Capítulo 3 [Parte 2]

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La señora tenía que tomar el avión un sábado a la mañana. Me acuerdo bien porque esa semana pasaron una cuantas cosas fuera de lo común. Por empezar, el viaje de Dora a Rosario para conocer a su sobrina nieta. Hacía un mes que venía pidiendo al señor Buitrago tres días a cuenta de sus vacaciones para hacerse una escapadita a su ciudad natal, como decía ella. Y ahora, al fin, se le presentaba la oportunidad, porque al viajar la señora Beatriz, iba a ver menos trabajo en la casa. Como era la primera vez que Dora se iba y yo me quedaba sola, el señor me preguntó si a mi no le importaba, porque si no, el viaje de Dora se postergaba hasta otro momento. Yo dije que no tenía ninguna problema y Dora me lo agradeció. Dijo que me iba a traer alfajores santafesinos, me dejó una lista con todo lo que tenía que hacer (lo de siempre más algunas tareas de ella) y se fue el viernes a la mañana, prometiendo regresar el lunes por la tarde. Ese viernes, el señor Buitrago no fue a la galería, para poder quedarse con la señora Beatriz, que al otro día viajaba a Salta. Como él sabía que la cocina no era mi especialidad (más que nada porque Dora no le dejaba cocinar) y quería un almuerzo importante para agasajar a la señora, encargó la comida a un restaurante. Me pidió que pusiera la mesa de gala y bajó a la bodega por el mejor vino. Al rato, mientras yo todavía estaba ocupada con la mesita, me llamó desde la cocina

_Ay, Lucia noe sabe lo que me pasó - dijo, alcanzándome una botella de vino.

_Hay una pérdida de agua en el sótano. Algún caño roto, seguramente. Ya cerré la llave de paso que está en el jardín. Voy a llamar a Benito para que venga lo antes posible.

El almuerzo duró bastante. Con sobremesa y todo, como dos horas. Después se fueron a dormir la siesta. Yo terminé de lavar los platos y preparé mis libros y apuntes para estudiar Historia, porque a la noche tenía una prueba. Siempre estudio en la mesa de la cocina. Me estaba haciendo un té, cuando sonó el teléfono del comedor. Corrí a atender, antes de que se despertarán los señores. Menos mal, porque la llamada era para mí.

_Con Lucia Romero, por favor - dijo una voz de hombre

_Soy yo. Quién habla?

_Le hablo del expreso La Pampeana. Tenemos una encomienda a su mombre. Tiene que pasar a retirarla.

_¿Una encomienda a mi nombre? ¿Y quién la manda?

_Un tal Fernández. Es todo lo que dice el remitente. Viene de Tapalqué

¿Fernández? No tenía la menor idea de qué Fernández podía ser. De Tapalqué no tenía dudas, era mi pueblo. ¿Quién me podía enviar algo a mí? Mi mamá podría, pero jamás se le ocurriría mandarme nada ¿Quién entonces...?

_¿Y? ¿Va a venir o no? No tengo todo el día para estar colgado al teléfono.

_Está bien. Deme la dirección

_Bartolomé Mitre 3580. Tiene que venir mañana a partir de las nueve y antes de las once. Mire que, si no, la caja va a quedar acá hasta el lunes. Ni siquiera me dejó decirle que sí, que gracias, que pensaba ir. Me corto odioso y maleducado. Estuve un rato largo pensado en ese tal Fernández, no recordaba a ninguno y mucho menos que tuviera el numero de la casa del señor Buitrago, a menos que se la diera mi mamá. Imposible porque desde que empecé a vivir acá no ha llamado ni una vez , en fin volví a mis libros, me concentré y cúa do terminé de estudiar ya eran más de las cinco. Preparé el café para el señor y la señora y subí a arreglarme un poco, cuando regresé me encontré al señor Buitrago. Aproveché para decirle lo de la encomienda y pedirle permiso

_Está bien Lucia una vez nos prepares el deayuno a la señora y a mí puede irse tranquila, ah casi se me olvidaba, mañana viene Benito mas o menos al mediodía. Tiene que arreglar esa pérdida del sótano

No se pero Benito me da un no se que. Se lo conté a mi primo y me puso peor, en la escuela, por suerte, me olvidé de Benito. Con la prueba le fue bien, no te go problemas con ninguna materia. Me vista estudiar. Cuando termine el colegio voy a seguir periodismo. Tengo muchos proyectos para mí, y para cumplirlos voy a tener que estudiar bastante. Y trabajar; pero no me quejo. Al contrario: gracias a que trabajo, puedo estudiar.


La Tercera Puerta (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora