Mío

Capitulo 25

 Seiya queda como una estatua, observándome detenidamente.

-¿Tan hermosa soy?-

Seiya; No es eso

-Entonces, ¿Qué es? -

Seiya; ¿Saliste con Belefronte?

-Así es, salimos e incluso nos besamos-

Seiya; ¿Se besaron?

-El me beso-

Seiya; No te das cuenta, Belefronte es un manipulador 

-Y yo te repito, se cuidarme- 

Seiya; Es inútil hablar contigo. -Dijo a punto de irse pero lo retuve

-Es inútil hablar conmigo. -Susurro agarrando una manzana y revoleársela por la cabeza mediante gritar. -¡No es inútil hablar conmigo, sino contigo! -

Seiya; ¿Estás loca?

-SI SERÉ UNA LOCA, PERO POR LO MENOS VOY DE FRENTE Y NO COMO OTROS... -

Seiya; ¿ME ESTÁS LLAMANDO COBARDE?

-Y si lo hago, ¿Qué vas hacer? -  

Seiya; ¿Qué voy hacer? Te llamare histérica

-Seré una histérica como dices,  pero por lo menos hago todo lo posible para demostrar mis auténticos sentimientos y no como otros inseguros. -

Seiya; Claro,  yo soy el inseguro. Siendo que tú, eres la histérica que un día vas conmigo y al otro vas con quien se te antoje

-Y por despecho vas con Hilda. - 

Seiya; Yo no hago nada por despecho, pero no estoy jugando a dos puntas como tú

-Quizás, pero es porque esta sea la única manera de recibir atención de quien quiero. -Dije tras acercarme

Seiya; ¿Qué quieres decir?   

-Lo que quiero decir, es que te morís de ganas de besarme,  ¿Qué te hubiera encantado ser vos el que saliera conmigo? Y sobretodo, ser vos el privilegiado en besarme. -

Seiya; Intento, que no pase. Pero, desde el primer momento. Lo anhelo, odiando el simple hecho de pensar que estás con alguien más y no conmigo. Me desespera. -

-Entonces, déjate llevar. -

Ambos de manera mutua nos devoramos a besos acompañados de nuestras respiraciones agitadas mediante enredando mis piernas alrededor de sus caderas y subir sobre la mesa y lentamente comenzar a expandir su mano sobre la espalda haciéndonos sentir electrizados al punto de desnudarnos. Pero, de pronto. Oímos un aplauso proveniente de Belefronte.  

Belefronte; ¿Qué bien? Yo preocupado, escuchando gritos y creyendo que se estaban matando. Pero y sin embargo, vengo aquí. Y miren, ¿Cómo es que la cocina paso de ser un campo de batalla a un hotel? Además, siempre hablas de no mentir. Y ahora, ¿Qué? Planeas serle infiel a tu prometida. Sabia de sobra que te gustaba prostituirte, pero esto. Es demasiado.

HASTA PRONTO.

Juliee...