Alexander y yo estamos en el restaurante Eleven Madison Park, tengo el menú en mis manos y trato de decidir que quiero comer, no tengo demasiada hambre, quizá sea el nerviosismo porque no me siento bien conmigo misma por estar cenando con Alexander.
—¿Has decidido que quieres cenar? —Me pregunta Alexander.
—Aún no lo sé, que te parece si tú decides por mí.
—Suena interesante.
El mesero llega después de unos minutos con el aperitivo, Alexander ha decidido por una ensalada de cereza con hinojo.
—¿Cómo te fue en el trabajo hoy?, fue raro ir después de tanto tiempo. —Me pregunta Alexander.
—Me fue bien, fue algo curioso, pero fue bien. —Le digo esa respuesta a Alexander, pero en ese instante me siento mal conmigo misma, le he mentido, de nuevo estoy en una relación a base de mentiras.
—Cambiando de tema, hace unos días Brad y yo salimos por unos tragos, creo que estamos teniendo una buena amistad.
Dejo mi ensalada por un instante, Brad nunca me platicó que había salido con Alexander, me siento desilusionada, no quiero que Brad se haga más amigo de Alexander, porque aún no se si quiero estar con él.
—Que curioso, Brad no me platicó nada. —Le digo a Alexander mientras volteo a ver las mesas a nuestro alrededor.
—Creo que lo quiso dejar en secreto. Platicamos de muchas cosas, no sabía que Brad era pintor.
—Si, Brad siempre ha tenido ese sueño.
Sigo platicando con Alexander pero tengo la sensación de que alguien me está observando. Veo disimuladamente a las personas que están alrededor mío pero no encuentro a nadie, por más que trato de no llamar la atención de Alexander, él se da cuenta.
—¿Buscas a alguien? —Me pregunta Alexander.
—No, no, no, solo estoy un poco desorientada.
—¿Desorientada?
—Sí, creo que debería ir al baño. —Entonces sin decir nada más me levanto de la mesa y me alejo de ahí.
Camino por varias mesas y paso cerca de una barra de ensaladas, a lo lejos puedo ver el baño. Cuando llego voy directo al lavabo. Abro el grifo de agua y la dejo correr, meto mis manos en el agua fría y toco mi cabeza, siento como la temperatura va en aumento.
Una chica entra al baño, podría pensar que tiene 20 años, hace poco contacto visual conmigo, se lava las manos rápidamente y con esa misma rapidez sale de los baños, escucho el sonido de la puerta cuando se cierra, de nuevo estoy sola, viéndome al espejo y sintiéndome mal por estar mintiendo.
Paso unos minutos más sola en el baño, pienso que quiero llamarle a Brad para decirle lo que está pasando, pero no quiero, estoy enojada con él por no decirme que salió con Alexander. Escucho a lo lejos el sonido de la puerta al abrirse, veo una chica que camina en dirección mía, tiene el cabello claro y le cae hasta los hombros, es alta y podría decir que es guapa, pero veo en su mirada una mezcla de emociones, como si estuviera triste, enojada, o tratando de mostrar fortaleza. La chica se detiene a unos metros delante de mí.
—Elizabeth, vuelvo a encontrarte.
Veo a la chica detenidamente, ¿Cómo es posible que conozca mi nombre? Trato de recordar si la conozco, siento como si la hubiera visto antes, pero no puedo recordarla.
—¿Lo siento, te conozco?
—Tú me conoces brevemente, pero yo se muchas cosas sobre ti.
De pronto llega una imagen a mi mente, fue en el cierre de campaña de Beauty Light Company, cuando estaba escondida en el baño, esa chica me saludo, estaba ahí, con alguien más.
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Una segunda oportunidad para amar
RomanceEl amor es un sentimiento hermoso, muchas personas encuentran a su amor ideal, pero que sucede cuando tu amor esta casado con alguien mas. ¿Aceptarías ser la amante? ¿Que obstáculos se interpondrán en tu felicidad? ¿Y si llegaras a conocer a alguien...