𝒃 𝒊 𝒑 𝒐 𝒍 𝒂 𝒓 𝒊 𝒕 𝒆 🍁 𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗

No hay nada que decir.

El lunes por la mañana, Taehyung sentía que no tenía la fuerza suficiente para presentarse en la escuela. Los rumores de su sexualidad ya pudieron haber llegado a oídos de toda la escuela. Sin embargo, tampoco podía ausentarse, el hacerlo solamente lo dejaría como un cobarde. Y él no era eso, claro que no.

Mientras estaba de pie frente al patio de la escuela, el castaño sentía su piernas entumecidas e indispuestas a dar el primer paso. Su mano, aún lastimada, estaba cubierta por un improvisado vendaje que Taehyung realizó. Tomó un poco de aire antes de colocarse el gorro de su chaqueta, eso le daba un poco de estabilidad.

Cuando empezó a caminar sintió risas detrás de él. Sus tres amigos estaban sentados en una banca y lo observaban con burla. Avanzó más hasta divisar a Jungkook recargado en muro observándolo divertido. Metros más adelante estaba Joy con una de sus amigas platicando mientras lo miraban. Taehyung se sentía perdido.

—Hola, Tae, ¿cómo estás? —preguntó Jisoo alegre al llegar frente al castaño—. ¡Wow! —dice la contraria envolviendo con su mano el brazo de Taehyung—. Estás tan musculoso, que loco. ¿Es natural? ¿Cómo te hiciste eso?

Jisoo levanta con sorpresa la mano vendada de Taehyung. Él, ya fastidiado por el cuestionario, prefiere ir al grano.

—Bien, Jisoo. ¿Qué quieres?

—Eh... lo admito, tengo algo que preguntarte. Ya sabes, con las chicas, queremos renovar un poco la sala común, Rosé encontró un sofá usado en Internet. Necesitaríamos un chico que lo recoja, así que...

La voz de la castaña pasa a segundo plano cuando el castaño mira en todas direcciones el patio. Ni sus amigos, ni Jungkook, ni Joy estaban ahí. Él había imaginado todo.

—¿Miércoles, 13hrs, después de las clases? —continúa la castaña—. Sé que es ultra aburrido, pero digamos que somos 5 chicas vulnerables. Y si no estás ahí, bueno... ¿Entonces?

—¿Entonces qué? —pregunta el castaño confundido y avergonzado al darse cuenta que no escucho nada de lo que la castaña dijo.

—El sofá, ¿quieres ayudarnos?

—Sí, está bien.

—¿De verdad? ¡Eso es genial! —Jisoo sonríe y el castaño se siente más calmado—. Miércoles, 1pm, frente a la escuela. Cool, gracias, Tae. Adiós.

La castaña se va con una gran sonrisa decorándole el rostro. Cuando Taehyung nota que Jisoo se alejó lo suficiente, vuelve a dirigir su mirada a la banca en donde su mente había colocado a sus amigos. El castaño no puede evitar sentirse intranquilo.

¿Qué pensarían sus amigos de él en este momento?

...

Horas después, Taehyung se había fijado un objetivo: hablar con Joy. Él desconocía las intenciones que la pelinegra mantenía con él. No estaba seguro si hablaría con todo el mundo acerca del reclamo que le había hecho al castaño en la fiesta del viernes.

El castaño creía que ella no sería capaz de hacer algo así. Sí, él la había lastimado, pero la pelinegra no era una mala persona o al menos eso esperaba Taehyung. Eran las dos de la tarde cuando Joy tomaba sus clases de actividad física, así que, el castaño no tardó mucho en acercarse al salón. La pelinegra estaba recogiendo un par de balones que el profesor le había pedido que levantara. Después de terminar esa tarea, se dirigió a tomar su bolso que estaba en el rincón. Taehyung al notarlo, abrió la puerta para adentrarse al salón.

Joy, al ver al castaño, hizo una mueca de fastidio y trato de evadirlo, fracasando.

—Joy, espera. Escúchame, por favor.

—Suéltame, joder —la pelinegra se había molestado al sentir a Taehyung tomándola por el brazo—. ¿Estás loco o qué?

—Ok, perdóname. Solo quiero hablar contigo.

—No tengo nada que decirte —contesto enfada y alzando la voz.

—Joy —dijo el castaño tomándola por la muñeca cuando la vio avanzar hacia la salida.

—¿Qué quieres?

—No sé porque me dijiste eso el viernes pasado, pero ¿estás consciente de que es una locura?

—¿Ah si? —pregunta la pelinegra cruzándose de brazos.

—Sí, no soy... Joy, no soy gay. No sé de dónde viene esto, pero no andes por ahí diciéndolo, ¿ok?

—¿Así que es solo eso, eh? No has venido a hablar, a pedir disculpas. Solo viniste a verificar que no fuera a decirle a todo el mundo.

—¡No hay nada que decir porque no es cierto! ¿Si entiendes que no es cierto? Es solo que no quiero que la gente crea algo que no es verdad, es todo.

—Pero yo pienso lo que quiero y digo lo que quiero a quien se me da la gana. No tienes que decirme que hacer, Taehyung. Y no te debo nada, ¿vale? —Joy finalizó con voz hostil saliendo rápidamente del salón.

El castaño no piensa en ir tras ella. La situación empeoraría y eso no sería bueno para ninguno de los dos. Molesto se dirige a la salida y abre con energía la puerta. Sus pasos se detiene cuando ve a JiMin acercándose a él.

—¿Todo bien? —pregunta en un tono apagado.

—Todo bien —responde calmado el castaño—. Perdón por lo del viernes. Y entiendo si Yoongi está enojado, pero...

—Nadie está enojado, Tae. Solo nos preguntamos qué pasa contigo en este momento.

—Lo sé, lo siento —Taehyung observa por unos segundos a JiMin antes de continuar—. Es solo que se ha vuelto a poner un poco de la mierda en mi familia y... me estresa.

—No, no, no, no... no me hagas esto, Taehyung. No sé qué es lo que está pasando, pero no son sólo tus padres.

—Tienes razón.

—Entonces, ¿qué es?

—Nada —susurra Taehyung—. No puedes entender.

—¿Yo no puedo entender? —pregunta JiMin molesto. ¿En qué clase de amigos se había convertido ahora?—. Estás aquí, pasando por fases. Dices que tienes problemas, ni siquiera quieres hablar de eso. Nosotros estamos aquí, esperando como idiotas a que nos expliques. Pero tampoco te vamos a rogar.

—Perdón.

—Y deja de disculparte, es suficiente. O nos dices, o arreglas tus cosas. No nos importan tus excusas. Solo queremos que estés mejor, Taehyung y que dejes de actuar como un tonto. Así que, si quieres hablar de ello, estamos aquí. Estoy aquí. Si no quieres, resuelve tus cosas y vuelves a vernos después. ¿De acuerdo?

El castaño siente sus ojos cristalizarse cuando la figura de JiMin desapareció de su vista. Observar el rostro decepcionado de su amigo sólo le había dejado en claro que la había cagado y en grande.