50.- Las licencias

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El caos se adueñó del terreno. Un enorme grupo de enmascarados liderados por Gang Orca, los cuales se hacían pasar por villanos, salió del agujero creado en el muro.

Aceleré el paso, debíamos llegar a la zona segura lo más rápido posible. Le iba hablando a los niños de vez en cuando, asegurándome de que siguieran bien y conscientes. Una vez llegué, vi como algunos candidatos trataban de trasladar a los heridos a una zona algo menos accesible para los villanos, los cuales se acercaban peligrosamente rápido. Divisé a Izuku, con un herido a la espalda y los villanos prácticamente al lado.

- Agarraos fuerte - les dije a los niños.

Noté como se adherían más a mí, así que me agaché, puse mis manos en el suelo y creé un muro con mi kosei, separando a Izuku y el resto de heridos de los villanos.

- ¡Izuku! - exclamé, llamando su atención.

- ¡Shayumi! - gritó al verme - ¡Hay que proteger a las víctimas!

Asentí con la cabeza, creé un muro alrededor de toda la zona segura y corrí hacia Izuku. Ambos dejamos a las víctimas que llevábamos a cargo de los candidatos que se encontraban allí. Les expliqué la situación de los niños rápidamente, me despedí de ellos de la forma más tranquilizadora que pude y salimos de allí.

Hice que el suelo volviera a su sitio, haciendo desaparecer el muro. Los villanos no tardaron en aparecer junto a nosotros, tratando de llegar a la zona segura.

- Puedo contar 9 - avisó Izuku - ¿Vamos 4 y 5?

- Me pido 5 - contesté mientras me crujía los nudillos.

Asintió con la cabeza y nos dirigimos de frente contra los villanos. Empezamos a luchar contra ellos de la mejor forma que podíamos. Me centraba en ataques físicos, usando el arma de captura para inmovilizarlos. Até a dos pierna por la pierna y tiré de mi arma de captura para hacerles caer. Rápidamente, me agaché, utilicé mi kosei y les dejé las manos atrapadas bajo el cemento del suelo. 

Aprovechando que estaba agachada, otro intentó atacarme por detrás. Por suerte, me di cuenta antes de que llegase a hacer nada y le propiné una patada en la espinilla derecha y otra en el tobillo izquierdo, derribándole en el acto. 

Me levanté y me giré hacia otro villano. Este empezó a atacarme, pero lo hacía tan rápido que solo llegaba a bloquear sus movimientos, sin manera alguna de devolverle los golpes. El contrincante que restaba me agarró por la espalda, colocándome los brazos tras esta, dando vía libre al otro para golpearme. Un puñetazo fue dirigido directamente a mi rostro, golpeando mi mandíbula. Noté un pequeño reguero bajando por mi labio, junto con un leve sabor metálico en la boca. Miré al villano que tenía al frente, a la altura de donde debían estar los ojos, ocultos por la máscara que llevaba puesta.

- Ahora - escupí la sangre al suelo - sí que me habéis cabreado.

Le propiné al de delante una patada en el estómago, lo bastante fuerte como para hacerle recorrer un par de metros del impulso y caer. Pisé el pie del que me retenía, causando que aflojase el agarre de mis manos. Le di un codazo en la zona de las costillas y cuando se retorció, le propiné un cabezazo en la barbilla. Finalmente me soltó, así que me giré y le golpeé en la yugular para dejarle inconsciente.

Ya quedando solo un último villano, me limpié la sangre del labio inferior con el dorso del guante. Me acerqué a él rápidamente, 4 golpes en la cabeza y 2 en el estómago fueron lo suficiente como para dejarle en el suelo.

Black AlchemistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora