82.- El final de la batalla

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Finalmente el muro de cemento fue lo bastante alto, e Izuku chocó contra él, quedándose ahí.

- ¡Paradlo! - exclamaba, tratando de luchar contra su kosei - ¡Paradlo!

Le dolía, y mucho. Estaba al borde de las lágrimas.

- ¡Para ya! ¡Para!

- ¡Izuku, tienes que calmarte! - dije - ¡Aguanta un poco más!

- ¡No...! ¡Puedo...! ¡Pararlo...!

Se notaba su sufrimiento en la forma en que arrastraba las palabras. Uraraka dio un salto y usó su kosei para llegar hasta Izuku, aferrándose a su espalda.

- ¡Shinso! - llamó ella, llamando la atención del chico - ¡Contrólale! ¡Tienes que parar a Deku!

Shinso se quedó paralizado, con los ojos muy abiertos.

- ¡Por favor, Shinso! - supliqué - ¡Por favor, ayúdale!

Tocó su máscara para desajustarla y gritó.

- ¡Midoriya! - llamó - ¡Peleemos!

- ¡Nnnngh! - gruñó - ¡Vale!

El kosei de Shinso le "atrapó", sus ojos se volvieron inexpresivos y los látigos de sombras volvieron a su brazo, desapareciendo. Respiré profundamente, aliviada, y corrí a reunirme con ellos, mientras Uraraka le hacía recobrar la consciencia.

Llegué a la plataforma sobre la que estaban ellos, justo a tiempo para ver cómo Monoma aparecía montado en una tuerca gigante por detrás de Izuku, con la intención de tocarle y copiar su kosei.

- ¿¡Hm!? ¡Me temo que el combate no ha terminado! - dijo.

Usé mi arma de captura para agarrarle por el antebrazo y tiré de él, haciéndole caer de la tuerca.

- No tan rápido, listillo - mascullé, y me giré a ver a Izuku - ¿Ha llegado a tocarte?

- No lo sé, no lo tengo claro...

La cinta de Shinso se acercó peligrosamente a nosotros, pero Izuku la agarró con la mano. Shinso tiró de ella con fuerza, Izuku no pudo aguantarla y acabó cayendo al suelo.

- ¡Deku no fue lo bastante fuerte como para resistir! - exclamó Uraraka.

- Está débil por culpa de su kosei... - dije.

- Todavía podría ser peligroso para vosotras... - jadeó Izuku desde abajo - Por lo que no pienso usar mi kosei ahora.

- ¡Entonces, retrocedamos por ahora! - exclamó Uraraka - ¡Se nos ocurrirá algo!

- ¿Retroceder? - preguntó - Eso sería perder.

- Uraraka, tal vez llevemos poco, pero tampoco nos sobra el tiempo. Lo mejor será continuar como podamos en estas circunstancias - traté de convencerla - Bajemos, anda.

Asintió con la cabeza, resignándose, y fuimos al suelo.

- Shinso está allí arriba, esperando - comentó Izuku - ¡Es mi oportunidad de ganar!

- Pero... Deku, no puedes ir en serio... - dijo Uraraka cuando llegamos a tierra - ¿¡Vas a pelear "quirkless"!?

- No... Pero voy a necesitar vuestra ayuda - respondió, y asentimos con la cabeza.

Ideamos un pequeño plan. Monoma no tardó mucho en volver a atacarnos, lanzándonos una pieza de metal que Uraraka desvió con una de sus muñequeras. De pronto, la piel de Monoma se tornó de un tono rojizo, parecido al que tenía Izuku cuando activaba su kosei antes de sus prácticas con Gran Torino.

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