis padres son amigos de los suyos pero yo nunca lo traté en si. Y a Jessica no le molestó, y tampoco a mí, hasta ahora...

La habitación se quedó en silencio y vi como el cuerpo de JiMin se tensaba, lo menos que quería era hacerlo sentir incómodo. Mi vida de promiscuo a tan corta edad de los 18, me daba facilidad de notar cuando una persona no era corrompida todavía, y con eso me refiero a que no habían tenido relaciones antes, yo sabía que JiMin era virgen aunque no me lo quería decir.

Era muy difícil todo eso, porque no quería que se sintiera sofocado por mí o peor aún, presionado. No tenía intenciones de llegar muy lejos esa tarde, además de que no tenía condones... el punto es que sabía cómo podía estarse sintiendo en ese momento.

— ¿Estas bien, mochi?

—No lo sé, supongo que si –su vista seguía perdida en alguna parte de mi cuarto, le acaricié la mejilla y él, como un gatito, se dejó y se acorrucó en mi mano.

— ¿Quieres hablar? –volví a preguntar, JiMin solo me miró y con los labios apretados, asintió.

—NamJoon sabía que era yo...

—Lo sé.

—Y nosotros estábamos en una situación –vagó por su mente y bajó la mirada –algo comprometedora.

—Lo sé.

—No me importa que Nam haya escuchado —creía que si, pensé –pero me siento algo mal por lo que estábamos haciendo.

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora