Taehyung no estaba nervioso. Nada de eso. En realidad, se sentía contento de ver a su madre después de tantos meses sin verla. Quizá él hubiera escogido otro lugar en donde encontrarse, pero realmente eso no tenía gran importancia en ese momento. Mientras caminaba, pudo distinguir la figura de su madre en la entrada de la iglesia. Se tomó su tiempo para llegar hasta ella, estaba diferente, se notaba calmada.
—Hola, mamá —el castaño sonríe en dirección a la mayor.
—Hola, cariño —los ojos de su madre brillaban mientras sonreía—. Me alegro de verte.
Los brazos de su madre lo funden en un cálido abrazo. La había extrañado. Había extrañado a su madre muchísimo. Tanto como para admitir que había sido un error alejarse de ella sin tomarse el tiempo de comprenderla.
—Yo también, mamá —contestó sinceramente.
—Me alegro —la mayor se separa de su hijo para observarlo unos segundos—. Pues vamos, vamos.
—¿No esperamos a papá? —pregunta Taehyung confundido.
—No vendrá. Es por mi culpa, le dejé demasiados mensajes en el contestador. Creo que no ha querido verme desde que nos separamos.
—Espera, es raro.
—Cariño, escúchame —la mujer acaricia la mejilla del castaño con cariño—. La gente es como es. No trates de cambiarlos. Están con sus cualidades y sus defectos. Solo tenemos que darle un poco de tiempo para que comprenda. Ven —la mayor sonríe atrayendo a su hijo al interior de la iglesia—. Ven.
El castaño le sonríe devuelta y deja llevar por las manos de su madre. Toman asiento en la cuarta fila, Taehyung, al llevar tanto tiempo sin pisar un lugar así. Se da la oportunidad de observar a su alrededor. Siempre la ha gustado la arquitectura que las iglesias emplean, lucen pulcras, cálidas. Le resultaba complicado creer que hubiera personas que usaran a Dios para regar su odio y rechazo.
La religión no era complicada, los humanos la hacían así.
Alrededor de media hora más tarde, apareció el padre dando por iniciada la misa. Sus manos estaban cruzadas mientras hablaba.
—Sobre Dios descansa mi salvación y mi gloria. Mi refugio está en Dios.
El castaño quiere prestar atención. Sin embargo, su celular vibra distrayéndolo y haciendo sentir preocupado al leer el mensaje. Era Seulgi.
"Jungkook ha desaparecido. Nadie sabe dónde está, no contesta... empezamos a preocuparnos. ¿No está contigo?"
—Lo que la biblia nos dice en este pasaje, el caso es que cada fiel puede hallar paz y consuelo en su fe.
Las imágenes de Jungkook empiezan a pasar por la mente del castaño.
Y tú, sí tuvieras que dibujarme como me dibujarías.
Repitiéndose.
Soy débil en todo lo que tiene que ver contigo, amor.
Calando en su cuerpo.
Desde que te conocí, eres él único que importa.
Y en su mente.
Hay muchos otros Taehyung y muchos otros Jungkook en otros universos paralelos, que están juntos, allí.
—Dios nos da la fuerza que todos necesitamos. No importa cuales sean tus pecados. Dios te entiende y te acepta. Nunca estarás solo mientras esté contigo. Y siempre tendrás a dónde ir porque la casa del señor siempre está abierta para ti. Y la iglesia es este refugio. Su refugio.
Su refugio.
Aquí es a donde vengo cuando quiero estar solo.
Taehyung comprende al escuchar esa palabra. Cree saber dónde se encuentra el pelinegro—. Mamá, lo siento, tengo que irme.
—Está bien, cariño.
—Te amo —dice después de mucho tiempo tomando por sorpresa a su madre.
—Yo también te amo, cariño.
El castaño sonríe para después levantarse de su asiento y salir del lugar. Sus piernas bajan con prisa las escaleras y, sin notarlo empieza a correr. El lugar no estaba muy cerca, así que tenía que llegar lo más pronto posible. Taehyung corría con un poco de temor instalado en su pecho, no sabía que podría encontrase en aquel lugar. Sin embargo, algo le decía que tenía que llegar pronto.
El castaño estaba tan distraído que no noto el claxon de un coche sonar. Por fortuna, el frente del coche solo había rozado su pierna. Sus zancadas empezaron a hacerse más amplias y se ayudaba con sus brazos para impulsarse con más fuerza. Minutos después, logró ver la rejilla negra que resguardaba el bosque abierta. Sin importarle mucho entro rápidamente buscando aquel puente en que Jungkook y él se habían besado por primera vez.
—¡Jungkook! —gritó agitado al llegar al lugar.
Con la lámpara de su celular alumbraba, sin dejarse atemorizar por la pesada oscuridad que lo envolvía. Giro sobre sus zapatos para observar todo el interior del lugar. Al vislumbrar una pequeña masa negra sentada sobre la tierra pudo respirar un poco. Sin embargo, al acercarse su pecho se contrajo al ver al pelinegro llorando y abrazando sus rodillas.
El castaño se arrodilló para quedar a la altura del mayor. Junto sus frentes en una clara señal de "estoy aquí".
—No estás solo —dijo al momento en que sus miradas se encontraron—. Estoy aquí —el castaño toma por el mentón a Jungkook para rozar sus narices—. Ya no estás solo.
Jamás lo estaría de nuevo.
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𝒃 𝒊 𝒑 𝒐 𝒍 𝒂 𝒓 𝒊 𝒕 𝒆 🍁 𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗
Fanfiction"Hay cientos de Taehyung y Jungkook juntos en otros universos".