Una vez arreglado el problema y haber encontrado al culpable de todo, papá me dio mil veces las gracias, ni siquiera se por que es mi padre y lo ayudaré las veces que haga falta. Algún día esa empresa será mía y aun que no haya estudiado empresariales, sé todo lo que hay que saber para estar al mando de una, papá se ha encargado de enseñarme des de que soy pequeña. Cuando le dije que quería estudiar diseño de interiores en ningún momento me lo negó pero si me recordó a su manera que algún día tendré que hacerme cargo de todo lo que ahora es suyo y la verdad me siento preparada para ello.
Llegue a casa y me quite toda la ropa que llevaba puesta para ponerme el pijama. Papá se había quedado en la empresa con Christian y me ha dicho que pidiera algo para cenar que vendrían los dos.
Aún son las cinco de la tarde y tengo un par de horas para repasar los exámenes de mañana así que me acomodo en la cama con los papeles y empiezo a leerlos y a subrayar lo más importante. No sé cuanto rato llevo así, de golpe escucho que alguien toca la puerta de mi habitación.
-Adelante -digo sin levantar la mirada de los papeles.
-¿Puedo ayudarte yo en algo, ahora? -levanto la mirada y veo a Christian apoyado en el marco de la puerta.
-Hola, pensaba que era mi padre -le sonrió y le invito a pasar.
-Está haciendo un par de llamadas, no quiero molestar. ¿Como han ido los exámenes de hoy? Con todo el lío de antes no me ha dado tiempo a preguntar.
-La verdad, mejor de lo que esperaba, gracias por preguntar Christian. Ahora que estás aquí, te pediría que me ayudarás en algo, sí. Siéntate aquí -le digo señalando la cama. Él lo hace aun que al principio está dudoso.
-Dime, a ver si puedo hacer algo.
-Mira, esto -le enseño unos papeles.- son unas preguntas que seguro que salen, te importa si me las haces y yo te respondo a ver si se me ha quedado es que tengo dudas. Por favor... -le miro suplicante, él sólo sonríe y asiente.
Empieza a hacer lo que le digo y yo a responder, así varias preguntas más.
-Vaya, veo que os lleváis muy bien -se escucha detrás de nosotros.
Nos giramos y vemos a mi padre mirándonos algo extraño.
-Solo me está ayudando papá, no te pongas celoso, yo solo soy mujer de un sólo hombre y ese eres tú -le digo riendo.
Christian no dijo nada, se levantó lo más rápido que pudo de la cama y se puso tenso cuando papá le miro. No entendí por qué.
-La cena ya esta en la mesa, vamos bajar a cenar -dijo papá para después dar la vuelta e irse.
-Entonces vamos, tengo hambre -le digo a Christian.
Me sigue y bajamos las escaleras. Nos sentamos en la mesa y empezamos a comer sin que ninguno diga nada, es bastante incómodo. Terminamos de cenar y aparece la Nana para recoger los platos y demás. Nos levantamos y vamos al salón, ellos se acomodan en el sofá y yo me pongo al lado de papá. Empiezan a hablar de negocios y de lo que había ocurrido, yo no intervengo pero escucho con atención.
Me levanto y salgo al jardín para fumar un cigarro, me siento en un escalón de la entrada y me pongo a mirar el móvil. Noto que hay alguien detrás de mi y me giro para ver.
Christian está detrás, mirándome y sin decir nada.
-¿Quieres? -le digo dándole de mi cigarro.
-Sí, gracias Barbara.
Yo estaba muy cansada, el día había sido muy ajetreado, así que decidí subir a mi habitación.
-Christian me voy a dormir ya, buenas noches -le dije levantándome.
Él apagó el cigarro y se levanto.
-Yo también me iré -se acercó a mi y me dio un rápido beso en los labios que me dejo desconcertada.- Buenas noches Barbara.
No dije nada, ni siquiera lo miré, solo entre a casa, le di las buenas noches a papá y me fui a mi habitación. Este hombre me tenía loca, era bipolar, un día estaba de mal humor y al otro me besaba, un día me habla y al otro ni siquiera es capaz de mirarme. No sé que es lo que realmente quiere, pero no va a jugar conmigo.
Me tumbo en la cama, pensando en el beso y en todo lo ocurrido des de que le conozco, a penas hace una semana y pocos días que sé que este hombre existe, ni si quiera lo había visto antes. Es muy atractivo y no se como es que no está casado, ni tiene hijos ni nada o eso creo vamos, pero si me besa se supone que no tiene mujer.
No he buscado información de él por Internet ni nada por el estilo y no me parece mala idea tampoco, cojo mi móvil lo enciendo y pongo el nombre de Christian en el navegador.
Cuando pulso el botón de buscar se me abren infinitas páginas sobre el, dónde sale con ejecutivos, con mi padre, con mujeres, muchas mujeres. Y eso realmente me molesta y no entiendo ni por qué. Seguro que se cree que yo podré ser una más y no, eso no será así. Tengo que hablar con el y dejarle en claro que no puede besarme las veces que él quiera o se le antoje.
Cansada y abrumada por todo lo que acabo de ver cierro el móvil y lo dejo encima de la mesita. Vuelvo a tumbarme y me pongo a mirar el techo. No sé como ni cuando, pero me quedo dormida, pensando una y otra vez en este hombre y la verdad no debería, mañana tengo exámenes y ahora mismo se me ha olvidado todo.
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El socio de papá.
Teen FictionBarbara 20 años. Christian 34 años. ¿Para el amor hay edad o simplemente es un número mas?