Final: 1573 minutos.

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El viernes por la tarde el castaño estaba celebrando con sus amigos la apertura de la sala común. Bebían cerveza mientras reían y bailaban. JiMin reía a volumen alto cuando escuchó un par de bromas de su amigo el moreno.

Jisoo se había encargado de decorar un poco la sección del bosque en donde se encontraban. Incluso había comprado botes de líquido para hacer burbujas. Las lanzaba hacia el lago que había cerca con la esperanza de que se mantuvieran flotando.

Mientras todos se mantenía entretenidos, Rosé era interrogada por su novio con tal de saber qué tipo de chicas le gustaban. El tema de su bisexualidad no había sido tan escandaloso y su novio era comprensivo. Aunque también curioso.

—¿Ella? —preguntó Romain señalando a una chica castaña que bailaba al centro de la pista improvisada.

—No.

—¿Ella entonces? —ahora el chico señaló a una morena que había pasado justo en frente de ellos.

—Para nada.

—¿O ella?

—¿En serio? —la chica era linda, con cabello corto y una sonrisa agradable. Sin embargo, no eran sus gustos.

—¡Ay, no lo sé! —Romain levantó sus manos haciendo que un poco de la cerveza en su vaso se derramara—. No conozco tus gustos, sólo tienes que elegir.

Rosé comenzó a pasear su mirada por todas las personas. Cuando vió a un chico con barba y ojos claros le gustó. Incluso la gorra que llevaba puesta le parecía linda y su risa se escuchaba hasta dónde estaban ellos. Escandaloso, le gustaba.

—Él —le señaló.

—¿Él? —preguntó cabizbajo el chico. Él querría ver sus gustos... pero en mujeres, para ser exactos.

—Sí —afirmó divertida la peliazul al ver el rostro decepcionado de su novio.

Más tarde hablarían de eso.

...

Emma sabía que las cosas con Alex ya no eran las mismas. Sí, ellos se acostaban solamente. Sin embargo, la castaña empezó a sentirse diferente con cada vez que lo hacían. Era como si le costara trabajo despegarse de él y la distancia le mortificara todos los días.

Era complicado.

Y no sabía realmente qué era lo que él contrario quería. La jodida comunicación no era su fuerte. Claro que no. A ella le gustaba entenderse en todos los ámbitos posibles, pero a veces le resultaba un poco difícil el dejar salir las cosas que le molestaban. Cosas como ver al chico hablar entusiasmado con alguien más.

Sí, eso le molestaba de sobremanera. Y quizá, era estupido molestarse por ello porque ni siquiera eran pareja. Quizá estaba siendo insegura y algo tonta. Así que cuando vio a Alex a lo lejos decidió ponerle fin a esa tortura. Camino con seguridad hacia el chico, esperando que una piedra no se cruzara en su camino y la hiciera caer.

—¿Puedo hablar contigo? —preguntó dando unos golpecitos en el hombro del mayor, ignorando la mirada de desaprobación que la chica frente a él le dió.

—Sí... lo siento —dijo en dirección de la otra chica.

—Mmm... me preguntaba... si... ¿si quieres que salgamos juntos? —Emma balbuceó al principio. Estaba nerviosa—. Ya sabes, no sólo para follar. ¿No?

—¿Te has enamorado o qué? —preguntó riendo el moreno.

—No, nada que ver, pero, es sólo que... no, da igual, es una idea de mierda...

𝒃 𝒊 𝒑 𝒐 𝒍 𝒂 𝒓 𝒊 𝒕 𝒆 🍁 𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora