Me desperté y no vi a Christian por ningún lado así que fui al baño, me bañe rápidamente y salí de ahí con una toalla envuelta en mi cuerpo.
Busqué mi móvil y revisé todos los mensajes, el último era de Christian.
*Pequeña, he tenido que salir por un tema de la empresa, a la hora de comer estoy ahí.
Te quiero, CF*
Con una sonrisa de tonta enamorada, busqué que ponerme. Vi la camiseta de Christian y no dude en ningún momento, me puse mi ropa interior y encima la camiseta. Me quedaba por los muslos ya que Christian es más alto que yo, cogí unas bambas que me había llevado y salí de la habitación.
Pedí un coche para ir al centro y poder comprar el vestido de esta noche, ya que no había traído nada para la ocasión.
Entré a un par de tiendas y nada me convencía, hasta que entré en una última tienda, era un vestido precioso, el color me encantó. Me lo probé y sí, definitivamente, ese era el vestido indicado. Antes de pagar el vestido vi algo que llamó mi atención. Una pajarita del mismo color, así que sin pensarlo, la cogí y pague.
Llamé a un taxi y esté ya se encontraba fuera esperando, subí y fui hasta el hotel. Entre en la habitación y escuche ruido en el baño, Christian se estaba duchando.
Así que colgué el vestido tal y como me lo habían dado, no se lo enseñaría a Christian hasta la noche. Dejé la cajita de la pajarita encima de la cama.
-¿Donde te habías metido preciosa? -dijo Christian saliendo del baño con una toalla enrollada en su cintura.
-He ido a comprar un vestido para esta noche -le digo sonriendo.
-¿Me lo enseñas? -dijo él con intriga.
-No seas tan cotilla, ya lo verás esta noche -le digo riendo.- Toma, esto es para ti.
Coge la caja donde se encuentra la pajarita y la abre con cuidado.
-Tienes que ponértela por la noche.
-¿Es una pista? -dice él acercándose a mi.
-No, sólo me ha gustado y la he comprado -le digo poniendo las manos en su cuello y dándole un beso en los labios.
Bajamos a comer y mientras comemos Christian me cuenta que la gala de esta noche se celebra aquí, me cuenta que vienen socios de todas partes del mundo y que dan los premios al mejor empresario del año y luego lo dan al mas joven millonario del momento. Algo que no entiendo, ya que todos los que van a asistir tienen mucho dinero, pero bueno, cosas de millonarios.
Terminamos de comer y me apetece ir a tomar el sol por un rato así que se lo digo a Christian.
-Voy a ir a la piscina un rato, ¿vienes?
-Tengo que hacer un par de llamadas, ves tu y en cuanto acabe voy contigo, preciosa.
Le doy un beso en los labios y subo a la habitación para ponerme un traje de baño.
Me pongo un traje de baño y salgo de la habitación, encontrándome con Christian en la puerta. Que se queda boquiabierto cuando me ve.
-Me estoy pensando en lo de bajar ahora mismo y mandar a la mierda las llamadas que tengo que hacer.
-Anda no seas tonto, te espero a bajo.
Cuando estoy saliendo noto como la mano de Christian va a mi trasero y le da una floja cachetada.
-¿Todo esto es mío? -dijo el en un tono de superioridad que me hizo rodar los ojos.
Me reí y le tire un beso a lo lejos con la mano. Subí al ascensor y bajé hasta la primera planta para salir a la piscina.
Me pedí un mojito como el de ayer y fui a una tumbona para ponerme cómoda. Saqué una revista del bolso y empecé a ojearla.
-Hola -dijo un chico sentándose a mi lado.
-¿Hola? -le dije yo levantando una ceja.
-Como te he visto tan sola, he decidido venir y hacerte compañía un rato, ¿te molesta?
-No he venido sola, pero gracias -le digo amable.
-Me llamo Logan, ¿y tú? -dijo este tendiendo su mano.
-Barbara -le digo saludándolo.
Él se lleva mi mano a su boca y deja un beso en esta. Aparto mi mano enseguida y lo miro con mala cara.
-Perdón, no era mi intención incomodarte.
-No, tranquilo.
No le hice más caso y seguí mirando la revista, sentía como el seguía mirando, pero no hice caso, a ver si así entendía que no quería seguir hablando con él.
Me entró un poco de sueño, así que antes de quedarme dormida, me puse protector solar.Como no llegaba a ponerme en la espalda me di por vencida, me di la vuelta y me acomodé.
Sentí como unas manos ponían crema en mi espalda y deduje que sería Christian así que me dejé llevar.
-Mmmh...
-¿Te gusta? -dijo Logan en mi oreja.
-¿Pero se puede saber que es lo que haces? -le dije cabreada.- ¿Quien te crees que eres para poner tus manos encima de mi?
-He visto que te estabas poniendo crema y como no podías en la espalda pues me he levantado para ayudarte.
-No vuelvas a hacerlo -le dije de mala gana.
-¿Algún problema, preciosa? -menos mal que ya había llegado Christian.- ¿Y tú, quién eres? -dijo esta vez mirando a Logan.
-Soy Logan, señor. Estaba ayudando a su hermana a ponerse crema en la espalda.
-No es mi hermana, es mi novia -le dijo él con un tono grave y con el ceño fruncido.
-Lo siento, no sabía que ella tenía novio...
-Pues ahora que lo sabes, por que no te vas y te das una vuelta, lejos, si puede ser.
El chico no dijo nada más, se levanto y se fue, no volvió a aparecer.
-No puedo dejarte sola ni media hora.
-Yo no tengo la culpa, tampoco le he pedido que viniera ni que me pusiera el protector solar, Christian.
-Está bien, vamos al agua -no me dio tiempo a contestar que ya me había cogido en brazos. No me quejé en ningún momento, le di un beso en los labios y el me siguió.
Nos metimos en el agua y esta estaba fría. Como un acto reflejo, enrolle mis piernas en su cintura y puse mis brazos en su cuello. Nos quedamos así por un rato y cuando ya no podía más del frío que estaba cogiendo, salimos del agua, nos tumbamos en una tumbona que era para dos y nos quedamos ahí un rato, nos hacíamos cosquillas, nos dábamos besos y así nos quedamos completamente dormidos.
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El socio de papá.
Novela JuvenilBarbara 20 años. Christian 34 años. ¿Para el amor hay edad o simplemente es un número mas?