¡¿Podrian dejarme hablar?!...

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–¡¿Podrían dejarme hablar?!– Adrián grita, casi entrado a la desesperación. Todos guardamos silencio y él suspira.– Yo no me voy a ningún lado, jamás abandonaría a Isa.

–¿Y esa maleta?– pregunta tía Tatiana. Adrián rueda los ojos y se acerca, mostrándole la maleta directamente a ella, quién alza las cejas con sorpresa por alguna razón.– Oh. Es 'esa' maleta.

–¿Cuál maleta?– pregunta Daniella.

–Yo le envié una maleta a Adrián con muchas cosas para los bebés y le dije que la escondiera hasta que yo viniera, quería que fuera una sorpresa para Isabel.– ella me sonríe apenada y yo suspiro.

–¿Entonces no me vas a dejar porque estoy gorda y fea?– pregunto, casi pareciendo niña chiquita. Él suspira y se acerca a mí, rodeandome con sus brazos.

–Claro que no, yo te amo.– besa suavemente mis labios.

Después de calmarme y de haber lavado mi rostro, nos sentamos en la sala de estar a ver todo lo que la tía Tatiana le dió de regalo a los bebés.

Ella insiste en hacer un Baby Shower, pero yo enseguida me niego a hacerlo. Claramente no estoy de ánimos para nada, estoy muy hormonal y no quisiera terminar llorando ese día y arruinar la fiesta. Daniella y Tatiana siguen insistiendo mientras Adrián y Nathan me apoyan por completo, alegando que si yo no quiero tener un Baby Shower tengo mis razones.

Unos meses más tarde....

Estoy en el octavo mes y siento que en cualquier momento en vez de caminar voy a rodar.

Las chicas están conmigo, Sydney y Mía también tienen 8 meses de embarazo, pero al contrario de Sydney y de mí, Mía no tienen el vientre tan... Exageradamente gigante. El suyo es un embarazo normal, mientras que el de Sydney es de gemelos y el mío de trillizos. Rose está con los gemelos, que en mi opinión mientras más crecen más hermosos se ven, Ivan es la versión bebé de Dimitri y Amelia es Dimitri y Rose combinados.

En la última cita que tuve con el doctor Markov le conté sobre mis inquietudes. Es decir, Mía y Sydney están embarazadas, sin embargo ellas no han tenido cambios hormonales tan fuertes cómo los míos. Adrián ha tenido mucha paciencia conmigo, y lo agradezco, pero siento que estos cambios de humor no son muy normales. Y tal y cómo lo dijo el doctor, sí, en mi estos cambios hormonales son completamente normales.

Dijo que no puedo comparar mi embarazo con ningún otro sencillamente porque yo no sólo llevo un bebé en mi vientre, tampoco dos, son tres los que cargo, y por eso mis hormonas estarán más alborotadas que las de cualquier otra mujer embarazada.

Eso me ayudó a entender muchas cosas.

–Rose, ¿Me prestas a Amelia?

–Isa, ya te dije que mis bebés no son muñecos de práctica.– dice Rose. Yo sonrío con inocencia, pero igual cargo a la pequeña. Es cierto, lo admito, he estado cargando a los bebés de Rose con la excusa de "eso me ayudará a practicar" pero al momento que alguno de los dos ensucian el pañal yo desaparezco cómo si fuera Houdini, por arte de magia.

He aprendido a desenvolverme mejor con los bebés, ya no tengo miedo de cargarlos y es más fácil hacerlo ya que están más grandes. Sydney y Mía cuentan lo sobreprotectores que se han vuelto Killian y Eddie, y nos reímos al saber que a Eddie le da miedo tener sexo con Mía porque cree que podría lastimar a su bebé, no importó cuántas veces se lo dijera el doctor y también Dimitri, Eddie simplemente se niega a tener sexo con Mía porque cree que eso va a traumar a su hijo. Sydney afirma que con Killian eso nunca pasó pues desde los primeros meses investigó todo lo que pudo igual que Dimitri y luego de hablar con él doctor y aclarar las pocas dudas que tenía todo continuó con normalidad.

💕Roza&Dimitri 💕Nuestro Amor (Complete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora