Voy camino al apartamento de Ryan en Brooklyn, está oscureciendo y está empezando a llover, no sé si estoy haciendo lo correcto, pero sé que debería hablar con él, pero, ¿y si Abney me mintió? ¿Y si él quiere estar con Grace? ¿Qué pasará con él bebe?, tengo todos esos pensamientos, pero cuando menos lo espero ya estoy cerca del bloque de apartamentos de Ryan, por costumbre dejo el automóvil a lo lejos y llego caminando.
Cuando estoy a punto de tocar la puerta, no lo hago, quiero salir corriendo y no volver, pero por alguna razón estoy aquí, paso varios minutos pensando si debería hablarle o irme, de pronto una señora con cabello blanco, medias negras y un suéter amarillo con pequeños gatos, que parece tener 60 años de edad me pregunta.
—Hermosa, ¿está buscando a Ryan?
—Si, lo estoy buscando. —Le contesto tartamudeando.
—Hace poco que se fue, no tiene mucho tiempo, yo creo que puedes alcanzarlo en el estacionamiento.
—Gracias. —Es todo lo que alcanzo a decir y salgo corriendo.
Bajo las escaleras a toda prisa, muy apenas alcanzo respirar, no sé porque estoy corriendo, pero lo único que quiero es estar con Ryan, lo he decidido, quiero estar con él, no importa lo que pase.
Salgo del bloque de apartamentos y la lluvia ahora está más fuerte, trato de encontrar el automóvil de Ryan, pero lo veo al otro lado de la calle.
—¡Ryan! ¡Ryan! —Empiezo a gritar.
Veo que Ryan está a punto de entrar a su carro cuando me ve, cruzo la calle y llego a su lado toda mojada por la lluvia.
—Ryan, lo sé todo, sé que no estarás con ella. —Le digo mientras lo tomo de los hombros.
—Elizabeth, ¿porque estás aquí? —Me pregunta confuso.
—Tú me dijiste que viniera, aquí estoy.
—Elizabeth, pero yo...yo no creí que ibas a venir, te mande el mensaje el domingo pasado.
—Ryan, quiero estar contigo, sé que Grace te ha dicho que te abandonará, sé que podemos estar juntos. —Le digo aun agitada.
—Elizabeth escucha... no podemos hablar aquí, está lloviendo demasiado.
—¿Qué me quieres decir Ryan?
—Elizabeth, voy a tener un hijo con Grace, necesito buscar la manera de que esto funcione.
—¿Qué me estás diciendo Ryan? —Le pregunto confusa.
—Elizabeth, no me voy a divorciar de Grace, no quiero que mi hijo crezca sin una figura paterna.
Y en ese momento veo como todo mi mundo se viene abajo, todas mis ilusiones y sueños que tenia de estar con Ryan se han esfumado en un segundo.
—Pero... yo creí que tú y Grace iban a terminar.
—Elizabeth estoy en un momento muy confuso de mi vida, voy a tener un hijo, no la puedo dejar sola.
—Pensé que me amabas. —Le digo, me doy la media vuelta y empiezo a correr rumbo a mi carro.
Escucho que Ryan me grita una frase pero no alcanzo a distinguir lo que era, sigo corriendo, y la lluvia sigue pero aún más fuerte de lo que estaba antes, llego a mi auto y me encierro en él, no puedo manejar de esta manera, estoy llorando, de nuevo, como siempre lo he estado haciendo desde que lo conocí. Tardo unos minutos llorando sin poder parar, la lluvia sigue, decido poner la radio en el estéreo para despejar mi mente, hace mucho que no lo hago así que tardo para poner una estación, cuando al fin encuentro música, como por arte del destino la canción dice la frase, " Eres tú a quien amo, y te estoy diciendo adiós".
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Una segunda oportunidad para amar
RomanceEl amor es un sentimiento hermoso, muchas personas encuentran a su amor ideal, pero que sucede cuando tu amor esta casado con alguien mas. ¿Aceptarías ser la amante? ¿Que obstáculos se interpondrán en tu felicidad? ¿Y si llegaras a conocer a alguien...