•Ansias

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POV. JUNGKOOK

Le conté a JiMin como me la había pasado ese último mes, los medicamentos que empecé a tomar y las citas que iba a tener a partir de ese momento. De cierta forma ya no me sentía como antes, le expliqué al rubio el efecto de mis medicamentos y cómo reaccionaría a partir de ahí.

Le hablaba calmado y cómodo, pero el parecía estar perdido. Se quedaba callado mirando sus manos, solo asintiendo con la cabeza todo lo que le decía, conocía al chico, algo le pasaba, algo de lo que se sentía inseguro y no quería contarme, sin embargo, no le pregunté y mucho menos lo obligué, cuando él quisiera me iba a contar lo que le pasaba.

Le pregunté sobre el chico que dijo Merry, aspiró aire y por primera vez me había visto a los ojos, me platicó que había conocido al argentino de la escuela, era muy amable y se habían hecho buenos amigos, más de lo que él quisiera.

Quedé consternado porque cuando mencionó su nombre "Lautaro", se veía preocupado, incluso miró alrededor de manera simulada, pero al tenerlo enfrente, pude darme cuenta de manera fácil. Lo primero que pensé es que se habían peleado o algo como eso. Hasta que llegó la hora de salida.

Si bien un JiMin feliz me había recibido, en el trascurso de la mañana se veía inseguro, insensato, también algo distraído, pero no le tomé tanta importancia, porque me alteraría y era lo que menos quería.

—Te puedo llevar a tu casa —le ofrecí con una sonrisa, tomando su suave mano, aunque estaba sudada y el rubio no me había escuchado —Hey ¿estás bien? —pregunté colocándome en frente de él para así tener su atención.

—Si, es que... —entonces se calló, mirando atrás de mí, en seguida se puso nervioso, pálido como si hubiese visto un fantasma.

Me giré sobre mi lugar, y vi a James, el chico tenía una expresión de dolor, entonces apareció Julio por un lado de nosotros, mirando a JiMin serio y enojado hasta llegar al castaño. Lo primero que pensé es que se habían vuelto a pelear, pero que equivocado estaba...

Después recordé que James no iba a la escuela sino fuera por JiMin, ya comenzaba a sospechar algo al ver que mochi estaba más quieto que una estatua, regresé mi vista a sus amigos, Julio le dijo algo a James en el oído, dándole palmadas en un hombro, como si lo consolara de algo, y se mantenía dándonos la espalda.

Pero James hizo caso omiso de lo que sea que le haya dicho y caminaba con determinación hasta nosotros, JiMin empezó a temblar y tragó duro, creí que le iba a regañar por estar conmigo, y no, al llegar, se le veían los ojos llorosos.

—¿Serás Feliz con él? —inquirió con impotencia y dolor.

—James —hablé, tal vez no era el mejor momento y debía esperar después, pero no quería hacer incomoda la situación —quiero hacer las paces contigo, aunque sé que te gusta JiMin.

—¿Qué? —preguntó en tono de burla.

—No quiero que se vuelva incomodo cuando vaya a casa de ustedes, pronto JiMin y yo estaremos juntos de nuevo, pienso que eres un chico muy maduro y aceptaras, dándome otra oportunidad para convivir con ustedes.

Si a mí me hubieran dicho lo que había hecho JiMin en esas semanas, ni loco hubiese dicho eso, me había humillado en frente de él, con el rubio de testigo. Y decía que yo no lo amaba.

—Mira, JungKook —respondió el castaño, juntando sus manos y mirándome —sé que acabas de salir de un hospital, y tienes razón, soy lo suficiente maduro para no darte información que no me corresponde —dijo, mirándome el rostro con dolor —y por primera vez, te digo que estoy de tu lado.

Porfavor, corrompemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora