Black Alchemist

78.- 1A Vs 1B

A la mañana siguiente me desperté desorientada, a causa de unos zarandeos. Me asusté un poco al abrir los ojos y no reconocer la habitación, pero me relajé al ver a Bakugo.

- Despierta de una vez - masculló - Quiero irme a entrenar.

- Perdón, perdón... Espero no haberte causado muchos problemas...

- Empezaste a murmurar y a moverte mucho a mitad de la noche, pero parece que logré calmarte con el sonido de pequeñas explosiones.

- ¿En serio?

- Al parecer, sí.

- Gracias...

- No es nada... Y ahora, lárgate para que pueda irme.

Asentí con la cabeza, me levanté de la cama y caminé hacia la puerta. Pero cuando estuve a punto de salir, Bakugo me frenó.

- Ayer vino Deku preguntando por ti. Le expliqué la situación y... Le dije que soy gay.

- ¿En serio? ¿A Izuku?

- Sí - afirmó.

- Me alegro por ti - respondí con una sonrisa - Nos vemos en clase.

- Adiós.

Salí de la habitación con cuidado, tratando de asegurarme de que nadie me viera, y me dirigí a mi cuarto. Todavía quedaba tiempo de sobra para que empezasen las clases, así que decidí ir a las duchas de la zona común. Realmente necesitaba relajarme en la ducha.

"¡Shayumi! ¡Te he echado de menos!"

Suspiré profundamente, tratando de ignorar la voz de Toga en mi cabeza y centrarme en el agua cayendo por mi cuerpo.

- Ahora no... - susurré.

"¡Creo que podríamos ser grandes amigas!"

- Solo es mi estúpida mente sacando frases de contexto... No es real.

"Me voy a divertir mucho contigo."

- No es real.

Me puse el albornoz y salí de la ducha.

"Jooooo, pero es divertido..."

Me llevé las manos a la cabeza.

- No es real... No eres real...

- ¿Aizawa? - escuché, y sentí una mano sobre mi hombro.

Me giré de golpe, como movida por un resorte.

- ¡Yaomomo! - exclamé, llevándome una mano al pecho - Joder, me has asustado.

- ¿Estás bien? Parecía que hablabas sola.

- S-sí, tranquila. Lo siento si te he incomodado, me voy en cuanto me vista.

- No pasa nada.

Me sequé rápidamente y me vestí lo más rápido que pude, subí a mi cuarto a dejar las cosas y volví a la zona común. Me metí en la cocina, dispuesta a hacerme un café, cuando Aoyama apareció.

- ¿Os ha pasado algo a Midoriya y a ti? - preguntó.

- ¿Qué? No - respondí, sorprendida - ¿Por qué preguntas?

- No has dormido con él esta noche, así que pensé que os habíais peleado o algo.

- Anoche no me encontraba bien, y preferí dormir sola - me inventé - Espera... ¿Cómo sabes que no dormí con él? ¿Has vuelto a dejarle queso en el balcón?