Capítulo 15

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_¿Quién es Benito? - preguntó el inspector de policía

_Es un albañil al que siempre llamo cuando necesito hacer alguna reforma en mi casa o en la galería de arte en la que trabajo. Benito hace de todo; además de albañil, es plomero, carpintero, es una persona muy habilidosa y de mucha confianza. Es un hombre honrado -dijo Nicanor Buitrago- no puedo creer que haya hecho algo así. No entiendo.

_Bueno, veremos qué nos dice él cuando lo encontremos -dijo el inspector-. Usted y los tíos de la menor se van a quedar un rato más, por favor. Necesitamos hacerles algunas preguntas. Los demás se pueden ir.

Dora, Diego y Leo salieron de la comisaría. Como si se hubieran puesto de acuerdo, al llegar a la esquina se detuvieron los tres al mismo tiempo.

_Yo sabía que le había pasado algo. Pobre Lucía. Y el policía estúpido diciendo que se había escapado. Ay, chicos, si no fuera por ustedes, no sé qué habría pasado. Ese Benito está loco. A mi nunca me gustó. ¿De dónde lo habrá sacado el señor Buitrago? -dijo Dora.

_Esto no tiene sentido... ¿ Qué hacía mi prima en el sótano...?

_A lo mejor no estaba en el sótano, loco. El coso ese la pudo haber atacado en la casa y después la bajo para esconderla.

_Igual, no tiene sentido.

_Yo me voy al hospital. No la voy a dejar sola a Lucía.

_No, Dora, vamos nosotros -dijo Diego-. Vos andá a Dormir. No dormiste en toda la noche.

_Está bien. Me tiro un ratito y después voy. No se vayan hasta que llegue yo.

Dora siguió caminando por Montes de Oca, y Diego y Leo se fueron a tomar el 22.

_No sabés, loco, el miedo que tuve. Pensé que me dejaban otra vez adentro.

_¿Pero no entendés que no sos un sospechoso...? ¿Por qué te iban a revisar? ¿Y qué te iban a encontrar, a ver...?

_Me preocupaban las llaves...

_¿Las ganzúas, chabón? ¿Andás con las ganzúas encima...?

_¿Y dónde las iba a dejar, loco? Si no volví a mí casa...

_Uy, me quiero morir... Mirá si te agarraban con las ganzúas...

_¿Y qué te estoy diciendo, loco? Empecé a respirar cuando salimos de la comisaría. Nos quedábamos un rato más y me tenían que sacar en camilla.

_Mirá, hacé una cosa, hermano. Bajate ahora, andá a tu casa y guardá las ganzúas. Yo me quedo en el hospital hasta que llegue Dora y después paso por tu casa. Dale, andá.

_¿Estás seguro? ¿No querés que te acompañe?

_Estoy más tranquilo si guardás las llaves. En el hospital hay canas por todas partes, dale, andá.

La Tercera Puerta (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora