La cena fue algo incómoda por mi parte ya que no paraba de sentir la mirada de Christian encima de mi. Lucía se dio cuenta y no paro de darme codazos mientras comíamos.
Papá y el padre de Lucía fueron con Christian a pagar la cena, ella y yo salimos a fuera a fumar un cigarro.
-¿Cuando vas a admitir de una vez que te gusta ese hombre, Barbara? -me dijo ella sacándome de mis pensamientos.
-No me gusta, además sabes que opino al respecto, no quiero volver a enamorarme, no otra vez. Christian es guapo, sí, pero tiene pinta de ser un mujeriego y yo no quiero que jueguen más conmigo, y tú lo deberías saber mejor que nadie.
-Pero, vamos a ver Barby, tienes que dejar de lado el pasado, no todos los hombres son iguales, y yo veo que os gustáis, veo como te mira y lo nerviosa que te pones cuando lo hace.
-Chicas, venga vamos -dijo mi padre detrás de nosotras, ni siquiera sabía que estaba ahí.
Subo al coche con mi padre, no sin antes despedirnos y quedar en el local que había dicho papá, por lo que se ve un amigo suyo ha abierto hace poco y dice que esta muy bien.
Cuando llegamos me sorprendo al ver el sitio, se veía muy bien por fuera, no era ni muy grande ni pequeño, algo normal, ni mucho lujo ni un sitio de mala muerte. Vamos algo perfecto para está noche.
El portero nos ve y enseguida nos hace pasar, dejamos las chaquetas en el guarda ropa y vamos a pedir algo para tomar.
-Dos chupitos de tequila por aquí, por favor - le dice Lucía al camarero que nos está atendiendo.
De golpe, empezó a sonar mi teléfono, Lucas me estaba llamando. Después de decirle donde estábamos y enviarle la ubicación colgué la llamada y guarde el móvil en el pequeño bolso que llevaba.
-Por nosotras -dijo Lucía chocando el pequeño baso contra el mío.
-Por nosotras -le dije y nos lo bebimos de golpe.- Dos más por favor -le dije esta vez yo al camarero.
-A estos invita la casa cara bonita -me dijo el camarero.
Yo no le respondí, solo le sonreí y asentí. Cuando nos los sirvió volvimos a hacer lo mismo.
Volvió a sonarme el móvil y lo saqué, pensé que era Lucas, pero no, era un mensaje, quién podía ser.
*Tengo ganas de besarte. CF*
Lo tuve que leer varias veces por que no me lo podía creer. Lucía al ver mi cara, me cogió el móvil y leyó el mensaje.
-Te lo he dicho antes, Barby. No seas tonta y ve a por él.
-No, no ahora. Mi padre está a su lado, ¿que crees que va a pensar si nos ve? No Lucía, aquí no -le dije algo nerviosa.
¿Le contesto? Sin pensarlo escribí y le di a enviar.
*Señor Fierro, me encantaría que lo hiciera*
La verdad no sabía que acababa de hacer, ya no había marcha atrás, en realidad era lo que quería, pero esto no estaba bien, nada bien.
-Lucía, pide dos chupitos más, por favor, voy al baño -le dije mirando a mi amiga a lo que ella asintió.
De camino al baño me encontré a Lucas, que me abrazó y me felicito por las notas que había sacado, le dije que Lucía estaba pidiendo en la barra, que ahora iba yo.
Entré en el baño, me miré al espejo y estaba roja, el vino de la cena y los chupitos que me había bebido empezaban a hacer efecto, no demasiado pero sí un poco.
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El socio de papá.
Teen FictionBarbara 20 años. Christian 34 años. ¿Para el amor hay edad o simplemente es un número mas?