Pequeño retoño por la mañana.

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Al día siguiente, ya está bastante iluminado cuando Taehyung empieza a abrir de a poco sus ojos. El alcohol que ingirió el día anterior parece hacer efecto en su organismo. El dolor de cabeza es la única compañía que tiene en aquella habitación.

La luz entra por su ventana y se remueve un poco en su cama, talla sus ojos por la molestia que ésta le causa con sus manos y se levanta despacio. Deja medio cuerpo levantado para poder tomar su celular del estante que está a un lado de su cama. Lo desbloquea con algo de torpeza y observa un mensaje de la persona que menos quería en ese momento. Su madre. Taehyung lo lee con algo atravesándole el pecho.

No le agradaba recibir mensajes de su madre. Ninguno de ellos era para preguntar si se estaba alimentando bien o si le hacía falta dinero, nunca decían nada de eso. Todos y cada uno de ellos eran para dejarle en claro que su madre era religiosa, casi en extremo.

"Fui a misa esta mañana. Oré por ti y por mi. Sé que lo que atravesamos es difícil, pero Dios me ayuda a encontrar un significado en todo esto. Sé que castigará a tu padre por sus pecados. Te echo de menos."

Al terminar de leerlo suspira, siempre es lo mismo. Taehyung nunca ha sido desinteresado con su madre, pero últimamente hacía cosas que le estaban afectando mentalmente, por eso mismo huyó de casa. Él no quería a personas enfermas en su vida, no necesitaba más problemas.

Su celular vibra sacándolo de sus pensamientos. Lo observa y lee con atención el mensaje que JiMin le ha dejado.

"¿Tienes la hierba, cierto? La policía encontró algo en casa de Irene. Su madre le grito. Ella piensa que es mía."

En ese momento Taehyung decide salir de la cama para alcanzar sus pantalones y buscar en sus bolsillos. Al no encontrar nada, comienza a buscar en el resto de su ropa y libros que tenía sobre el banquillo. No encuentra la hierba y de pronto sus compañeros de piso creen que es buena idea interrumpir en su cuarto a esas horas. El castaño al verlos entrar regresa a envolverse en las cobijas de su cama, no quiere que sepan que estaba buscando.

—Sí, está despierto —Mika le habla tranquilo a su teléfono. A su lado, ingresa su compañera, de la cual rara vez recuerda su nombre.— Hola, TaeTae.

—Mika, puedes tocar cuando entres. Eres molesto —dice bufando cuando los molestos invitados se dejan caer sobre su cama, cada uno a un lado de él.

—Espera, si tenemos suerte, creo que podemos ver una erección matutina —Mika retira divertido las cobijas del regazo de Taehyung.— ¡Vamos, Taehyung! Saluda a Lisa.

Lisa sonríe tras la pantalla. El castaño no quiere decirlo, pero se nota cansada.

—Hola —saluda sin ganas el castaño. Sus compañeros lo observan con un poco de desconcierto.

—Okay, que gran entusiasmo. Perdónalo, es la adolescencia —Mika parece no querer callarse.— Él tiene otros problemas. El acné, cómo convencer a una chica para quitarle lo virgen, todo eso.

Taehyung lo observa pensando en cómo es posible que alguien diga tantas estupideces tan temprano.

—Déjalo —Lisa habla tranquila y tratando de entender al castaño.— Se acaba de levantar.

—Lisa, él duerme todo el tiempo, no tienes ni idea. Come, duerme, caga. Eso es todo. Podíamos haber conseguido un hámster y hubiera sido lo mismo.

Para ese momento, Taehyung ya sólo escucha fastidiado. Pone sus ojos en blanco con cada palabra que Mika dice. Normalmente, el castaño era paciente, pero su compañero siempre lograba llevarlo al límite, demasiado fácil.

—Mejor —responde su compañera, de la cual sigue sin recordar su nombre.

—Sí, mejor —Mika, sin dudar, la apoya.— ¡Y además apesta! Si supieras cómo apesta.

𝒃 𝒊 𝒑 𝒐 𝒍 𝒂 𝒓 𝒊 𝒕 𝒆 🍁 𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora