Salvar el fuego.

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Los alumnos que formaban parte de la sala común yacían sentados sobre el suelo platicando en voz baja, todos estaban dentro de esa aula en la que había compartido grandes y divertidos momentos, en donde habían hecho amigos nuevos y quizá, nuevos amoríos.

Algunos de ellos llevaban letreros enormes que sostenía por lo alto con orgullo. Sobre ellos estaban escritos infinidad de mensajes mostrando su desacuerdo con el director.

Eran, simplemente, un grupo de personas con un mismo fin.

El castaño observaba a todos los lados, miraba con felicidad a cada rostro. Sin embargo, cuando se encontró con el rostro de Joy mirándolo, no supo que hacer. La chica sonrió levemente y Taehyung no supo que responder, así que sólo desvió la mirada. JiMin lo noto, pero no dijo nada.

Segundos después, el director entró a la sala con aire despreocupado, con las manos en sus bolsillos y elevando su voz intimidando a los estudiantes.

—Bueno, entonces, ¿qué pasa aquí? —preguntó situándose al centro del aula, frente todos a esos niños que le hacían perder un poco de su tiempo.

—Estamos en huelga para protestar contra el cierre de la sala común —respondió Emma con voz firme y viendo directamente a los ojos del mayor.

—Nada. De acuerdo, levántense. ¡Vamos! No pueden quedarse aquí, todos a clase —el director señalaba a cada uno de los estudiantes. ¿Pensaban que sería así de sencillo?

—No, señor. Tenemos derecho a protestar, ¿no? —contradijo Lisa al mayor.

—Sí y además es nuestra especialidad —dijo Rosé al ver a todos asentir.

—Si cree que voy a ceder a este ridículo chantaje, se equivoca.

—No es un maldito chantaje —repuso Jennie.

—Señorita Kim, cuide su lenguaje.

—Sólo queremos que nos devuelvan nuestra sala común. Además, fue usted quien nos pidió que nos encargáramos de ella.

—Que se encargarán de esto, sí. No que lo convirtieran en un burdel o hackearan el Wi-Fi.

—¿Qué es un burdel? —pregunta Namjoon a su amigo Yoongi.

El pálido sonríe—. Un burdel es al lugar a dónde iras cuando te canses de ser virgen, hermano.

Jisoo se levanta para hablar con más calma y esperando a que el director cambien de parecer—. Señor, hemos cometido errores, es verdad, pero...

—¿Pero qué, señorita Kim? ¿Qué? A decir verdad, me decepciono muchísimo.

—Déjela hablar, señor —pidió Namjoon levantándose del suelo recibiendo miradas sorpresivas.

—Vamos, vamos —le susurraron sus demás amigos para alentarlo.

—Ella hizo todo lo de la sala común. Quiero decir, es muy buena, ¿no? —los estudiantes asintieron dándole más valentía a la castaña—. Todos la admiramos por eso. Yo la admiro, al menos.

—Está bien, lo escucho, está bien —dijo Yoongi jalando el pantalón del moreno para sentarlo.

Jisoo regresa la mirada al director de manera firme y sin temblar—. Señor, los estudiantes sentados aquí hace unos meses no hablaban. Sin embargo, todos estamos en la misma escuela. A mi me pasa lo mismo. Pasamos la vida rodeados de gente con la que nunca hablamos. Porque sino tenemos clase juntos o si no nos hemos hecho amigos antes, o si tenemos ganas de hacerlo... para coquetear con alguien. Bueno, no vamos a hacerlo. No hablamos porque sentimos que no tenemos nada que compartir y eso no es verdad. Así que sí, nos equivocamos. Incluso abusamos. Perdón por eso. Pero no es razón para cerrar la sala común, porque ahora, si la sala común cierra, todos volveremos a ser extraños. Nunca nos conoceremos y tenemos que conocernos porque así es como aprendemos a vivir juntos. Si no lo hacemos, si la escuela no lo hace, si la sociedad no lo hace, ¿quién lo hará por nosotros?

El silencio reina por unos segundos, en los cuales los amigos formados en esa sala comparten miradas llenas de afecto y orgullo. Para ello y para la valiente chica de pie.

—Bueno... —el director es interrumpido cuando Namjoon empieza a aplaudir, los demás estudiantes se unen y Jisoo abre sus ojos sorprendida—. ¡Silencio! —ordena el mayor al notar como todos empiezan a lenvantarse del suelo—. Bueno... muy bien, la sala común permanece abierta.

—¡Siiiiiiiii! —gritaron los demás al unísono.

—Pero, pero... en el primer momento en que pase esto de nuevo, la cerraré inmediatamente. Ninguno de sus bonitos discursos les servirá. ¿Estamos de acuerdo?

—Sí, señor. Gracias.

Antes de que el director se fuera los demás decidieron darle una pequeña porra gracias a su apoyo y comprensión. Los chicos y chicas sonreían mientras los amigos cercanos de Jisoo se acercaban a ella para besarla y abrazarla.

—Bravo, chica —le felicito Emma tomándola entre sus brazos.

—Gracias, gracias.

La castaña que estaba a punto de llorar, cuando noto a Yoongi acercarse bailando no pudo evitar sonreír. JiMin, Taehyung y el pálido la rodearon con cariño mientras gritaban.

—Lo has hecho muy bien —Taehyung le sonreía genuinamente a la menor.

—Gracias.

Cuando todos salieron del salón, solo quedaron Jisoo y Namjoon en el. Sorpresivamente la castaña corrió para abrazar al contrario. Cuando noto lo que estaba haciendo se separó sonrojada.

—Uh, perdón. Gracias, Namjoon.

—Has estado... has estado genial. Has estado súper. Es... se que... que soy molesto y... y que no me quieres, pero... pero voy a tratar de mejorar. Y espero que algún día sea lo suficientemente bueno para ti. Hasta luego.

Jisoo no contesta. Sabía que no sería lo mejor responder por impulso. Debía pensar las cosas con cuidado y ordenar un poco su mente. Ahora estaba feliz y había logrado conservar la sala común que tanto apreciaba.



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Dos capítulos más y llegamos al final.💕

𝒃 𝒊 𝒑 𝒐 𝒍 𝒂 𝒓 𝒊 𝒕 𝒆 🍁 𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora