POV. JungKookADVERTENCIA: contenido M, solo para muñecas que puedan leer acerca del suicidio, si eres alguien que está pasando por algo similar o estás experimentando depresión, por favor no hagas lo mismo que los personajes, esto es FICCIÓN. Por favor busca ayuda, gracias.
Quisiera decir que fue lo que pasó por mi cabeza cuando lo lastimé y que me pasó después, pero sé que ninguna de las explicaciones que dé compensarán la mierda que hice.
Pedí a sus amigos llorando que lo cuidaran y que lo sentía mucho, entonces ellos dijeron que no volvería a ver a JiMin nunca más, después les dije que sus cosas seguían en mi casa, así que tenía que verlo de nuevo, ellos me hicieron sentir peor y acabé por decirles dónde vivía.
Julio me había detenido cuando pasó eso, estaba aturdido y apenas sentí los golpes, pero cuando llegue a casa, me di cuenta de lo mal que estaba, y según los doctores que me atendieron, me había provocado morragias internas además de abrirme la cara y tener una fisura en una pierna.
Las estadísticas dicen que el trastorno mental con mayor tasa de suicidios es el de bipolaridad y después sigue esquizofrenia. Yo sí lo había intentado a mis catorce años, pero no lo logre ya que vivía con mis padres y me hicieron un lavado estomacal a tiempo, pero esa vez estaba solo, nadie estaría.
No comía, no hacía nada más que llorar y provocar más dolor en mi cuerpo, volviendo a golpear las partes mallugadas.
Dos días después del incidente, marqué a Namjoon llorando como el débil que era, trató de tranquilizarme pero no le funcionó, una semana y media después, le mande un mensaje donde confesaba querer morir y que sin el rubio no podía seguir.
Después de ello, fui a comprar unas navajas sueltas a la ferretería, regresé a casa, me puse ropa negra holgada, abrí la llave de la regadera, mi celular no paraba de sonar pero no quería saber nada y, mientras ponía a una temperatura agradable el agua, mi corazón comenzó a palpitar muy rápido, podía escuchar su ritmo en mis oídos, era un sonido tan grande y pesado que sentía que mi corazón iba a salir de mi pecho, me senté en el piso, una navaja la guarde en mi bolsillo delantero del pantalón, y la otra estaba en mi mano.
Recorrí mis mangas hasta arriba de los codos y cuando puse la navaja sobre mi piel, mi corazón presionaba más fuerte, tenía la sensación de que me desmayaría antes de hacerlo, sin más, presioné sobre mi muñeca e hice una línea recta hasta mi codo, parecía que cortaba madera, era tan gruesa y se abría de manera grotesca, dejándome ver el músculo blanco, donde la sangre no tardó en salir.
No era suficiente, mis venas no habían sido tocadas, así que pasé de nuevo la cuchilla por el mismo lugar, pero ya no sentía dolor, solo mi sangre salía en demasía como cascada.
La fuerza se me había ido, traté de cortar mi otra muñeca, pero de manera horizontal. Pronto mi vista se nubló y me empezaba a dar sueño.
Si me hubieran dicho que JiMin al día siguiente irá a mi casa, no habría hecho nada, pero verlo al otro lado del elevador, de rodillas llorando, no pude resistirme safarme de los brazos de mi tía para abrazarlo débilmente.
—Estas aquí... –dije, sin poder creer que volvía a oler su aroma y ver su cabello rubio.
No sé qué pasó después, ya que quedé dormido de nuevo.
Cuando desperté en mi habitación, sentía un ardor en mis brazos, quise moverlos, pero las vendas estaban apretadas y no podía moverlas, un brazo estaba cubierto hasta el codo y el otro menos de la mitad.
Miré a mi alrededor, la luz no pasaba por la ventana, no tardé en darme cuenta que era de noche, entonces recordé a JiMin, había estado en el pasillo ¿no? Era él ¿cierto?
Alguien abrió la puerta teniendo en mano un plato y un vaso.
—Te traje la cena, Kook –dijo mi tía con cuidado, sentándose a mi lado.
—Gracias... –contesté debil, tratando de enderezar mi cuerpo y estar sentado.
Nos quedamos en silencio por un rato hasta que ella soltó un suspiro pesado.
—¿Qué pasa? –pregunté, tomando el vaso con limonada.
—Es que no se porque lo hiciste, casi lo logras, JungKook.
—Estarían mejor sin mí –dije, bajando la mirada.
—No es cierto, nadie estaría mejor sin ti, tus padres ya estaban tomando un vuelo hasta aquí cuando supieron lo que hiciste.
—¿Y por qué no están aquí? –ella abrió la boca para decir algo, pero la cerró –¿Ves? No les importa, te mandaron a ti.
—Nadie me mandó, yo vine porque me preocupas, Nam tenía tiempo diciéndome que ibas hacer algo, estaba en el aeropuerto de aquí cuando marcó con ansiedad sobre lo que ibas hacer...
—Es que, no debiste interferir, yo debía mori-
—Cállate, no digas eso –me interrumpió, abrazándose a sí misma y mirando la puerta —Tal vez tus padres están cansados de querer ayudarte para que te recuperes de tu estado.
—¿Recuperarme? Mierda Jéssica ¿eres idiota? Es un trastorno, este jodido "estado" no tiene recuperación, jamás, nunca, ellos no me quieren...
—Tienes razón —me dijo, volviendo a mirarme, un poco más fría que al principio —no tienes recuperación y tal vez ellos si se cansaron de ti, más rápido que cualquier otro padre y se hicieron de la idea de que estabas bien para no preocuparse –bajé la cabeza, en el fondo solo quería que me lo confirmarán porque ya lo sabia, pero aun así me dolía.
Todos los que me querían ayudar siempre salían lastimados, y odiaba eso de mi, ya no podía vivir conmigo mismo, ya no quería despertar y vivir otro día en donde me digan que la estoy cagando, ya no quería respirar el mismo aire de personas que se cansan de mi. Simplemente yo tenía la culpa y peso de todo, les estaba haciendo un favor, pero mi tía lo impidió.
Aún que en la actualidad, le doy las gracias.
Ella se levantó de la cama, fue hasta la puerta pero antes de salir, me miró por última vez.
—Tal vez ellos no se preocupan pero yo si, y también un chico rubio que está tomando té en la sala que te ama después del daño irreversible que le hiciste.
Después de eso, cerró la puerta sin ganas, dejándome con la afirmación de que JiMin si había ido y si lo había abrazado.
Las lágrimas no tardaron en salir, comencé a sonreír como idiota al saber que ese chico todavía seguía ahí.
No pude reparar el dolor que le hice, y nunca lo haré, pero lo que sí podía hacer, era ser mejor para él.
Comenzando por terapias y tratamiento, sería mejor y en el mejor de los casos, JiMin podría ser mi novio. Otra vez.
Si tan solo hubiera luchado más por el.
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Porfavor, corrompeme
Fiksi PenggemarLas relaciones adolescentes nunca duran, o eso decían los adultos. Su historia tiene inicio en Bradford, Inglaterra, ya que ambos son estudiantes de intercambio, pero...¿qué sucederá con ellos? ¿podrán tener una relación? ¿su futuro los volverá a un...