La ceremonia de graduación fue bastante rápida, ahora me encontraba en el coche con papá, nos dirigíamos a casa, comeríamos todos en casa y por la noche empezaba la fiesta de verdad. Celebraríamos que Lucía y yo ya habíamos terminado la universidad. Lo celebramos en mi casa ya que el jardín es mucho más grande y caben muchas más personas.
No había ni rastro de Christian, no somos novios ni nada, nos gustamos, hemos compartido varias veces la cama pero no había nada entre nosotros.
Lleguemos a casa y la nana había preparado la mesa en el jardín para comer. Hoy hacía un buen día.
Comimos con tranquilidad, todos estábamos muy felices. En un par de días empezaba a trabajar y eso me tenía muy ilusionada. Después de la fiesta de esta noche papa se iría y aunque eso me tenga un poco triste se que es por un bien de la empresa.Pasamos la tarde entre risas y cuando nos dimos cuenta ya era la hora de ir a arreglarse para la cena, no usaría el mismo vestido y Lucía tampoco. Subí a mi habitación cuando me despedí de ella y de sus padres. Papá fue a su despacho para acabar de arreglar unos papeles para poder irse. Antes me había dicho que algún día debería de ir a la empresa para ver que todo funcionará bien y todo estuviera bajo control.
Hablé un rato con la nana y le conté como había ido la ceremonia de graduación, luego subí a mi cuarto me bañe rápido y fui al vestidor para ver que podía usar esta noche. No quería ponerme el mismo vestido ya que luego saldría con los chicos y Lucía a una discoteca, habíamos reservado una zona para nosotros y varios compañeros más de la universidad.
Seguía sin saber nada de Christian y eso me tenía algo cabreada, no entendía por qué lo hacía. Cuando le viera le diría si le pasaba algo conmigo o tenía algún tipo de problema. Yo no había echo ni dicho nada.
Sin pensar mucho cogí lo primero que vi que me gustó, no quería ir muy sencilla pero tampoco muy arreglada. Vendrían muchos invitados, a la mayoría no les conozco, papá ha aprovechado esta fiesta para cerrar algún que otro negocio.
Una vez lista, me di el último vistazo en el espejo. Nunca me había puesto este vestido y sin embargo me gusta como queda y creo que es perfecto para la ocasión. Empecé a escuchar varias voces de gente abajo y decidí que era hora de bajar. Cogí a mi padre del hombro cuando lo vi hablar con unos hombres, había uno bastante guapo que no paraba de mirarme, no hice mucho caso, cuando mi padre vio que estaba a su lado, me presento y los dos me saludaron muy amables y me dieron la enhorabuena por la graduación, les agradecí y les di una sonrisa a ambos. Así estuvimos por mucho rato hasta que me cansé y fui a por algo de beber.
Justo en el momento que estaba por poner el baso en mi boca entro Christian por la puerta seguido de una chica rubia, operada por todos lados y con una sonrisa forzada. No me lo podía creer, tenía el descaro de presentarse a mi fiesta con esa, vale que el y yo no eramos nada, pero no hacía falta presentarse así. Estaba molesta y no entendía por qué, él es libre de hacer lo que quiera al igual que yo, sin embargo me molestó muchísimo. Sin darle más vueltas, busqué a Lucía con la mirada y no la encontré por ningún lado, seguro que estaba saludando algún amigo de su padre. Me rellene la copa de vino, cuando alguien a mi espalda habló.
-Estás muy sola, ¿puedo acompañarte por un rato? -me dijo el hombre de antes, no sabía su nombre aún.
-Sí, claro. ¿Una copa? -le dije ofreciéndole una bebida.
El no dijo nada, asintió y la cogió.
-Me llamo Andres Hilton -dijo él muy cerca de mi oreja.
-Barbara -le dije dándole la mano en modo de saludo.
-¿Qué planes tienes para hoy preciosa?
-Pues vamos a Florence, hemos cogido un reservado para ir a celebrar un rato.
-Oh, esta misma noche iba a ir yo también -dijo él poniendo una mano en mi espalda, eso me hizo cosquillas.
-Entonces, quizás te vea allí -le dije riendo.
-No lo dudes Barbara, te buscaré.
Estuvimos un rato más hablando hasta que se despidió de mi y fue a hablar con un amigo suyo.
-De verdad, ¿te encontrarás con él? Pensaba que eras diferente -dijo Christian a mis espaldas.
-¿Perdona? -le digo alzando una ceja sin poder creer lo que estaba diciendo.
-Que pensaba que el que te gustaba era yo Barbara.
-Disculpa pero el que se ha presentado en mi casa con otra has sido tú, yo sólo estaba siendo educada -le dije algo enfadada.
-¿Estás celosa? -dijo el sonriendo.
-¿Por que iba a estarlo? Tú y yo no somos nada, Christian. Ahora si me perdonas tengo que atender a mis invitados.
Me di la vuelta y me fui, escuché que me llamaba varias veces pero no le hice caso.
Busqué a Lucía por toda la casa hasta que por fin la encontré. Estuvimos con sus padres hablando por un rato, comimos y bebimos hasta que llegó la hora de irnos, los chicos nos habían venido a buscar.
Saludaron a mi padre y a los padres de Lucía, hablaron por un rato hasta que Lucía y yo les dijimos que ya era hora de irnos.
Me despedí de papá, al final me dijo que se iría pronto en la mañana, para llegar allí a las 8 de la mañana, así que podría verle y desayunar con él. Nos despedimos de varios amigos de nuestros padres y nos dirigimos a los coches para ir a disfrutar de la noche, no tenía muchos ánimos, la pelea que había tenido con Christian me había dejado mal sabor de boca, quería beber y olvidar por un rato aun que no iba a ser fácil.
El camino fue rápido ya que íbamos cantando varias canciones y riendo por las tonterías que decían los chicos. No nos dimos cuenta y ya habíamos llegado, le dimos las llaves al aparca coches y nos dirigimos hacía dentro. Empezaba lo bueno.
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El socio de papá.
Teen FictionBarbara 20 años. Christian 34 años. ¿Para el amor hay edad o simplemente es un número mas?