Jueves 1:48 a.m.

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El día anterior había sido agotador. Después de llevar el sofá y el futbolito a la sala común, todos coincidieron en que lo mejor sería ir a descansar y tomar un baño. Y así lo hizo el castaño, pero, a pesar de estar cansado su cuerpo no le permitía conciliar el sueño. Últimamente dormía muy tarde y no lo hacía bien.

Aún recordaba a Jisoo acercársele para preguntarle acerca de Namjoon, si el moreno se enteraba de ello, seguramente brincaría de felicidad y les diría a todos "se los dije", ojalá pudiera compartirle eso. Pero aún no estaba seguro de poder acercarse a sus amigos. Eso lograba ponerlo desanimado todavía.

En la madrugada, era prácticamente imposible que algo entretenido pasara en la televisión, pero aún así el castaño decidió encenderla y ponerla en el primer canal que se le ocurriera. Taehyung, estaba cómodo en el sofá, había elegido un cobertor con el cual no pasar frío y dejarle la habitación a Lisa, ella merecía descansar mejor y al castaño no le costaba nada dejarle tener esa comodidad. Su cabeza descansaba sobre su antebrazo cuando vio a alguien acercarse.

—¿Te desperté? —preguntó el castaño levantándose cuando noto que era Lisa, lo tomó un poco por sorpresa. Sin embargo, algo parecía extraño—. Ven acá —dijo al observar lo desanimada que lucia.

Horas atrás, ella había estado animada. Sin embargo, cuando escucho a Jisoo decirle que "salía con el chico ideal" algo en ella cambió. Su actitud pasó a ser un poco triste. Taehyung lo había notado, pero decidió no hablarlo frente a las demás. Esperaba que tarde o temprano, Lisa se acercara. Y lo hizo.

El castaño se acomodó en el sofá cuando Lisa tomó asiento junto a él. Su mirada se desvió del televisor hacia ella cuando sintió que algo no iba bien. La miro y vislumbro sus ojos cristalizarse y las lágrimas acumularse en sus ojos, como si no quisiera que saliesen. Obligándose a aparentar estar bien.

—Tae... —dijo cuando sintió la mirada del contrario sobre ella.

El castaño inconscientemente sabía que era lo mejor que podía hacer en ese momento—. Ven, no hablemos de ello.

Taehyung la rodeó con uno de sus brazos por sobre sus hombros para atraerla, la castaña no tardó mucho en acomodarse sobre el hombro del contrario y abrazándose a sí misma sacó poco a poco las lágrimas acumuladas. El castaño, contagiado por la situación y sintiendo los espasmos en el cuerpo de su compañera, vio las lágrimas acumularse en sus ojos también. Sin embargo, no dejó que éstas fluyeran. Tenía que mantenerse fuerte y servir como apoyo para su amiga. Eso era lo que ella necesitaba. Apoyo y algo de cariño.

Y, sin querer admitirlo, descubrió que ambos estaban sufriendo por lo mismo: por amor. Aunque el castaño aún no estaba consciente de lo que eso implicaba.

𝒃 𝒊 𝒑 𝒐 𝒍 𝒂 𝒓 𝒊 𝒕 𝒆 🍁 𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora