Son las siete de la mañana y ya estoy metida en el baño para ducharme e ir a la universidad, es la última semana, el lunes, martes y miércoles tengo los exámenes finales, el jueves nos dan las notas y el viernes es el último día. La semana que viene nos graduamos o eso espero. Sé que no he estudiado lo suficiente y esto me podría causar problemas, no quiero repetir el último curso, lo que quiero es trabajar ya de lo que realmente me gusta.
Salgo de la ducha y voy al vestidor para escoger la ropa que me voy a poner. Quiero ir cómoda ya que me espera un día bastante agotador. Busco un tejano, un top blanco y mis vans. Me lo pongo y arreglo mi cabello, labo mis dientes y me maquillo un poco.
Cojo los apuntes que tenía encima de el mueble y los pongo dentro del bolso. Pongo también el portátil y varios bolígrafos. Cuando lo tengo todo listo bajo a la cocina para desayunar algo.
-Buenos días Nana -le digo a la encantadora mujer que está justo poniendo la comida en la mes.- ¿Dónde está mi padre? Hoy no lo he visto entrar a mi habitación como de costumbre para darme los buenos días.
-Buen día mi niña, tú papá ha tenido que salir a la empresa muy pronto, no se que problemas le han surgido pero eran muy urgentes.
-Oh, vaya. Bueno, luego le llamaré.
-Anda come niña, que se ara tarde. ¿Como llevas los exámenes? Eres demasiado exigente cariño, debes descansar más -me dijo la Nana, siempre se preocupa. En realidad esta vez no estoy tan segura de como me van a salir las notas.
-He hecho todo lo que he podido Nana... Creo que voy a suspender -le digo soltando un fingido sollozo.
-Qué barbaridades que dices, todo saldrá perfecto, como siempre princesa. Ahora haz el favor de comer y ir a la universidad. ¿Llevas tu coche o te llevará Víctor?
-Llevaré mi coche hoy, tengo que pasar a buscar a Lucía que vamos a ir juntas a la universidad.
-Vale cariño, te dejo que tengo cosas que hacer, come despacio y ves con cuidado con el coche -se va, no sin antes acariciarme la mejilla y dándome un beso en la frente.
Como un poco de fruta y me termino el café. Miro la hora y tengo tiempo para fumar un cigarro antes de subir al coche. Una vez lo he apagado en el cenicero, aviso a Víctor que me llevaré mi coche, el solo asiente.
Subo a mi coche y voy en dirección a casa de Lucía, cuando estoy a bajo le envió un mensaje para que baje. No tarda nada y sube al coche.
-Buenos días, guapa -me dice Lucía con su encantador humor de buena mañana, no sé como lo hace la verdad.- ¿Como estás? Tienes que contarme todo lo que pasó ayer, no me lo puedo creer y mis padres tampoco se lo creen. Es obvio que a este chico le ha pasado algo fuera de lo normal, el siempre era bueno con nosotras y ahora mira... Papá no lo quiere ni ver, mi madre no dice nada al respecto, pero sé que piensa igual que él...
-Para el carro Lucía, acabas de subir al coche, dame tiempo a contestar. Respecto a lo que pasó con Eric, ahora no quiero hablar, tengo exámenes y tú también, no quiero pensar en otra cosa que no sea en eso. Así que, vamos a la universidad, hacemos lo que tenemos que hacer y cuando acabemos vamos a comer y hablamos de lo que tú quieras, ¿entendido? -sé que se lo he dicho en un tono no muy amigable, pero no puedo perder la cabeza ahora mismo en otra cosa que no sea la universidad. - Vamos florecilla, que en una semana terminamos y seremos libres de ese infierno.- le digo más amable para que no se enfade.
-Está bieeeeeeeeen -dice ella sin más.- No puedo creer que ya hayan pasado 4 años des de que entremos y ahora sólo nos quede una semana para terminar. El sábado quiero celebrarlo por todo lo alto.
Así estuvimos todo el rato hasta llegar a la universidad, aparcamos y nos bajamos. Nos tocaba en diferentes aulas así que nos despedimos y cada una se fue a la que le correspondía.
La mañana pasó bastante rápido y la verdad, los exámenes salieron mejor de lo esperado, al menos eso pensé cuando los terminé todos. Mañana tenía tres más así que no podía bajar mi rendimiento, sólo iría a comer con Lucía, ir a ver a mi padre y luego ir a casa para seguir repasando.
Salí por la puerta cuando unos brazos me cogieron por la espalda.
-¡Barbaraaaaaaa! Por fin, los primeros exámenes superados -me giré para mirar a Lucía y le sonreí.
-Si, pero no olvides que aún nos quedan unos pocos, así que vamos a comer, que tenemos que ir pronto a casa -le dije yo toda responsable.
-Está bien, aguafiestas -me dijo ella riendo.
Comimos en un restaurante cerca de dónde se encuentra la empresa de papá. Cuando habíamos terminado de comer ella llamó a su chófer para que la viniera a buscar. Tenía que ir con su madre y yo subiría a ver a mi padre. Nos despedimos cuando llego y yo me encaminé a la puerta del edificio para entrar. Donde el portero que ya me conocía me sonrió y me abrió la puerta, le devolví la sonrisa y me encamine hasta el ascensor.
Cuando subí al último piso vi a la secretaria de mi padre concentrada en su trabajo, alzó la vista y me sonrió.
-Su padre está en una reunión con el señor Fierro, señorita.
-Oh, no se preocupe, mi padre me está esperando -le dije, aunque era mentira, él no sabía que yo iba a venir. No lo había avisado.
-En ese caso ya puede pasar.
Asentí con la cabeza y me encamine hasta la puerta del despacho.
-Hola papi -dije mientras abría la puerta.
-Hola cariño, ¿qué haces aquí? No te esperaba -se levantó y vino hacia mi. Me dio un abrazo y me dio un beso en la mejilla.
-Como no te he visto en casa por la mañana y la Nana me ha dicho que tenías una urgencia en la empresa he decidido venir a verte y para saber si iba todo bien.
-Sí, no te preocupes, está todo bien. Ahora estábamos mirando unos papeles sobre las ganancias de la empresa y mirábamos que algo no nos encaja.
-¿Puedo mirar? Sabes que los números me gustan -le dije encogiéndome de hombros.
-Claro, siéntate y ahora te los paso -me dijo papá señalando su silla para que me sentara ahí.
Me pasó los papeles y los estuve mirando por un rato. Algo no les cuadraba y yo ya sabía el que.
-Papá -le dije para llamar su atención.- ¿Qué es exactamente esto de Nature Inc?
-Una nueva inversión que nos pareció a Christian y a mi muy buena. Ayuda a las personas que más lo necesitan y ahora hemos hecho una inversión muy grande en energía para los países de bajo desarrollo -me explicó papá.
-Pues siento informaros que os han timado, este dinero va a esta cuenta y si os fijáis no es una cuenta de empresa, es una cuenta personal. Y de ahí la ingresan a otra y a otra, hasta perder el rastro del dinero -les dije mirándoles, ambos se me quedaron mirando y ninguno dijo nada.
- A ver, déjame esto -dijo papá enfadado. Christian se puso de pie a su lado y se le veía con cara de furia.
-Tienes razón Barbara -dijo papá mirándome.
-Como no nos hemos dado cuenta antes -dijo Christian cabreado mirando a papá.
-Bueno, creo que debería irme -les dije a los dos. Esto es mejor que lo acaben de arreglar ellos ya que a mi ya no me incumbe.
-Espera un momento cariño, ¿podrías saber dónde se encuentra el dinero que hemos dado? -me dijo papá. A parte de estudiar diseño de edificios e interiores, me encanta la informática y sé todo lo que hay que hacer en estos casos.
-Está bien, ¿puedo usar el ordenador? Necesito rastrear la IP de la cuenta -le dije a papá, cosa que no entendió, lo sé. Solo asintió con la cabeza.
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El socio de papá.
Dla nastolatkówBarbara 20 años. Christian 34 años. ¿Para el amor hay edad o simplemente es un número mas?