44.- Pequeños problemas

2.4K 264 169
                                    

Me levanté al sonar la alarma. Me puse el uniforme, me peiné y maquillé lo bastante como para tapar mis ojeras. Bajé a la cocina, dispuesta a desayunar algo, encontrándome allí con Bakugo.

- Creí que entrenabas por las mañanas - dijo al verme.

- ¿Quién te dice que no he entrenado?

- El hecho de que parece que te vayas a dormir en cualquier momento - contestó con sarna - ¿Quieres un café?

- Necesito un café, más bien...

Me acerqué a él, mientras servía una taza de café y me la tendía.

- ¿No hay nadie más despierto? - pregunté.

- Cuatro-ojos ya se ha ido a clase, coleta y orejas están en la sala común.

- ¿Tienes motes para todos?

- ¿Te sorprende? Solo sois unos extras, no tengo tiempo para aprenderme vuestros nombres.

- Y, aún así, te preocupas por mí.

- Explícate.

- Cuando seguíamos con los villanos, me ayudaste a quitarme las esposas.

- ¿Tan cabrón me crees cómo para no liberarte?

- Amenazaste a Shigaraki cuando me estaban cortando las manos.

- No quería tener que cargar contigo estando incapacitada si conseguía escapar.

- Me salvaste del Nomu en la USJ.

- ¿En serio vuelves con eso?

- Acabas de ofrecerme un maldito café, Bakugo.

- Por que tienes la cara tan pálida que pareces un jodido fantasma, mierda-deforma-cosas.

Suspiré, apretándome el puente de la nariz.

- Di lo que te dé la gana - suspiré - Paso de discutir contigo a estas horas, no estoy de humor.

Café en mano, caminé hacia la sala común.

- Buenos días - saludé al llegar.

- Buenos días - contestó Yaoyorozu.

- ¿Has dormido bien? - preguntó Jiro - Como al final no viniste, pensé que no te habría hecho falta.

- Sí, sí, no te preocupes - dije con una sonrisa fingida.

El resto de alumnos fue apareciendo. Al verme, Izuku se acercó a mí con una sonrisa.

- ¡Buenos días! - dijo entusiasmado.

- Buenos días. Creo que me voy a ir yendo hacia clase - contesté, intentando darle a entender que fuese conmigo.

- Te acompaño - dijo con una sonrisa.

- Yo también - añadió Uraraka.

Salimos del recinto de los dormitorios y caminamos hacia el edificio principal.

- ¿Te encuentras mejor? - preguntó Ochaco.

- ¿Qué? Ah, sí, claro.

- ¿Ha pasado algo? - cuestionó Izuku.

- Nada, ayer me encontraba un poco mal, pero ya ha pasado.

- ¿Seguro? Quizás no deberías ir a clase hoy.

- Estoy bien, lo juro - suspiré - Podéis dejar de preocuparos.

Llegamos a clase y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. Shota no tardó en llegar, además del resto de compañeros.

Black AlchemistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora