37.- El terror ha llegado

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Cada uno de los alumnos de 1A efectuábamos nuestros respectivos entrenamientos, mejor o peor cada uno. Se me hacía muy complicado mantener el iceberg en su estado inicial, ya que la fogata lo derretía por momentos. Y encima, tenía que vigilar que el fuego no se esparciera, regulando la cantidad de oxígeno a su alrededor.

Al cabo de un rato la clase 1B apareció, y se quedaron asombrados y atónitos ante nuestro entrenamiento. Las cuatro integrantes de las "Wild Wild PussyCats", Shota y Vlad King se encargaron de ayudarnos a los 41 alumnos allí presentes.

Estuvimos así durante horas, sin descanso alguno, hasta las 16:00. Ragdoll y Pixie Bob nos llamaron y nos dirigimos a una zona con mesas de picnic, que estaban cubiertas con platos llenos de zanahorias, patatas y otros ingredientes.

- ¡Dijimos que los mimos se acabarían ayer! - anunció Pixie Bob.

- ¿Queréis comer? - preguntó Ragdoll - ¡Pues cocinad! ¡Hoy toca curry!

- Sí, señoras... - soltamos un suspiro decaído.

- ¡Parecéis terriblemente cansados! - se rió Ragdoll.

Iida consiguió levantarnos el ánimo a todos, así que fuimos a los dormitorios a cambiarnos y volvimos a salir fuera. Me vestí con unas mallas negras, una camisa azul a cuadros atada a la cintura, un top azul y unas zapatillas negras.

Entre los que teníamos más experiencia cocinando, nos las apañamos para explicar a los demás cómo se hacía el curry, los procedimientos a seguir y tal. Para cuando acabamos, nos lanzamos enseguida sobre la comida. Al cabo de un rato, Izuku se sirvió otro plato y se marchó, pero nadie le preguntó el motivo.

Volvimos a los dormitorios y nos pusimos el pijama.

- ¿Podemos hacer algo? Aún es pronto - se quejó Mina.

- ¡Sí! He conseguido coger una bolsa de papas de la despensa - anunció Toru.

- Mañana seguiremos entrenando, será mejor que no...

- Jo, Shayumi, eres una aguafiestas... - dijo Ochaco, poniendo un puchero.

- ¿Aguafiestas? ¿Yo? Ja, buena broma - contesté - Anda, ¿qué queréis hacer?

- ¿Verdad o reto, kero? - propuso Tsuyu.

- Sí, estaría bien para conocernos mejor - afirmó Momo.

Asentí, y nos colocamos en un corto con la bolsa de papas en medio.

- Bien, ¿quién empieza? - pregunté.

- Uraraka - dijo Jiro - ¿Verdad o reto?

- Umm... Reto - contestó.

- Vale, tienes que flotar hasta el techo y dejarte caer sobre el colchón - le retó.

- Pero... Llevo todo el día flotando... Y el techo está muy alto... - suspiró Uraraka.

- No, es un reto, no te puedes echar atrás - le dije.

- Bah, está bien...

Se puso de pie, juntó las yemas de sus dedos y activó su kosei. Empezó a flotar hasta el techo, tapándose la boca para no vomitar, y en cuanto lo tocó desactivó el kosei, cayendo en picado. Aterrizó de golpe en el colchón, con un ruido sordo.

- ¿Contentas? - preguntó, mientras se sujetaba el estómago.

- Y tanto - contesté con una sonrisa maliciosa.

- Pues ahora vas tú - dijo - Shayumi, ¿verdad o reto?

- ¿Reto?

- Atrévete a cambiar el arma de captura de Aizawa-sensei por unas sábanas.

Black AlchemistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora