•Celos contrarios

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POV. JUNGKOOK

Mi visión viajaba de un lado a otro buscando una cabellera rubia, mis amigas estaban a mi alrededor fumando, pero mi atención estaba en otra cosa. Ya habíamos regresado a la escuela.

El frio de febrero nos tocaba con suavidad al ser tenue, las carcajadas de mis amigas y el viento me hacían sentir fuera de lugar, por primera vez no podía acoplarme con los de mi edad, sentía que no era parte de ahí. El cigarro entre mis dedos se desasía por las pocas bocanadas que le daba, Merry estaba a mi lado mirando con interrogación mi comportamiento, pues no volví a hacer lo mismo.

Llevábamos una semana de vuelta a clases, así que me dediqué a que me fuera mejor en el instituto, no quería que me quitaran la beca, de ser así regresaría a Busan.

- ¿Se te perdió algo? -me preguntó Merry, esta chica tenía un pircing en la ceja y otro en la lengua, su cabello negro estaba recogido en una coleta mal hecha, la miré, cuando ella soltaba humo por la nariz.

-De hecho, espero a JiMin –sonreí al decir su nombre, ella levantó una ceja.

- ¿Al melocotón? 

- ¿Cómo dices? -pregunté confundido, llevé a mi boca el cigarro que estaba por acabarse.

-Las chicas y yo le llamamos así desde hace tiempo -explicó, me miró el cuerpo y luego apuntó con su barbilla mis brazos - ¿Qué pasó ahí? 

-Nada que sea de tu asunto –dije a la defensiva, ella rio y pasó su brazo por mis hombros, abrazándome.

-Vamos JungKook, no es para tanto –las demás chicas vieron el momento y comenzaron a chiflar, también comencé a reír porque así eran ellas, entre todas me tiraban bola, pero todos estábamos consientes que eran bromas, mis amigas sabían que me gustaba un chico. Y de alguna manera, lo entendían.

-Tu enamorado llegó -anunció una chica que estaba parada, me volví para ver al rubio y si, allí estaba, a una distancia de 7 metros –ven bonito, no mordemos –puse mis ojos en blanco, me despedí de Merry con un beso en la mejilla y luego me levanté, me despedí de las demás con un simple "adiós" y me dediqué a ir con JiMin.

Al llegar, él me tomó por el cuello y me beso, mis amigas volvieron chiflar y decir "uh", les encantaba burlarse de la situación, y aunque estuviera feliz por el repentino beso, se me hacía raro que pasara, por lo regular JiMin era tímido ante esa situación, pero se había vuelto, atrevido.

Tenía mis manos en su cintura, apretando su cuerpo contra el mío, entonces el beso comenzó a tener otro propósito, ya no parecía que era un beso de saludo, hasta que Merry dijo que nos consiguiéramos un cuarto, el rubio se separó de mí sin aviso, miró a la chica y comenzó a caminar en dirección al estacionamiento. Más confundido no pude estar y de hecho recibí unas cuantas miradas que también se les hacía extraña la situación.

Lo seguí hasta llegar a mi moto, estaba acomodando su mochila cuando empezó hablar.

-Deberías tapar tus marcas, siguen frescas –dijo, tratando de sonar casual.

-¿Pasa algo? -pregunté, el solo negó con la cabeza sin mirarme –entonces ¿Qué acaba de pasar allá?

-¿Pasar de qué? -se giró en su lugar y me miró serio, por un momento quise provocar una discusión, pero me calmé, caminé hasta su lugar, él seguía mirándome de esa manera, así que yo le sonreí.

-Nada, ¿puedes ayudarme a limpiar la herida cuando lleguemos? -le pregunté dándole un casco.

El asintió y subió a la moto, entonces yo arranque y nos fuimos. No sabía que era lo que le pasaba, hasta esa mañana todo estaba bien, quería saber, pero al mismo tiempo tenía miedo de descubrir la razón de su comportamiento, en todo el camino no hablamos y se sentía incómodo. Llegamos a su casa, el bajó en seguida, tomó su mochila y caminó hasta la entrada.

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora