𝒃 𝒊 𝒑 𝒐 𝒍 𝒂 𝒓 𝒊 𝒕 𝒆 🍁 𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗

Excusas.

Miércoles.

Eran la 1:43 cuando el castaño comenzaba a ponerse ansioso. Con el pelinegro había establecido una hora en específico para "ayudarlo" con el mural. Taehyung no sabía nada de arte y se consideraba cero creativo, pero esperaba usar un poco de tiempo para poder conocer más al contrario y pasar tiempo con él. El castaño no era puntual, pero ese día había llegado con 15 minutos de antelación al lugar.

Ahora, mientras estaba sentado sobre un bote de pintura mandaba mensajes al celular de Jungkook ya decepcionado. Quizá, el pelinegro había tenido un contratiempo o un problema, pero no lo sabía, ya que ninguno de sus textos fue contestado.

"Jungkook, ¿dónde estás?"

"Mis ojos están sangrando por ver este mural del infierno."

"¿Todo bien?"

El castaño releía los mensajes una y otra vez. La puerta de la sala fue abierta y con esperanza volteó, pero no era el pelinegro quien se acercaba, sino el club de chicas con el que pasaba los últimos días.

—¡Tadaaaa! —había gritado Jisoo abriendo sus brazos para que Lisa observara todo él aula—. ¿Entonces? ¿Te gusta?

—Escucha, es... es especial.

—Aún hay mucho trabajo, eso seguro.

—Pero ahora que la tripulación se está reuniendo... —dice Jisoo abrazando emocionada a Lisa.

—¡Yeiii! —las otras tres chicas habían comenzado una danza extraña en señal de felicidad.

—Te extrañamos.

—Pero Jisoo, eso es... —Lisa observa el raro mural tras Taehyung.

—Sí, estamos en eso. Eso va a desaparecer —dice Rosé mientras noto como Emma se acercaba al castaño para saludarlo. Él respondió sin ganas.

—Algo mejor porque está sucio de todos modos.

—¿Verdad, Tae? Estamos en eso.

—Sí, solo estoy esperando a Jungkook. Él es el artista.

—¿Quién es Jungkook? —pregunta Lisa.

—Es uno de tercero que acaba de llegar.

—Es muy sexy —admite Rosé en voz baja—. Lastima que no esté soltero.

—Tú tampoco lo estás —Jisoo llega a una aterradora conclusión entonces—. ¡Todas ustedes están en una relación! ¡Eso es vergonzoso para mi!

—¿Perdón? —pregunta Jennie divertida.

—Bueno, lo que pueden. Porque tú...

—Para antes de que digas algo estupido —le pide la pelinegra.

—Lo siento, me tengo que ir —Taehyung toma su mochila del suelo y se levanta.

—Tae, ¿qué hay del mural? —pregunta Jisoo.

—Le preguntarás a Jungkook, si lo ves —responde distante.

A Jisoo le toma por sorpresa la respuesta, pero decide no indagar en ella.

—Ah si, me tengo que ir también —dice Lisa—. Tengo que rehacer mi tarjeta de comida escolar. ¡Adiós!

—Entonces, ¿ya nos dejas? —Jennie usa un tono ofendido.

—¡Lisa!

Las demás estiran sus brazos en dirección a la castaña mientras fingen llorar. Rosé incluso cae de rodillas exageradamente.